En el Ayuntamiento de Madrid se han roto las hostilidades. Cuando aún los dirigentes de Podemos están intentando digerir el golpe propinado a la formación por su antiguo número dos, Íñigo Errejón, las aguas en el seno de esta formación bajan cada vez más turbias. Porque no ha sido únicamente Errejón quien les acaba de dar con la puerta en las narices, sino que ha sido la propia alcaldesa, de la que tanto han presumido los podemitas hasta ayer mismo, la que les ha trazado una raya que dice "de aquí no pasaréis" y se ha quedado tan ancha.

Para seguir leyendo Regístrate GRATIS