La guerra impone sus tiempos. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que iba a realizar su primera visita bilateral a España y Portugal el próximo viernes, se ha visto forzado a cancelarlas, debido a la grave situación en la línea de frente, según ha informado la CNN. La Casa Real informó más tarde que se modificaba la agenda del monarca, que tenía previsto ofrecer un almuerzo a Zelenski.

Este martes se ha conocido la cancelación oficial. "Volodimir Zelenski ha dado instrucciones para que se pospongan todos sus eventos internacionales en los que tenía previsto participar en los próximos días", informó su oficina en un comunicado. Van a buscarse nuevas fechas para las visitas. "Damos las gracias a los socios por la comprensión", ha añadido el presidente ucraniano.

Zelenski ha recibido información directa del jefe del Estado Mayor, Anatoli Barguilévich, sobre la situación en el frente, en una reunión que estuvo centrada en la situación en la región de Járkov. "Sobre el terreno trabajan los comandantes de la Guardia de Fronteras, de la Guardia Nacional y el propio jefe del Ejército, Oleksandr Sirski", apuntan fuentes oficiales ucranianas.

Desde finales de la semana pasada las tropas rusas avanzan en la región de Járkov y han tomado una decena de poblaciones cerca de la frontera rusa. Unos miles de personas han dejado sus hogares para buscar refugio en la ciudad de Járkov. Los militares ucranianos reconocían este martes que los rusos no les daban tregua.

La visita de Zelenski, que se filtró el lunes sin confirmación oficial hasta el martes, pendía de un hilo. Finalmente, el presidente ucraniano ha optado por quedarse en el país, aunque el viaje tenía especial relevancia en este momento crucial para la guerra. Ucrania necesita ayuda de los aliados para impedir que Rusia logre sus objetivos. Y Zelenski traslada muy bien sus postulados en sus viajes y encuentros con mandatarios.

En un mensaje del martes en la red X, antes Twitter, Zelenski insistía en que Ucrania necesita defensas aéreas para proteger a Járkov y otras ciudades y comunidades atacadas por las Fuerzas Armadas rusas.

Sintonía entre Sánchez y Zelenski hay, pero el presidente y el pueblo ucranianos necesitan algo más que buenas palabras. Para ultimar los detalles de la visita el presidente del gobierno español y el líder ucraniano hablaron por teléfono el pasado 7 de mayo. A Zelenski le gustaría que el gobierno de España, también su ala más a la izquierda, se concienciara de la necesidad de reforzar el compromiso con Ucrania para frenar a Rusia. A su vez, el gobierno ucraniano ve a España como un mediador con los países de América Latina más reacios a empatizar con Ucrania, debido a la gran capacidad de penetración de la propaganda rusa.

Visita sorpresa de Blinken

Zelenski se ha visto este martes en al secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, que este martes se ha desplazado por sorpresa a la capital ucraniana, a donde ha llegado por vía terrestre desde Polonia. Para proteger Járkov del avance de las tropas rusas le ha reclamado al menos dos baterías de sistemas antimisiles Patriot.

Zelenski ha agradecido a Blinken la aprobación del último paquete de ayuda, de más de 60.000 millones de dólares, que será fundamental en este momento crucial de la guerra. Y es lo que también demanda a España: sistemas de defensa antiaérea. La ministra española de Defensa, Margarita Robles, anticipó a finales de abril en una reunión del formato Ramstein que España entregaría varios Patriot a Ucrania. Previamente el Financial Times había asegurado que distintos aliados estaban presionando a España y Grecia para que cedieran sus Patriot y otros sistemas de defensa antiaérea a Ucrania. Sánchez será quien especifique este viernes cuántos Patriot irán a Ucrania.

Los Patriot, de fabricación estadounidense, son muy eficaces para interceptar los misiles balísticos y de crucero rusos. Ucrania necesita 25 Patriots para proteger el país de los ataques rusos, pero para proteger las principales ciudades sería urgente que recibieran al menos siete, según fuentes del gobierno ucraniano.

El compromiso de España

España se ha comprometido a enviar a Ucrania material adicional en los próximos meses, incluidas ametralladoras, vehículos, obuses de artillería de campaña, proyectiles de 155 mm y 120 mm, equipos antidrones y tanques Leopard. En la primavera de 2023 visitó España por primera vez un miembro del gobierno ucraniano. Era el titular de Defensa, Oleksi Reznikov, quien desveló que España había sido crucial a la hora de crearse la llamada Coalición Leopard. El ministro agradeció entonces a Margarita Robles el envío de los primeros seis Leopard 2A4. En junio se entregarán otros diez de un lote de 19.

El gobierno de España suele repetir un mantra cuando se trata de ayuda a Ucrania. Siempre dicen que se mantendrá "el tiempo que sea necesario", pero sigue siendo muy limitada. Está previsto que la ayuda a Ucrania se canalice a través de la OTAN, como se hará oficial en la cumbre del 75 aniversario que se celebrará en julio en Washington. La aportación que se espera de España rondará los 1.000 millones de euros anuales.

Lo que ha de cambiar radicalmente España es su reducida aportación a la Alianza, una de las tres menores de los 32 aliados. Rondará el 1,3% este 2024, muy lejos del mínimo del 2% del PIB. No solo para Trump este dato es nefasto. También para todos los que ven cómo Rusia se arma hasta los dientes y dedica su economía para la guerra con una mirada puesta a muy largo plazo.

Un premio de consolación o un analgésico

Tanto Sánchez como Zelenski consideran relevante el acuerdo bilateral de seguridad, que iba a suscribirse formalmente en Madrid el viernes. Fueron los países del G7 los que se comprometieron en primer lugar a dar este paso, pero se han sumado otros países como España.

Es una idea de Ihor Zhovka, número dos del gabinete de Zelenski. "Cuando se dieron cuenta de que en la cumbre de la OTAN de Vilna no habría una invitación a Ucrania, ni a largo plazo, idearon esta fórmula de los acuerdos bilaterales de seguridad. Es una especie de premio de consolación a la par que un analgésico para la población ucraniana en la perspectiva de un acuerdo de paz con Rusia", apunta Bartosz Cichocki, ex embajador de Polonia en Ucrania.

Desde principios de 2024, Ucrania ya ha celebrado acuerdos de cooperación en materia de seguridad con nueve Estados socios. Estos documentos definen las principales prioridades de la cooperación entre Ucrania y sus aliados, la ayuda financiera, las sanciones contra el Estado agresor y la reacción en caso de futuros ataques armados de Rusia. La base de los tratados es la Declaración conjunta de apoyo a Ucrania suscrita por el G7.

En concreto, la declaración se refiere a la transferencia de asistencia en materia de seguridad y equipamiento militar a Ucrania, así como los programas de adiestramiento y cooperación en inteligencia y ciberdefensa. Prevé apoyar su reconstrucción y recuperación.

El 12 de enero de 2024, Ucrania firmó el primer acuerdo de este tipo sobre cooperación en materia de seguridad con el Reino Unido. Desde entonces, se celebraron otros tratados similares con Alemania, Francia, Dinamarca, Italia, Canadá, Países Bajos, Finlandia y Letonia. España será el décimo país.

Cuanto más interactuamos, más rápido pierden los terrorista rusos. Estoy agradecido a todos los Estados que apoyan a Ucrania"

VOLODIMIR ZELENSKI, PRESIDENTE DE UCRANIA

"Cada acuerdo de este tipo acerca a nuestro país a mayores oportunidades, a una mayor interacción con el mundo, a una mayor fuerza. Y al mismo tiempo, cada acuerdo de este tipo añade más fuerza al orden internacional basado en reglas. Cuanto más interactuamos, más rápido pierden los terroristas rusos. Estoy agradecido a todos los líderes, a todos los Estados que ayudan a Ucrania", ha dicho Zelenski sobre estos acuerdos.

Los puntos clave son la defensa aérea, la artillería y los sistemas de fuego de largo alcance, los vehículos blindados y otras capacidades. Los Estados se comprometen a imponer las sanciones contra los representantes rusos por su implicación o apoyo a la guerra ilegal de Rusia contra Ucrania; a respaldar la creación de un tribunal especial para los responsables del crimen de agresión contra los ciudadanos ucranianos; y a transferir los activos rusos congelados a Ucrania para compensar los daños de la guerra.

Cuando se anuncia el acuerdo suele relevarse una cuantía de ayuda a Ucrania. En el caso del Reino Unido fue de 2.500 millones de libras; Alemania dará 7.000 millones de euros este año y Francia, 3.000 millones, igual que Canadá.

Los acuerdos prevén un mecanismo de consultas de emergencia en caso de futuro ataque armado de Rusia contra Ucrania. En 24 horas dirían qué hacer. No es el artículo 5 de la OTAN, aunque este artículo solo se ha invocado una vez y lo hizo EEUU cuando se produjeron los atentados de las Torres Gemelas.

Si bien en la OTAN se considera que un ataque a un aliado es como atacar a toda la Alianza, cada país ha de aprobar su implicación en la respuesta. Ucrania no puede ingresar en la OTAN mientras esté en guerra porque están excluidos los países en conflicto declarado. Estos acuerdos tienen una duración de diez años prorrogables.

Sobre Ucrania pesa el mal recuerdo del llamado Memorándum de Budapest, de 1994, cuando Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido se comprometieron a respetar su soberanía e integridad territorial a cambio de su renuncia al arsenal nuclear, el tercero del mundo, heredado por haber formado parte de la URSS. Pero Rusia incumplió en Crimea, en el Donbás y sigue haciéndolo con la invasión total de Ucrania. No sabemos qué habría pasado si después de las bravatas de Putin en la Conferencia de Múnich en 2007 las puertas de la OTAN se hubiera abierto a los que se veían claramente amenazados.

Lo que sí sabemos hoy es qué tipo de amenaza es Rusia y lo que hace cuando sus vecinos son naciones que defienden sus soberanía y deciden acercarse a la Unión Europea o a la OTAN.