El candidato a las primarias del Partido Socialista, Pedro Sánchez, ha ratificado este sábado su intención de acabar con los acuerdos entre España y el Vaticano, además de acabar con una serie de ventajas fiscales de las que actualmente disfruta la Iglesia.

Sánchez propone que la Iglesia empiece a pagar los impestos "que debe", así como acabar con la Religión como asignatura evaluable. El ex secretario general socialista ha explicado que el PSOE debe ser "referencia" de la laicidad en España.

El socialista se ha manifestado así este sábado, momento que también ha aprovechado para señalar que el partido se encuentra en una "encrucijada" entre "dos modelos", el de "la gestora" que defendió la abstención para la investidura de Mariano Rajoy, y el suyo, por el que tuvo que pagar "un alto precio".

Así lo ha asegurado durante un acto celebrado en un hotel de Granada ante alrededor de un millar de militantes y simpatizantes socialistas, en el segundo mitin que celebra en Andalucía en una semana.

"Los socialistas andaluces sabéis a qué decir que no y a qué decir que sí", ha dicho el ex secretario general del PSOE, al tiempo que ha augurado que serán estos con los que se producirá "el cambio" en el partido, con su "fuerza" y "a la vanguardia".

Sánchez ha definido su candidatura como la de la "militancia" de un partido "centenario y honrado" sin el que la historia de España "no se podría entender" y del que ha reivindicado que se mantenga "a la izquierda" dando un "sí" al futuro, la credibilidad y la coherencia.

El poder la militancia

El PSOE debe permanecer "unido" después de unas primarias que "legitiman" al propio partido y a los militantes, ha defendido Pedro Sánchez, que ha recalcado su compromiso de que la formación "no dé un giro", sino que "vuelva" a la "senda de la izquierda".

Este proceso va a tener "una ventaja", a juicio de Sánchez, que consistirá en que se mantendrá un "debate sin subterfugios" entre aquellos que "defendieron" la abstención al PP y los que votaron que no.

"Queremos votar aquellos que no fuimos escuchados para la abstención del PP", ha insistido el aspirante, que se ha descrito como un "político libre" convencido de que frente "al poder" de "una minoría", está el "poder de la militancia".

El exsecretario general ha recordado también que es necesario un partido que haga política "con las palabras y con los hechos", los mismos que él cumplió y por los que tuvo que pagar "un alto precio".

Por ello ha reivindicado estas primarias como una oportunidad para que "ningún otro" tenga que afrontar la misma situación que a él le tocó vivir en octubre.

El PP debe tener claro, ha continuado en su intervención, que bajo su mandato el PSOE no estará "ni al lado ni debajo", sino "enfrente", por lo que ha anunciado que no habrá "votos socialistas" para políticas "de derechas".

Por otra parte ha pedido que se deje de hablar de "lo conseguido" y se comience a abordar lo que se "conquistará", dado que España "no es la misma" de hace 35 años y el PSOE "tampoco", por lo que no puede quedarse "anclado" en soluciones de entonces.

Sánchez, que ha comenzado su intervención celebrando "públicamente" el futuro desarme de la banda terrorista ETA; ha abogado por mirar el futuro siendo "capaces" de convertir al PSOE en una organización del Siglo XXI.

Se trata del segundo acto que el aspirante ha celebrado en Andalucía en solo una semana después del organizado en Cádiz, en el que no ha habido alusiones directas a la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz; y en el que se han producido leves pitos a Felipe González.