El último hito de esta agotadora campaña, que, en realidad, empezó a principios de mayo, sirvió de muy poco a la hora de alterar el resultado que indican la mayoría de los sondeos.

Teníamos ayer en TVE a dos candidatos que, en realidad, eran uno sólo. "Gobernaré con Yolanda", decía Pedro Sánchez. "Gobernaremos con Pedro", apostillaba Yolanda Díaz. Entre ellos no hubo confrontación, sino reparto de papeles (ella fue el poli malo) para atizarle al tonto útil de la terna: Santiago Abascal. El líder de Vox fue el tonto útil porque para Sánchez y Díaz era un objetivo muy fácil de batir, porque era la representación caricaturesca de una derecha anclada en el pasado, antigua. Abascal, ni siquiera se preparó bien el debate, como quedó en evidencia cuando dijo que Bildu había apoyado la reforma laboral, con lo que desperdició la oportunidad de arañarle votos al PP.

Por mucho que se empeñen Sánchez y Díaz, ni Feijóo es Abascal, ni el PP es la extrema derecha

A pesar de que la audiencia del programa no fue del todo mala (lo vieron poco más de 4 millones de personas), era un debate en el que faltaba el protagonista principal. El PP ganó las elecciones del 28 de mayo con holgura y ayer estuvo ausente.

Es verdad que fue una decisión de Feijóo el no acudir. Si lo hubiera hecho hubiera caído en la trampa de confrontar contra tres, teniendo, además, que diferenciarse de Abascal al que tal vez necesite después del domingo.

Por más que Sánchez y Díaz, Pedro y Yolanda, insistieran hasta la saciedad en que Feijóo había delegado su representación en Abascal, la cantinela tiene poco recorrido. Por mucho que se empeñen, ni Feijóo es Abascal, ni el PP es la extrema derecha.

Fue, por tanto, un debate cojo, en el que los argumentos de Pedro y Yolanda no tuvieron una contrarréplica sólida, ya que Abascal sólo habló para su cada vez más escaso público.

El presidente del Gobierno justificó su derrota el 28-M en las mentiras de la derecha, apoyada por un grupo de medios de comunicación sometidos a los poderes económicos. Pues bien, en estas últimas semanas Sánchez no ha hecho otra cosa que llamar mentiroso a Feijóo, utilizando con profusión, todos los medios que supuestamente reman a favor de la derecha.

El domingo veremos si esa estrategia le ha dado o no resultado. Desde luego, el debate de ayer no le ha servido de mucho, porque puede que incluso Yolanda le haya robado un buen puñado de votos.