La aspiración de Jordan Bardella de convertirse en primer ministro de Francia y la de Marine Le Pen de lograr el triunfo de la ultraderecha se han terminado esta noche. La alta participación en la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas han aupado a la izquierda que junto a los liberales macronistas de Ensemble han conseguido parar el auge de la extrema derecha en la Asamblea Nacional. Contra los pronósticos de éxito de Agrupación Nacional (RN), el vencedor de estos comicios ha sido el Nuevo Frente Popular (NFP) y el presidente de la República, Emmanuelle Macron, deberá pactar un nuevo primer ministro con la izquierda.

Los de Jean-Luc Mélenchon han conseguido 182, convirtiéndose en la fuerza más votada. El segundo lugar ha sido para Ensemble que han logrado entre 168 diputados en la próxima configuración del parlamento. Por último, los de Bardella han conseguido 143 diputados, pese a su victoria en la primera vuelta de las elecciones, celebradas hace una semana.

Desde la primera vuelta, Agrupación Nacional aspiraba a lograr una mayoría absoluta, tras obtener el 33,15% de los votos, colocándose en una posición de ventaja frente al Nuevo Frente Popular (NFP) con un 28,14%, seguido de la mayoría presidencial, que concentraba el 20,76% de los votos. Sin embargo, una semana después y tras la retirada de algunos candidatos para concentrar el voto de la izquierda, los resultados han sido muy diferentes.

No ha sido solo una mala noche para Le Pen, también lo ha sido para Macron y para su primer ministro Gabriel Attal. Attal presentó su dimisión ante Emmanuelle Macron que tendrá que decidir este lunes si la acepta. El primer ministro indicó que su fuerza ya no cuenta con el apoyo de los ciudadanos y puso su cargo a disposición del presidente de la República. No obstante, a menos de 20 días de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, que se celebran en París, Attal se ha ofrecido a mantenerse temporalmente en su despacho.

Además de decidir sobre la dimisión de Attal, Macron tiene ahora el reto de elegir a un candidato para primer ministro que logre el apoyo de una Asamblea Nacional más polarizada. Si Mélenchon ya le ha pedido un candidato de izquierdas; Bardella le ha acusado de dejar a Francia “en los brazos de la extrema izquierda”. 

Pese a las cifras, Le Pen dijo que se trataba de una “victoria en diferido” de Agrupación Nacional. “La marea sube, no lo suficiente esta vez, pero sigue subiendo”, indicó la dirigente francesa tras conocerse los primeros resultados. Ninguna de las fuerzas políticas ha logrado la mayoría absoluta, por lo que podría reeditarse un gobierno en minoría como el que lidera Attal desde 2022, aunque con mayor peso de la izquierda.

“La marea sube, no lo suficiente esta vez, pero sigue subiendo”

Marine Le Pen

El resultado de estas elecciones ha sido una sorpresa para la clase política y también para la ciudadanía, sobre todo, después de los resultados que obtuvo la ultraderecha en las elecciones europeas, celebradas el pasado 9 de junio. Fue esa misma noche en la que se contaban las papeletas en los 27 estados miembros, cuando Emmanuelle Macron decidió disolver las cortes y convocar las elecciones. Los liberales de Renew, donde se enmarca el partido del dirigente francés, habían perdido 23 diputados en la cámara europea.

Como ha publicado EFE, Macron “esperará a la estructuración de la Nueva Asamblea para tomar las decisiones necesarias” y “velará para que se respete la decisión soberana de los franceses”. Está previsto que el presidente de la República francesa viaje a Washington este lunes para participar en la cumbre de la OTAN.