2024 será un año histórico desde el punto de vista electoral. A la inestabilidad que caracteriza esta época se suma la incertidumbre asociada a las votaciones. Más de 4.000 millones de personas, el 51% de la población mundial, están convocadas a las urnas en más de 76 países. Los ciudadanos de la primera potencia global, Estados Unidos, elegirán a su presidente, como lo harán los rusos, aunque en este caso el resultado es más que previsible. También el país más poblado del mundo, la India, celebrará elecciones, y se renovará el Parlamento Europeo. 

Sin embargo, esta concentración de elecciones "no significa más democracia", como señala el informe del CIDOB titulado El mundo en 2024: diez temas que marcarán la agenda internacional. "Lo que vamos a ver en 2024 es si se ahonda en la erosión en los procesos democráticos o hay una resistencia. Muchas convocatorias tienen lugar en países autoritarios o democracias imperfectas, donde la oposición no tiene los mismos derechos que el que ejerce el poder o no se puede monitorear el proceso de forma independiente", afirma Carme Colomina, investigadora senior del CIDOB y coautora del informe

Da cierta esperanza el vuelco dado en Polonia en 2023, donde tras ocho años de dominio del Partido Ley y Justicia, que ha dinamitado la separación de poderes, como Viktor Orban en Hungría, vuelve a ser primer ministro un europeísta convencido, Donald Tusk, que pretende restaurar el Estado de Derecho

Ha de quedar claro que una democracia no se define solo por la convocatoria a las urnas. Es más, a muchos líderes autoritarios les gusta celebrar elecciones, eso sí una vez controlados los medios públicos y limitadas las posibilidades de la oposición, porque dan un barniz de legitimidad del que luego presumen en la esfera internacional. Así pasa en Rusia, pero también en Bielorrusia, donde Lukashenko con ayuda de Putin acabó desterrando a la oposición tras un fraude electoral masivo, Túnez, Argelia, Ruanda o Irán.  

Putin, candidato independiente

En Rusia habrá elecciones el 17 de marzo, pero nadie duda de que Vladimir Putin renovará su mandato hasta 2030. Para empezar la Constitución se reformó para que pudiera volver a presentarse. Seria posible que siguiera hasta 2036. Paradójicamente se presenta como independiente, aunque apoyado por Rusia Unida y Rusia Justa. 

¿Es popular Putin? Lo es, y así lo reflejan las encuestas más independientes como Levada. Pero, además de controlar los medios de comunicación hasta el punto de declarar ilegal hablar de "guerra" al referirse a la guerra en Ucrania, deja fuera de juego a todo rival que pudiera hacerle daño.

Hubo especulaciones sobre si Yevgueni Prigozhin podría lanzarse a la arena política, tras su éxito como jefe de los mercenarios Wagner en Bajmut. Desafió a Putin con un amago de sublevación y su vida acabó trágicamente como la de tantos otros.

Alexei Navalni, el disidente más conocido en Occidente, pena ahora su osadía a volver a Rusia tras un intento de envenenamiento en una prisión de Siberia. Si bien el resultado de estas elecciones en Rusia no ofrecerá sorpresas, sí que la convocatoria fuerza a que las tropas rusas den el máximo en Ucrania para así reforzar la imagen del líder del Kremlin. 

China, pendiente de Taiwán

Como apunta el informe del CIDOB, es un año de urnas y armas porque muchas de estas elecciones van a tener efecto en los conflictos en curso desde Ucrania hasta Israel, o incluso los potenciales como Taiwán. Después de las parlamentarias en Bangladesh, el 7 de enero, será el 13 de enero en Taiwán, aliado de Estados Unidos, donde los ciudadanos decidan por primera vez entre tres candidatos que representan al Partido Democrático Progresista de la actual primera ministra, al Kuomintang, y al Partido Popular Taiwanés.

China observa esta cita con gran atención, ya que considera al gobernante Partido Democrático Progresista un "partido de separatistas". Su candidato Lai Ching-te, número dos de la primera ministra Tsai Ing-wen, plantea a los votantes que han de elegir entre "dictadura o democracia".

El Kuomintang, que rigió China hasta la guerra civil, se presenta como el partido de la paz por sus lazos con Pekín. Y el Partido Popular, que lidera Ko Wen-je, aboga por un camino intermedio entre el conflicto del Partido Democrático y la capitulación del Kuonmintang. Del resultado dependerá si se calman las aguas o vuelve a subir la tensión en el estrecho.  

Trump II en marcha

Pero sí hay unas elecciones trascendentales en 2024 esas son las que se celebran en Estados Unidos el 5 de noviembre. Siempre son relevantes las elecciones presidenciales y legislativas en la primera potencia global, pero en este caso la repercusión es aún mayor. "Las consecuencias políticas de la brutal ofensiva israelí en Gaza o el estancamiento del frente de guerra ucraniano también dependen de la carrera presidencial en las urnas estadounidenses. Las grietas en la unidad transatlántica y las cada vez más categóricas acusaciones de doble rasero en las lealtades de Occidente no son ajenas a lo que ocurra el 5 de noviembre de 2024", señala el informe del CIDOB. Tampoco las relaciones con China y con Rusia será igual con Trump. 

¿A quién beneficiara una victoria de Trump? Es más que probable que Trump cortara la ayuda a Ucrania, y Putin podría entonces forzar una paz que presentaría como victoria, con límites a las pretensiones de Ucrania de ingresar en la OTAN, además de pérdidas territoriales. Este año deberían haberse celebrado elecciones en Ucrania pero no podrá ser porque impera la ley marcial por la guerra.

Si se confirma la candidatura de Trump, que es favorito actualmente, se pondría a EEUU en manos de quien cuestiona los resultados de 2020"

carme colomina, investigadora del cidob

El escenario más probable es que veamos una nueva edición de la contienda entre el demócrata Joe Biden y el ex presidente Donald Trump. El mayor enemigo del actual presidente es su edad: acaba de cumplir 81 años, y en ocasiones sufre lapsus inquietantes. Terminaría su segundo mandato con 85. La izquierda del partido demanda una política más crítica con Israel y esta cuestión también puede incidir en la campaña. 

Pero el terremoto global se dará si Trump vuelve a la Casa Blanca, a pesar de los juicios a los que se enfrenta, como el que empieza el 4 de marzo, sobre el asalto al Capitolio, que tiene lugar la víspera del SuperMartes, cuando se definirán los candidatos. En Maine y Colorado han puesto en cuestión que pueda ser candidato: la clave está en la enmienda 14, sección tercera de la Constitución, donde se estipula que no puede ocupar cargos públicos quien hay participado en una insurrección o rebelión. ¿Lo hizo Trump? El Supremo federal tiene la palabra. 

"Empezamos 2023 con la toma del Parlamento en Brasilia. Una de las consecuencias de la erosión del sistema democrático es ese cuestionamiento de los resultados que lleva al asalto al Capitolio o los sucesos de la Plaza de los Tres Poderes en Brasil. Si se confirma la candidatura de Trump, a quien las encuestas dan como ganador a día de hoy, se pondrá el país en manos de una persona que no reconoce el resultado de 2020", apunta Colomina. 

El mensaje de Trump ha calado hondo en la sociedad estadounidense, a pesar de que está probado que es falso que hubiera fraude en 2020. El daño está hecho: el 61% de los estadounidenses teme que las elecciones no sean justas. No creen en el sistema. 

Lo que está en juego en EEUU es también el futuro de la democracia, ya que incluso si gana y tiene causas pendientes podría autoindultarse. ¿Dónde quedaría la división de poderes? ¿Y la igualdad de los ciudadanos ante la ley? El país que fue cuna de la democracia correría el riesgo de ser también su sepultura. 

Quo vadis, Europa?

Las elecciones al Parlamento Europeo, entre el 6 y el 9 de junio, son una prueba de fuego para las familias políticas tradicionales, tanto socialdemocrátas como populares y liberales, que van a sufrir retrocesos, según los sondeos, frente al acceso de las familias de la derecha radical y xenófoba, tanto los Conservadores y Reformistas que lidera Giorgia Meloni, como Identidad y Democracia, donde se amparan Le Pen o Alternativa para Alemania. 

"La pregunta es hasta dónde llegará el proceso de derechización con un líder del Partido Popular Europeo (el bávaro Manfred Weber) que coquetea con un acuerdo con los Conservadores y Reformistas. Esta votación es un termómetro. Es probable que haya más comisarios de partidos radicales en la próxima legislatura", señala Colomina, que recuerda que el gran peligro en las europeas es el absentismo, que suele ser mayor cuando no coinciden con otras nacionales. Y dependerá de cómo sea la nueva mayoría qué política se seguirá en cuestiones como cambio climático, ayuda a Ucrania, las reformas institucionales o la ampliación. 

En Bélgica también votan el 9 de junio y el partido de extrema derecha Vlaams Belang aspira a formar una coalición mayoritaria en el parlamento provincial con Nueva Alianza Flamenca, también nacionalista. Según las encuestas, podrían sumar la mayor absoluta en el Parlamento de Amberes. En ese caso su líder, Tom van Grieken, plantearía una declaración de independencia de Flandes y negociar el divorcio. El rechazo de los flamencos a la ola de emigración ha reforzado a estas formaciones nacionalistas. 

La agenda migratoria ha escorado a muchos países europeos a posiciones en las que no se diferencian los postulados de la derecha más moderada y radical. Así ganó Geert Wilders las elecciones en Países Bajos en noviembre, aunque aún hay reticencias para aceptarle como primer ministro. 

En 2024 se celebran elecciones en 12 Estados de la UE, y probablemente en el Reino Unido, donde los laboristas de Keir Starmer son claramente favoritos. En Bélgica será clave el papel de la extrema derecha, y también en Austria, donde figuran en cabeza en los sondeos, y en Portugal habrá que ver el papel de Chega si los conservadores tienen opciones de acabar con ocho años de gobiernos de izquierda. 

Del arranque de Milei al enroque de Maduro

En América Latina el ascenso al poder del libertario Javier Milei ha roto los esquemas. Con una inflación de un 140% interanual y un 40% de pobreza, los argentinos se han dejado seducir por los cantos de sirena de este economista que les ha prometido volver a ser una potencia global. Es decir, que Argentina sea grande otra vez. Ha empezado a golpe de decretazo y con la pretensión de saltarse las prerrogativas del Legislativo. La principal central sindical ya ha convocado un paro de 12 horas el 24 de enero.

"Veremos qué ocurre si se consolida el régimen autoritario de derechas. Creo que no va a pasar la ley para atribuirse poderes especiales por desmarque de parte de Juntos por el Cambio. Pero ya ha dicho que puede recurrir a un plebiscito. Si lo gana, habrá un régimen autoritario y habrá una emergencia nacional. Otra incógnita sería si lo pierde y queda deslegitimado", apunta Ana Ayuso, investigadora senior del CIDOB.

En 2024 aspira a la reelección Nayib Bukele en El Salvador, lo que confirmará su régimen autoritario. Quien no puede renovar mandato es Andrés Manuel López Obrador en México. Por primera vez México tendrá una presidenta: Claudia Sheinbaum, de Morena como AMLO, o Xóchitl Gálvez, de la coalición opositora Frente Amplio por México, que engloba el PRI y el PAN. "Parece que va a ganar Sheinbaum y la incógnita sería si tendrá un perfil propio o será continuista con AMLO", apunta Ayuso.

Las presidenciales en Venezuela, si las hubiera finalmente, están lejos de ser unas elecciones competitivas que permitan la alternancia"

anna ayuso, investigadora senior cidob

También está previstas las presidenciales en Venezuela. "Están lejos de ser unas elecciones competitivas que permitan la alternancia, a pesar de la debilidad de Maduro. En ese contexto hay que situar el conflicto del Esequibo con Guyana. De momento se han comprometido a no usar la fuerza. Hay otros actores observando como Rusia, EEUU o Reino Unido", señala Anna Ayuso, investigadora especializada en América Latina del CIDOB. Las instituciones controladas por Maduro han inhabilitado a la candidata de la oposición, María Corina Machado, que debería ser quien se enfrente a él, si tuvieran lugar unas elecciones en mínimas condiciones de limpieza democrática.

De las 16 elecciones que se llevarán a cabo en África, son las más llamativas las de Sudáfrica ya que suponen un test al Congreso Nacional Africano, que liderara Nelson Mandela, tres décadas después de las elecciones que marcaron el inicio de la democracia.

En la India el nacionalista Narendra Modi pondrá a prueba su apoyo popular, después de un año de éxitos internacionales, tras la organización del G20 y unos resultados económicos loables. Todo indica que obtendrá un tercer mandato, con alguna ayuda de campañas de desinformación, nada ajenas a otros procesos.

"En 2016 vivimos las elecciones de la posverdad (Brexit y Donald Trump). En 2024 hay un fenómeno nuevo. Son las elecciones de la Inteligencia Artificial. Ya se ha recurrido a la creación de videos con IA en las elecciones argentinas. Alimenta la capacidad de generar percepciones. A su vez la desinformación comienza a formar parte de las herramientas propias de las campañas políticas. Hay quien vaticina que habrá un tsunami de desinformación a partir de la inteligencia artificial generativa. Está por ver qué influencia tiene", señala Colomina.

La calidad de la democracia en 2023 había retrocedido a niveles de tres décadas atrás, según International IDEA. En 2024 está en juego que haya más erosión en los procesos democráticos o bien se consolide un momento de resistencia, como ha ocurrido en Polonia. Son muchos los desafíos pendientes, pero el fundamental es que el voto solo sea un elemento más en la construcción de sociedades fundadas sobre la división de poderes y el respeto al Estado de derecho, con las libertades básicas garantizadas. Las democracias no mueren de un día para otro, van deteriorándose hasta que se apagan. Y puede que sus ciudadanos sigan votando pero sin capacidad real de decidir.

El candidato del Partido Democrático Progresista, Lai Ching.te, en campaña en Taipei. / EFE

Una agenda de infarto

7 de enero. Parlamentarias en Bangladesh.

13 de enero. Generales en Taiwán.

4 de febrero. Presidenciales en El Salvador.

8 de febrero. Generales en Pakistán.

14 de febrero. Presidenciales y legislativas en Indonesia. Sucesión de Joko Widodo.

25 de febrero. Presidenciales en Senegal.

1 de marzo. Parlamentarias en Irán.

10 de marzo. Parlamentarias en Portugal.

17 de marzo. Presidenciales en Rusia.

Abril-Mayo. Generales en la India. Modi a por el tercer mandato.

5 de mayo. Generales en Panamá.

19 de mayo. Presidenciales y legislativas en República Dominicana.

Junio. Presidenciales en Mauritania.

2 de junio. Generales y federales en México. Por primera vez, dos mujeres en liza.

6-9 de junio. Elecciones al Parlamento Europeo.

9 de junio. Federales en Bélgica.

Agosto. Presidenciales en Ruanda.

Septiembre. Parlamentarias en Austria.

9 de octubre. Generales y regionales en Mozambique.

27 de octubre. Elecciones generales en Uruguay.

5 de noviembre. Elecciones presidenciales en EEUU.

Diciembre. Presidenciales en Argelia.

Diciembre. Generales en Sudán del Sur.

7 de diciembre. Presidenciales en Ghana.

Segundo semestre: presidenciales en Venezuela.

Sin fecha: presidenciales y parlamentarias en Sri Lanka, generales en Chad, generales y reginales en Sudáfrica, presidenciales en Túnez.