Moncloa supo el martes que el Tribunal Supremo "iba a archivar el caso de Rita Barberá", han asegurado a El Independiente fuentes gubernamentales. Tras su comparecencia voluntaria ante el magistrado Cándido Conde Pumpido, tan solo un día antes, en la que negó la existencia de una "caja b" en el PP valenciano y admitió haber donado 1.000 euros para la campaña municipal que no le fueron devueltos en "negro", el tribunal concluyó, según la versión de Moncloa, que "Rita era inocente", decisión que se iba a dar a conocer "en pocos días".

El magistrado comentó a algunos de sus compañeros del Supremo que iba a archivar el caso y enviarlo de vuelta a los juzgados de Valencia porque la supuesta financiación ilegal del PP valenciano que se investiga en el "caso Taula" no era delito cuando presuntamente ocurrieron los hechos y, además, ella negaba cualquier "blanqueo" de dinero. Efectivamente, no fue hasta el 1 de julio de 2015 que el Código Penal tipificó como delito la financiación ilegal de los partidos políticos, y el llamado "pitufeo", de haberse producido, ocurrió varios meses antes con motivo de las elecciones locales y autonómicas del 24 de mayo de ese mismo año.

Pumpido transmitió a su entorno que el interrogatorio había sido de "guante blanco"

El ex fiscal General del Estado se atuvo en todo caso al procedimiento habitual y dio tres días a las partes para que solicitaran nuevas pruebas de considerarlo necesario. El PSOE, personado en la causa contra la opinión de Conde Pumpido, -detractor de que los partidos políticos usen la justicia para arremeter contra sus adversarios- estudiaba la posibilidad de llamar a declarar algunos de los cincuenta imputados valencianos de esta supuesta trama.

Pero en la madrugada del miércoles, la ex alcaldesa de Valencia falleció en el hotel Villareal de Madrid, donde se alojaba normalmente para asistir a las reuniones del pleno del Senado, aunque el martes se ausentó del mismo, posiblemente al objeto de evitar una nueva exposición mediática. Fuentes judiciales han revelado a este medio que Conde Pumpido hizo llegar a personas de su entorno que le había dispensado a la senadora un trato "de guante blanco", preocupado porque se coligiera que una cosa y otra podían tener algún tipo de relación.

La causa se archiva sin manifestación del alto tribunal

Pero independientemente de que el magistrado no tuviera previsto pedir el suplicatorio de Barberá al Senado para proseguir con la instrucción, su muerte extingue la posible responsabilidad penal, según el artículo 130 del Código Penal. De este modo, se archiva la causa sin pronunciamiento del Tribunal, esto es, "sin que se pueda demostrar que no cometió delito alguno", indica apesadumbrado un antiguo compañero de partido.

El fallecimiento de Barberá ha sumido al PP en un estado de shock que ha puesto de manifiesto las tensiones internas sobre las distintas formas de afrontar los casos de supuesta corrupción, amén de un ataque a la prensa por "acosar y perseguir" a la que fue una de las dirigentes más emblemáticas de los populares. Expulsada del partido en el que militó cuarenta años, la familia acusa al PP de haberla abandonado en los últimos meses de su vida, aunque ella mantuvo vínculos de amistad con el presidente el Gobierno, Mariano Rajoy, con el que habló con motivo de su declaración ante el Supremo.