La Unión Europea nombró hace un mes a Luigi di Maio, exministro italiano de Exteriores, como enviado especial de la Unión Europea para el golfo Pérsico. Será una de las personas clave de la diplomacia comunitaria, pues la creciente unidad de la Liga Árabe, como también el establecimiento de relaciones diplomáticas cordiales entre Irán y Arabia Saudí, hará que tenga un papel relevante como puente entre el golfo Pérsico y Bruselas.

Será el representante de la Unión Europea en Omán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Qatar, Bahréin, Kuwait, Irak e Irán, países que no le son desconocidos. Cuando dirigió la Farnesina encabezó misiones a algunos de esos países, como también con otros del norte de África. La relación de Italia con los países árabes fue a mejor con Di Maio como ministro, y esto es uno de los hechos que han provocado que sea electo para el cargo. 

Y alguien se podría preguntar qué papel tiene que jugar la Unión Europea en el golfo Pérsico. Actualmente, debido a la invasión rusa de Ucrania, la UE ha ampliado los contactos con los países productores de petróleo y exportadores de gas. Esto ha tenido como consecuencia que la UE haya establecido alianzas estratégicas con Azerbaiyán, y al mismo tiempo se considere el mar Caspio como mar frontera entre lo que debería ser la UE y los otros países.

En el caso de la Liga Árabe, y los países del Golfo Pérsico, muchos de los Estados miembro tienen relaciones cordiales con Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Kuwait entre otros. Y que han ido a más para no depender del petróleo ruso. Por ello la UE considera fundamental para la estrategia y soberanía de la propia unión que los países del golfo Pérsico son relevantes, y que mantener una cordial alianza con ellos es importante. 

La Unión Europea tiene que incrementar su presencia en el golfo Pérsico, como también convertirse en un actor relevante regional, porque se ha convertido en una región puente para muchos otros actores. Un ejemplo de ello lo tenemos con Qatar, quien tiene vínculos cordiales con los talibanes, Estados Unidos, Turquía, China, entre otros que parecen enfrentados entre sí. Además, tal como se ha visto en Sudán, ha sido a través de Arabia Saudí como se han conseguido las diferentes treguas vigentes con fines humanitarios.

Que la UE mantenga buenas relaciones con Omán es fundamental para conseguir no ser visto como hostil a los intereses del golfo Pérsico. Omán es un actor discreto, pero clave en la negociación de las organizaciones energéticas del golfo. También es la puerta de atrás de las negociaciones entre Irán y Arabia Saudí, entre el mundo suní y el chií. 

Di Maio será la cara visible de 450 millones de habitantes en una región donde crecen las ganas de occidentalizarse

El comportamiento de la UE como un Estado más en la región del golfo es un pase gigantesco encaminado a la normalización y armonización de las relaciones diplomáticas comunitarias. Di Maio, en plena expansión de la UE y sus límites de influencia, tiene un rol importante, aunque discreto y desconocido. Será la cara visible de 450 millones de habitantes en una región donde cada vez hay más transformación económica, y donde crecen las ganas de occidentalizarse. Al mismo tiempo se abren hacia China para conseguir transformar regiones desérticas enteras. Además, cada vez hay más conexión entre la UE y los estados que integran el golfo Pérsico, por lo que se convierte en un actor relevante para representar también los intereses económicos, políticos y sociales de la UE. 

En conclusión, deberemos seguir con atención las reuniones y acuerdos que cierre Di Maio con los países del Golfo Pérsico, pues serán relevantes a medio y largo plazo para la Unión Europea, y por ende, para nosotros. A pesar de que la diplomacia comunitaria no deja de ser uno de los puntos más débiles que tiene la UE, al mismo tiempo con Ursula Von der Leyen ha sido de los que más peso ha ganado.

El descontento de la derecha italiana en nombrar a alguien que venia del Movimiento 5 Estrellas, y que dirigiendo la Farnesina fue uno de los ministros clave del gobierno de Mario Draghi por los buenos resultados en las negociaciones bilaterales, también será importante. Veremos hasta qué punto Italia boicotea las acciones comunitarias en el golfo Pérsico por ello, o si actúa con responsabilidad de Estado. 


Guillem Pursals es doctorando en Derecho, máster en Seguridad, especialista en conflictos, seguridad pública y Teoría del Estado. Puede leer aquí sus artículos en www.elindependiente.com