La pobre Greta Thunberg es una víctima de la codicia de sus padres. Hay algo siniestro en quienes utilizan a sus vástagos para enjuagar sus fracasos y engrosar su ego y su bolsillo. Ocurre en esta familia, que sólo puede ser admirada desde el más profundo papanatismo, pues no es un ejemplo de nada.
Te puede interesar
Lo más visto
 
                 
             
                                             
                                                                                 
                                                                                 
                                                                                