El Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu ha asegurado este viernes haber ordenado al ejército que elabore un doble plan para evacuar a los civiles de Rafah y derrotar a los batallones de Hamás que quedan en el área fronteriza con Egipto, en mitad de la inquietud por la seguridad y el destino de los 1,5 millones de los palestinos que permanecen en la zona.

A juicio de Netanyahu, resulta necesaria una "operación masiva" en Rafah. Se calcula que 1,5 millones de palestinos -más de la mitad de la población de la Franja de Gaza- se halla hacinada en la ciudad huyendo de los combates en otras partes de la franja. "Es imposible lograr el objetivo de la guerra de eliminar a Hamás y dejar cuatro batallones en Rafah", ha detallado un comunicado de la Oficina del Primer Ministro de Israel, según recoge Efe.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha ordenado a las Fuerzas de Defensa de Israel y al estamento de Defensa que presente al gabinete un "plan dual, tanto para la evacuación de la población como para la disolución de los batallones". "Está claro que una operación masiva en Rafah requiere la evacuación de la población civil de las zonas de combate", señala el comunicado oficial.

Los ataques israelíes contra Rafah, donde sobreviven hacinados 1,3 millones de palestinos, han aumentado en los últimos días y con ello el temor a una ofensiva terrestre del Ejército de Israel en esta zona, una opción que ahora cobra una nueva dimensión tras el anuncio israelí.

En plenas negociaciones para una tregua

El ministro de Defensa, Yoav Gallant, ya había sugerido varias veces en la última semana que Israel avanzaría hacia Rafah, cuando teminara sus operaciones en Jan Yunis, bastión de Hamás en el sur.

Esa posibilidad parecía más lejana mientras se negociaba otro posible acuerdo de tregua para liberar rehenes y presos palestinos, pero las conversaciones parecen atascadas ya que Hamás exige un cese definitivo de las hostilidades y la retirada de las tropas israelíes del enclave, algo a lo que Netanyahu se opone rotundamente.

Tanto la ONU como EEUU han expresado su preocupación ante una posible expansión de la ofensiva terrestre del Ejército israelí a Rafah, último refugio para más de un millón de gazatíes que llevan cuatro meses huyendo de los combates.

El Departamento de Estado advirtió ayer de que una operación militar en Rafah, sin la adecuada planificación para la evacuación de civiles sería "un desastre".

Críticas a la ampliación de la ofensiva

"Según el derecho internacional humanitario, el bombardeo indiscriminado de zonas densamente pobladas puede constituir un crimen de guerra. La intensificación de las hostilidades en Rafah, en estas circunstancias podría provocar la pérdida a gran escala de vidas de civiles", declaró esta semana Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA).

Al menos nueve personas murieron el jueves por la noche en Gaza en dos ataques aéreos que se enmarcan en la ofensiva del Ejército israelí contra el enclave palestino, donde ya han fallecido cerca de 28.000 personas.

Los cadáveres de cuatro hombres, tres niños y dos mujeres fueron trasladados al hospital Abu Yousef al Nayar, en la localidad meridional de Rafah. Los bombardeos aéreos tuvieron como objetivo dos viviendas residenciales en la zona de Tal al Sultan y en Jerbet al Adas.

Casi 28.000 gazatíes han muerto desde que comenzó la guerra, el pasado 7 de octubre, y unos 67.500 han resultado heridos, según el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.