Por primera vez desde enero la ONU ha hecho pública una actualización sobre el proceso de investigación contra los 19 empleados de la UNRWA, la agencia de refugiados palestinos de la ONU, a los que el Gobierno israelí acusó de tener vínculos con Hamás y los ataques perpetrados el 7 de octubre.

El portavoz de la ONU Stéphane Dujarric ha declarado que la investigación interna de la oficina se ha saldado hasta ahora con el archivo de un caso contra un miembro del personal por falta de pruebas. Otros cuatro han sido suspendidos debido a que, según Estados Unidos, Israel no ha aportado pruebas suficientes para seguir adelante con las investigaciones.

"Los 12 de los que se nos informó en enero cuyos contratos fueron rescindidos inmediatamente por UNRWA y 7 más sobre los que desde entonces hemos recibido información de las autoridades israelíes: cinco de ellos en marzo y dos en abril", detalla Dujarric. De la docena, 8 miembros del personal siguen bajo investigación. "Se cerró un caso, ya que Israel no aportó pruebas que respaldaran las acusaciones contra el funcionario", ha agregado. "Estamos estudiando la posibilidad de adoptar medidas administrativas correctivas en el caso de esa persona".

En relación con los 7 casos advertidos por Israel desde enero, la ONU asegura que "uno de ellos también se ha suspendido a la espera de recibir pruebas de apoyo adicionales". Los investigadores de la ONU han viajado a Israel para mantener conversaciones con las autoridades israelíes y realizarán otra visita en mayo. "Estas conversaciones continúan y hasta ahora han sido productivas y han permitido avanzar en las investigaciones", aseguran.

Informe previo

El pasado 22 de abril otro informe encargado a una comisión creada ad hoc y presidida por la exministra de Exteriores francesa, Catherine Colonna reivindicó que la agencia "es irremplazable e indispensable para el desarrollo humano y económico de los palestinos", informa Efe. Colonna precisó en rueda de prensa que su comisión no tenía por cometido verificar el caso concreto de los doce agentes de UNRWA acusados por Israel, ya que eso forma parte de la investigación del Departamento de Asuntos Internos de la ONU, pero dijo que ella no ha visto las pruebas que podrían sustentar las acusaciones de Israel.

Las recomendaciones del esperado 'informe Colonna' buscan terminar con los problemas que afectan a su neutralidad, como son la "creciente politización entre su personal", el uso de sus instalaciones con fines políticos y hasta militares, la aparición de "contenidos antisemitas" en algunos de los manuales escolares o el uso indebido de los sindicatos por parte de los trabajadores para presionar a la dirección.

Israel pide su desmantelamiento

Entre las recomendaciones concretas, aparecen medidas como incrementar el número de personal internacional (no palestino) en los cuadros medios que trabajan sobre el terreno, aumentar la presencia de mujeres, mejorar la cooperación con las otras agencias de la ONU, realizar más reuniones regulares entre dirección y personal y someterse a exámenes periódicos en las sedes de la ONU de Nueva York o Ginebra.

Nada más presentarse el informe, ya el gobierno de Israel cargó contra la UNRWA repitiendo acusaciones que viene profiriendo desde hace meses, como que 2.135 agentes de la organización son miembros de Hamás o de la Yihad Islámica.

Cuando Israel acusó en enero a los doce agentes de la UNRWA de participar en los ataques, 16 de sus países donantes (entre ellos los mayores) suspendieron su financiación, y la agencia perdió de golpe 450 millones de dólares; después, la mayoría de ellos han ido retomando la financiación, pero algunos, como el Reino Unido y Francia, han dicho que esperaban a ver el 'informe Colonna' antes de hacerlo. Esta misma semana Alemania ha anunciado que reanudará su ayuda a la agencia.

Estados Unidos, que tradicionalmente ha sido el mayor donante, la suspendió por completo y luego el Congreso prohibió al gobierno que la retome hasta, como mínimo, la fecha de marzo del año próximo.