Ciudadanos y PP vuelven a sentarse este jueves para hablar de pactos que no se cumplen. Pero en esta ocasión, el escenario será el Palacio de Aguirre, en Cartagena, y los protagonistas serán el portavoz de la formación naranja en Murcia, Miguel Sánchez, y el presidente de la región, Pedro Antonio Sánchez. El portavoz naranja acudirá sin nadie de la Ejecutiva para exigir al dirigente popular que "cumpla la Ley de Transparencia de Murcia" y deje el cargo por su imputación en el caso Auditorio, por el que declarará el próximo 6 de marzo. De no acceder, la respuesta de Ciudadanos será gradual, según fuentes del partido. Esto es, impedir que salgan adelante las leyes que proponga Sánchez y, cómo último recurso, apoyar una moción de censura junto a PSOE y Podemos.

La respuesta de C's sería gradual, llegando, como último recurso, a sumarse a una moción de censura

Hasta ahora, Ciudadanos se ha negado a "adelantar acontecimientos" y ha rechazado hablar de sus posibles movimientos a la espera de esta reunión, de la que quieren que salga un candidato alternativo a la presidencia. "Confiamos en que el PP sea generoso y cumpla con el compromiso que adquirió con los ciudadanos y piense en la estabilidad de la región más que en el interés personal", apuntaba el portavoz naranja. Pero en el partido saben que es poco probable que tras el encuentro, el dirigente de Murcia dé un paso al lado. A lo largo de esta semana, la formación de Rivera ha insistido en que no le pondrán un plazo para que dimita, pero quieren hacerle ver que está incumpliendo no sólo el pacto, sino su compromiso con los murcianos y la Ley de Transparencia de la región, por lo que confían que sea él mismo quien cumpla su palabra y se aparte.

Mientras tanto, el tiempo pasa y el partido del Gobierno se acoge a la última ley anticorrupción aprobada en el Congreso -propuesta además por Ciudadanos- que fija la inhabilitación o suspensión de cargo público “desde que sea firme la resolución que acuerde la apertura del juicio oral o el procesamiento”. Esto significa, a juicio del PP, que ser investigado y acudir a declarar asistido de abogado, como hará Sánchez el 6 de marzo ante el TSJM, no obliga a dimitir. Este argumento no convence a los de Rivera, que ya sopesan, llegado el caso, participar en una moción de censura o incluso ir a unos nuevos comicios, un escenario al que el PP sólo llegaría "como último recurso" y que podría ser un arma de doble filo para los dos partidos.

Elecciones anticipadas

El PP podría adelantar las elecciones ante el bloqueo de Ciudadanos o si se ve amenazado por una moción de censura. Actualmente roza la mayoría absoluta con 22 escaños de los 45 totales y un 37,39% de los votos en la región, y con unos nuevos comicios podría salir reforzado y dejar de necesitar a Ciudadanos para gobernar. Este resultado supondría la debacle del partido naranja, ya que provocaría prácticamente su desaparición en esta Comunidad.

Por su parte, la formación de Rivera confía en que, de llegar a este escenario, sean ellos los que consigan aumentar su apoyo. En los comicios de 2015, obtuvo cuatro escaños y un 12,5% de los votos y, según los datos internos que manejan, creen que de repetirse las elecciones podrían volver a ser determinantes con un porcentaje más alto de votos. De ser así, podrían tener en su mano apartar a Sánchez, ya que no pactarían con un candidato imputado y el PP se vería obligado a poner otro en su lugar. Esta posibilidad es la preferida para los de Rivera, que prefieren no llegar a plantear una moción de censura junto a PSOE y Podemos, aunque no lo descartan, o presentar una denuncia por incumplir la Ley de Transparencia.

De momento, Ciudadanos baraja todos los escenarios pero acudirá a la reunión manteniendo como "única solución posible" para zanjar la crisis en Murcia que su presidente "sea generoso" y el PP siga gobernando con otro candidato, según el portavoz naranja. El próximo 18 de marzo, Pedro Antonio Sánchez se presentará al congreso regional como único candidato a liderar el PP en Murcia y, además, lo hará en condición de imputado. Ciudadanos, por su parte, espera que haya "alguien" en el PP regional "capaz y que no esté imputado por corrupción" como alternativa de gobierno en esta Comunidad.