La conclusión es evidente: si es un caso que tiene como investigado al principal partido de la oposición, viento en popa a toda vela. Si, por el contrario, afecta a uno o a varios de los nuestros, cerrojazo y a otra cosa. 

Es así como el caso del tito Berni se acaba de convertir en el caso cuarteles, según ha dicho ayer mismo el portavoz del PSOE Patxi López. Es decir, que este asunto de corrupción evidente que investiga un juzgado de Tenerife pasa sin solución de continuidad a quedar subsumido en otra comisión de investigación sobre adjudicación de obras en cuarteles de Madrid, porque aparece en él una mención a Ángel Ramón Tejera de León, Mon, en el sumario de Tenerife en el que se investigan las actividades del tito Berni y adláteres

Naturalmente, a Patxi López le es indiferente mentir con toda la cara cuando dice que “no se debe abrir una comisión de investigación parlamentaria cuando el asunto está sub iudice

¿Es que no se acuerda de que su partido promovió la Comisión de Investigación parlamentaria del caso Kitchen cuando estaba bajo investigación judicial en la Audiencia Nacional?

Claro que se acuerda pero la mentira se ha instalado de tal manera entre las costuras del Parlamento español que pienso que ya no va a haber manera de erradicar ese vicio que convierte a las instituciones en una pura filfa que es imposible que cuente ya con el respeto de los ciudadanos.

La investigación judicial continuará aunque para el presidente del Gobierno baste tapar el asunto mientras se celebran las elecciones

Pero si cree el presidente del Gobierno y con él todos sus asesores aúlicos que por intentar  tapar un asunto de la máxima gravedad -porque está en juego, entre otras muchas cosas, el prestigio del Congreso de los Diputados- ese asunto no existe y no va a existir, se equivoca de medio a medio.

La corrupción del tito Berni mancha a muchos, demasiados, implicados en manejos para obtener subvenciones o tratos de favor que pueden extenderse a muchos lugares de España. La investigación judicial continuará aunque para el presidente del Gobierno baste tapar el asunto mientras se celebran las elecciones municipales y autonómicas. Pero entonces le estallará en las elecciones generales. 

Quiero decir que cerrando los ojos lo único que pasa es que la persona que los cierra no ve pero los demás si vemos. Y los medios de comunicación no afines al Gobierno seguiremos el caso haya o no haya Comisión de Investigación específica porque el llamado Mediador lo grabó todo, absolutamente todo, y eso saldrá a la luz según vaya avanzando la investigación judicial y se vayan filtrando los audios y los videos de las juergas del tito Berni  y de su sobrino que ya ha declarado a la juez que él no tenía ni idea de Ganadería, que sencillamente heredó de su tío el cargo. Eso huele muy mal.

Por eso los investigadores de la Jefatura Superior de Policía de Canarias hacen un apunte final que sonrojaría a cualquiera que no tenga la cara dura de Patxi López. Dice así: “A modo de conclusión, hacer hincapié en que este tipo de organizaciones criminales causan un grave desprestigio de la función pública y hacen peligrar la credibilidad democrática del sistema administrativo del Estado”. 

Pero a Patxi López y a su jefe no les importan ni el desprestigio de la función pública ni la credibilidad democrática del sistema administrativo del Estado. Lo único que les importa es que este asunto no se lleve por delante al presidente, socialista, de Canarias y de paso que se haga una muesca más en la larga lista de reproches que los ciudadanos tienen contra ellos. 

Pero Ángel Víctor Torres Pérez, que es también secretario general del PSOE de Canarias, por más que aquí en el Congreso, con la inestimable ayuda de ERC y de Bildu, la Comisión de Investigación parlamentaria no se haya podido aprobar, no va a tener las cosas fáciles a la hora de revalidar el cargo. 

Sólo unos días antes de descubrirse la trama del tito Berni se produjeron varios ceses “por pérdida de confianza” de altos cargos de la administración canaria. Esos cargos habían sido puestos ahí por Torres Pérez y si alguno de ellos “canta”, el futuro de Torres Pérez será más negro que las alas de un grillo. 

Y esperaremos a ver si estos contactos se han reducido a Canarias o se han extendido por toda España, porque entonces la debacle será mucho mayor.

No escapará el PSOE del juicio colectivo por más que traten de tapar las indignidades cometidas por uno, o por varios, de los suyos.