La declaración de una guerra abierta contra Israel en el Líbano era una de las ecuaciones, pero en su esperado discurso a sus partidarios en Beirut, el líder de Hizbulá Hasan Nasralá ha ofrecido un discurso desafiante pero contenido. Ha roto este viernes tres semanas de silencio para asegurar que todas las opciones están sobre la mesa, incluida la guerra total, pero ha responsabilizado al enemigo de tal escenario.

"La escalada depende de dos cosas: la evolución de la situación en Gaza y el comportamiento del enemigo sionista hacia el Líbano. Aquí, les advertimos de nuevo, especialmente en relación con los civiles convertidos en mártires", ha señalado Nasralá en un discurso por televisión, retransmitido en directo ante una multitudinaria concentración organizada en la capital libanesa por el grupo chií. "Este trabajo diario en el frente disuade al enemigo. Cometerán el peor error si intentan una ofensiva contra el Líbano", ha agregado.

Nasralá ha denunciado "las masacres" firmadas por Israel en la Franja de Gaza, pero ha llamado a los suyos a luchar "día y noche" por un alto el fuego en Gaza y asegurar "la victoria de Hamás" en Gaza. El primer objetivo es el cese de las hostilidades y de la guerra contra Gaza. El segundo es la victoria de la resistencia islámica en Gaza, y específicamente de Hamás en Gaza", ha detallado.

"Los niños y las mujeres que son recuperadas de los escombros prueban que la batalla final será la victoria de gaza y el fracaso del enemigo. Lo que sucede en Gaza con los ojos del mundo revela y prueba una vez más que la naturaleza salvaje de Israel no es un secreto para nadie", ha clamado.

No obstante, Nasralá ha reconocido que la guerra en la frontera libanesa comenzó el 8 de octubre y que ha ido escalando. "Lo que está ocurriendo en nuestro frente es muy significativo. Para quienes piden a Hizbulá que entre en guerra abierta, lo que está ocurriendo en la frontera puede parecer moderado, pero no es así. Y no nos contentaremos con ello". "Lo que está ocurriendo en nuestro frente no se veía desde 1948, ni siquiera durante la guerra de julio de 2006", ha agregado.

Israel, un arma de EEUU

"EEUU debe pagar el precio de su apoyo a Israel y sus masacres en Irak", ha indicado Nasralá al bendecir los ataques perpetrados por milicias chiíes iraquíes contra bases estadounidenses así como el lanzamiento de misiles por el grupo rebelde chií yemení de los hutíes. "Hoy, Estados Unidos es enteramente responsable de la guerra en Gaza, e Israel es sólo un instrumento para llevarla a cabo".

Nasralá ha celebrado, además, el ataque de Hamás perpetrado el 7 de octubre, "una gloriosa operación que ha provocado un terremoto en el seno de la entidad sionista". "Ha provocado conmociones militares, de seguridad, morales y psicológicas, y ha tenido consecuencias estratégicas que dejarán un impacto duradero en la entidad, tanto en el presente como en el futuro", ha advertido.

"Todos los civiles (en Israel) acusados de haber sido asesinados por Hamás murieron por las balas del ejército israelí, que actuó de forma temeraria", ha denunciado Nasralá. "El enemigo quiere convencer al mundo de que no está llevando a cabo una operación terrestre a gran escala en Gaza porque tiene miedo y es impotente. ¿Cómo puede un ejército así luchar contra su enemigo? Hay confusión, miedo y debilidad. Lo que este ejército lleva décadas haciendo es cometer masacres", se ha preguntado.

A juicio de Nasralá, "lo sucedido confirma que Irán no ejerce tutela alguna sobre las facciones de la resistencia y que los verdaderos responsables de las decisiones son los líderes de la resistencia". "La República Islámica de Irán apoya abiertamente los movimientos de resistencia en Líbano, Palestina y la región, pero no ejerce control sobre sus dirigentes", ha insistido.

El líder de Hizbulá ha criticado, además, el apoyo de Washington. "La administración estadounidense se apresuró a apoyar a esta entidad tambaleante para que pudiera recuperar la iniciativa. Esta rapidez estadounidense para apoyar a los israelíes ha puesto de manifiesto la debilidad y el fracaso de esta entidad".

Para el máximo rostro de Hizbulá, el apoyo internacional a Israel demuestra la debilidad del país. Ni siquiera empezó nada y vemos a los países de todo el mundo enviando a sus presidentes, sus ministros, sus generales, sus arsenales, sus miles de millones para apoyar a esta entidad ilegítima", ha denunciado quien ha criticado que "el mundo está gobernado por las leyes de la jungla" ante las violaciones reiteradas de la leyes de guerra por Israel y los vetos en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Tensiones crecientes en la frontera libanesa

En sus cuatro décadas de vida, la milicia chií libanesa ha convertido la destrucción de Israel en una de sus señas de identidad. La guerra entre Israel y Hamás, recrudecida desde el sábado con el inicio de la operación terrestre israelí en la Franja, ha reactivado el norte. Desde el 8 de octubre se han producido escaramuzas diarias entre Hizbulá y el ejército israelí.

Las cifras de las últimas tres semanas muestran el incremento gradual de las hostilidades. Al menos 57 milicianos de Hizbulá han muerto en los choques, con el grupo exhibiendo sus retratos como mártires caídos en combate y multitudinarios funerales en sus pueblos de origen. El grupo asegura haber firmado más de un centenar de ataques contras fuerzas israelíes que han matado o herido a 120 soldados. También reivindica haber destruido nueve tanques, dos vehículos de transporte de personal y dos Humvees; neutralizado 69 sistemas de comunicación, 140 cámaras, 17 sistemas de interferencia, 33 radares y 27 sistemas de inteligencia. Desde octubre Israel ha procedido a la evacuación de más de 40 comunidades próximas a la frontera libanesa, forzando el desplazamiento de decenas de miles de israelíes.

Amplias capacidades militares

Desde el inicio de la enésima disputa entre Israel y Hamás, Hizbulá ha reconocido la coordinación total con sus camaradas de Gaza. Delegaciones de Hamás y la Yihad Islámica se han reunido con altos cargos de Hizbulá en Beirut, por donde también han desfilado funcionarios iraníes. El silencio hasta ahora de Nasralá ha sido interpretado por algunos como una señal de la incómoda posición en la que los últimos acontecimientos han colocado a la dirigencia de Hizbulá, obligada a definirse frente a una operación militar israelí que busca “destruir” a Hamás, el grupo al que han apoyado y entrenado.

Comparado con Hamás, Hizbulá es un enemigo que entraña más desafíos para los estrategas militares israelíes. Se estima que posee unos 150.000 cohetes preparados para ser lanzados sobre el norte de Israel, un arsenal que reduce considerablemente la efectividad de la Cúpula de Hierro. “Hizbulá tiene unas 20 veces más cohetes y misiles que Hamás y unas capacidades de comunicaciones y de drones mucho mejores”, reconoce a este diario Farzin Nadimi, experto en defensa del The Washington Institute. “En términos de entrenamiento y determinación, ambas organizaciones son más o menos iguales”, desliza.