“Las necesidades básicas son un lujo en Rafah”, relata un palestino que se prepara para el peor de los escenarios en Rafah, la ciudad fronteriza con Egipto que entre un mar de tiendas de campañas acoge a 1,5 millones de personas, la mayoría desplazadas por siete meses de guerra. Con las negociaciones para un alto el fuego apurando en El Cairo su última oportunidad, Israel mantiene la determinación de lanzar un asalto final sobre Rafah que resulta cada vez más inminente.

“Rafah está superpoblado y alberga a más de la mitad de la población de Gaza, que vive en unas condiciones humanitarias extremadamente difíciles. Estamos muy preocupados por una operación militar contra Rafah. Si se ataca esta zona, se producirá una catástrofe, con decenas de miles de víctimas y una destrucción masiva”, narra a El Independiente este desplazado que exige anonimato. El tictac del ataque de Rafah, una auténtica ratonera que ha recibido a los desplazados por una contienda que se ha cobrado más de 35.600 víctimas mortales, parece cada vez más cercano.

Ataque "con o sin alto el fuego"

Esta semana el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu advirtió de que lanzará el asalto independientemente de que el país alcance un acuerdo de tregua con Hamás a cambio de la liberación de los rehenes. En una reunión de familiares de los secuestrados y en conversaciones con diplomáticos extranjeros, Netanyahu ha traslado que invadirá la zona “con o sin acuerdo” a pesar de la censura de Estados Unidos y el rechazo de la ONU y organizaciones humanitarias. "Entraremos en Rafah y eliminaremos a los batallones de Hamás, con o sin acuerdo, para lograr la victoria total", insistió un comunicado emitido por la oficina de Netanyahu. "La idea de que vamos a detener la guerra antes de alcanzar todos sus objetivos está fuera de toda duda", recalcó enmendando una declaración previa de su ministro de Exteriores que aseguraba que la operación de Rafah se paralizaría si se lograba la liberación de los rehenes.

El domingo pasado el presidente estadounidense Joe Biden “reiteró su clara postura” sobre Rafah, según un comunicado de la Casa Blanca. Biden considera una “línea roja” el asalto sobre Rafah y su administración insiste en que Tel Aviv no le ha presentado un plan integral para proteger a los civiles.

Tiendas de campaña en la playa de Deir Al Balah, en el sur de la Franja de Gaza. | EFE

Quienes se refugian actualmente en Rafah ya llevan siete meses sufriendo este horrible genocidio

En mitad de lo que algunos consideran la cuenta atrás para la incursión, la ONU alertó este viernes que cualquier operación en un área con tal hacinamiento pondrá en riesgo a cientos de miles de gazatíes. "Podría ser una matanza de civiles y un golpe increíble para la operación humanitaria en toda la franja, porque se lleva a cabo principalmente desde Rafah», reconoció Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU (OCHA) desde Ginebra. Ante tal eventualidad, la agencia trata de esbozar una plan para mantener unas operaciones que incluyen clínicas, almacenes de suministros humanitarios, puntos de distribución de alimentos y medio centenar centros para niños con desnutrición aguda. La Organización Mundial de la Salud también prepara un plan de contingencia.

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"Las consecuencias pueden ser devastadoras para los palestinos de Rafah. Quienes se refugian actualmente en Rafah ya llevan siete meses sufriendo este horrible genocidio. Muchos de ellos son desplazados internos que se han visto obligados a huir de otras partes de la Franja de Gaza", subraya Muhannad Ayyash, profesor de Sociología de la universidad canadiense de Mount Royal. "Ya han sufrido en los últimos siete meses más de lo que la mayoría de la gente de todo el mundo sufrirá en toda su vida. Y ahora se ven amenazados por una nueva intensificación de la violencia genocida israelí. La invasión conducirá sin duda a más crímenes horribles. Veremos el asesinato deliberado continuado de más civiles palestinos, ejecuciones masivas, robo de propiedades, destrucción de hogares e infraestructuras críticas, detenciones masivas, torturas y otros crímenes. El gobierno israelí parece decidido a despojar a los palestinos de la posibilidad de vivir en cualquier lugar de la Franja de Gaza", agrega con zozobra. "El ataque parece inminente. Ojalá me equivoque", desliza.

Niños asisten a la protección de una película en el campamento de Rafah | EFE

"La mayor catástrofe del pueblo palestino"

En las circunstancias actuales, la invasión de Rafah sería la "mayor catástrofe en la historia del pueblo palestino", lamentó esta semana el presidente palestino Mahmud Abás. Por su parte, el secretario general de la ONU Antonio Guterres indicó que el asalto marcaría "una escalada insoportable" e instó a "todos aquellos que tienen influencia sobre Israel que hagan todo lo que esté en su mano para impedirlo".

Para el abogado palestino Raji Sourani, que logró abandonar la franja en plena ofensiva israelí, el golpe a Rafah sería el último acto del objetivo de Netanyahu de volver inhabitable el territorio y expulsar a su población tras más de tres lustros de férreo bloqueo. "Empujaron a 1,6 millones de personas a la zona de Rafah, y se hallan ahora concentrados en menos de 40 kilómetros cuadrados. Si atacan Rafah significará que miles morirán debido al ataque, y en última instancia, serán empujados a emprender el exilio", apunta en conversación con este diario.

El exilio es el verdadero objetivo de toda la guerra de siete meses: empujar a la gente al Sinaí, llevar a cabo una completa limpieza étnica de Gaza

Egipto, el país vecino, ha reforzado el muro que separa Rafah de la península del Sinaí y ha insistido en que el éxodo de los palestinos hacia su territorio es una línea roja, pero Israel ha mantenido la presión sobre la población arrinconándola en Rafah. "El exilio es el verdadero objetivo de toda la guerra de siete meses: empujar a la gente al Sinaí, llevar a cabo una completa limpieza étnica de Gaza. El mundo entero está observando un crimen en vivo", denuncia el letrado que lidera un equipo que documenta las graves violaciones de derechos humanos que ha acometido Israel desde el pasado 7 de octubre en represalia por el ataque de Hamás que se saldó con cerca de 1.200 muertos.

La cercanía del posible asalto ha sumido a la población refugiada en Rafah en un estado de "trastorno de estrés traumático constante", alertó esta semana la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. "Todavía no se ha pedido a la gente que evacue Rafah, pero existe la sensación de que si no se llega a un acuerdo esta semana podría ocurrir", esbozó su director Philippe Lazzarini. "Mis colegas sobre el terreno describen un estado de trauma constante entre la gente". Para el palestino que sobrevive a la angustia en Rafah y que acepta hablar desde el anonimato, "la idea de que la vida es fácil ha dejado de existir aquí". "Comida, agua, seguridad, medicina o sanidad. No tenemos de nada y nos falta todo. Estamos preparados para que todo acabe", concluye.

Desplazados palestinos en la playa de Deir Al Balah. | EFE

Avance en unas negociaciones agónicas

Las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en la Franja de Gaza avanzan positivamente y se acercan a un principio de acuerdo, si bien las partes todavía no han cerrado ningún pacto definitivo, informaron este sábado a Efe fuentes conocedoras de las conversaciones que de celebran en El Cairo.

Una fuente palestina dijo, bajo condición de anonimato, que "hay un gran avance en las negociaciones entre el movimiento palestino Hamás e Israel", y detalló que la delegación egipcia en el proceso negociador "ha alcanzado una formulación acordada en cuanto a los puntos de discrepancia".

Precisó que el último acuerdo sobre el que discuten actualmente incluye una primera fase de 40 días de tregua en la que se liberarán 33 rehenes del total de unos 128 rehenes israelíes retenidos por Hamás, mientras que el Ejército israelí se retirará de las zonas en las que esté presente en la Franja de Gaza.

Según esta misma fuente, la segunda fase continuará por otro periodo de 42 días durante el cual se liberarán todos los rehenes restantes y se extenderá un proceso de "calma permanente en Gaza", mientras que la tercera y la última fase incluirá intercambiar los cadáveres y durará también 42 días.

También apuntó que "(Sinwar) quiere un compromiso estadounidense por escrito para el fin incondicional de los combates" y solicita también que Israel no impida regresar al territorio ocupado de Cisjordania a los palestinos liberados a cambio de los rehenes.

Según un alto funcionario de Hamás citado por la cadena catarí Al Yazira, el hecho de que Netanyahu insista en que Israel entrará en la ciudad de Rafah con independencia de un posible acuerdo es un "elemento clave" que también se está discutiendo hoy en las conversaciones.

Hasta el momento, en el enclave palestino, al menos 32 personas fallecieron en las últimas 24 horas, lo que elevó a 34.654 el número de víctimas mortales registradas en los hospitales del enclave, además de más de 77.900 heridos, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, dependiente de Hamás.