En los próximos días, el Parlament de Catalunya debe investir un nuevo un president de la Generalitat. Los resultados de las últimas elecciones no han otorgado a los partidos partidarios de la independencia una mayoría de los votos (un 47,5 de los votos) pero sí una mayoría parlamentaria suficiente para conseguir esa investidura.En este sentido, la mayoría independentista tiene sobre la mesa, de nuevo, una decisión trascendental para todos los catalanes: optar por la confrontación y el bloqueo institucional como hasta ahora, o por el diálogo, la estabilidad y la normalidad política. De momento, parece que optan por seguir por la confrontación, a pesar del pésimo resultado que ha ofrecido esa estrategia hasta ahora.

Si los partidos independentistas insisten en su voluntad de investir a Puigdemont, volveremos a una situación de bloqueo total. Catalunya no necesita más bloqueo, sino un gobierno efectivo y capaz de recuperar las instituciones, el autogobierno y, sobre todo, la estabilidad y la normalidad necesarias para que un país funcione. Le conviene llevar a cabo aquello que, precisamente, el president del Parlament puso como principal objetivo en su primer discurso: coser la sociedad catalana, buscar el entendimiento y el diálogo en el Parlament y llegar a acuerdos y pactos que beneficien al conjunto de la población. El diagnóstico,en este caso, es compartido con el Grupo Parlamentario PSC-Units, y es claro: Catalunya necesita un gobierno estable y viable que atienda las necesidades de los catalanes, defienda su proyecto de gobierno desde la lealtad y la legalidad y permita dejar atrás la confrontación entre catalanes y también entre gobiernos.

Una vez más, los partidos independentistas ponen la audacia al servicio de una parte en lugar de poner la generosidad al servicio del conjunto

Lamentablemente, los partidos que hicieron a Torrent presidente de la cámara están atendiendo las necesidades de un sólo catalán, huido de la justicia y residente de Bélgica.

Los motivos por los que Puigdemont no puede ser investido son numerosos y conocidos, y residen no ya en la Constitución (art. 23 y art. 152 CE), sino en el Estatut (art. 7, 10, 14, 55, 60,Y 67 EAC), el Reglamento del Parlament (art. 72, 83 y146 RPC),en la Ley 13/2008,de 5 de noviembre, de presidencia de la Generalitat y del Gobierno (art. 4), así como en el criterio de los letrados del Parlament de Catalunya, reflejado recientemente en un riguroso informe firmado a título colectivo.

Cabe temerse que una vez más, Puigdemont prefiere ignorar las reglas y los derechos de los diputados, si éstos se cruzan en el camino de su proyecto. Una vez más, los partidos independentistas ponen la audacia al servicio de una parte en lugar de poner la generosidad al servicio del conjunto. Dejemos por un momento la audacia, la épica y los presidentes intrépidos y personalistas; los socialistas creemos que es momento de ofrecer a nuestros ciudadanos y ciudadanas un gobierno que sea responsable y capaz de encarar los muchos retos que Catalunya tiene por delante.


David Pérez es secretario primero de la Mesa del Parlament y diputado del PSC