El grupo confederal de Unidos Podemos ha registrado este jueves la moción de censura contra Mariano Rajoy con Pablo Iglesias como candidato alternativo al actual presidente de Gobierno. El partido formaliza una medida que anunció hace más de tres semanas. Un largo parón que contrasta con la situación de "urgencia" y de "emergencia social" con el que Podemos justificaba la iniciativa. El registro llega dos días antes de las primarias del PSOE e irrumpe de lleno en el proceso interno de los socialistas y el debate de la propuesta supondrá el primer reto para el recién elegido líder del PSOE.

"Hay una alternativa seria y firme que dice que aquí y ahora que se puede echar del Gobierno al PP", ha resaltado la portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, Irene Montero, en una rueda de prensa en el patio del Congreso en la que no ha participado Iglesias. "Llevamos tres semanas construyendo con la sociedad civil un proyecto de país"; ha reseñado la portavoz, que no ha dudado en lazar otro órdago a los socialistas, asegurando que aceptarían candidatos de otros partidos: "Si eso facilita que echemos al PP vamos a escuchar cualquier propuesta". Montero ha llamado al resto de partidos a replantearse su postura y ha destacado que "Pablo Iglesias a día de hoy es la persona que mejor puede encabezar este proyecto colectivo", ha defendido la portavoz, que ha descrito al líder morado como "la persona más preparada y con más apoyo popular para sacar adelante este proyecto colectivo".

Los plazos han sido estos días justificados desde Podemos en la "ronda de contactos" que han llevado a cabo con asociaciones  y partidos políticos, aunque la realidad es que tanto Ciudadanos como PSOE rechazaron de inmediato la propuesta. "Hemos combinado la urgencia de presentar esta moción con el rigor y el compromiso de escuchar a agentes de la sociedad civil", ha respondido Montero, al ser preguntada sobre el asunto y pese a que la última reunión que mantuvieron con la "sociedad civil" fue el viernes pasado, hace una semana, con trabajadores de BQ. La iniciativa, que posiblemente se debatirá la semana que viene, no tiene visos de prosperar, pues sólo cuenta con el apoyo de Compromís, su socio electoral en la Comunidad Valenciana, mientras que EH Bildu y ERC lo han condicionado a una serie de reconocimientos territoriales.

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El retraso en el registro de la moción se explica también en la intención de Podemos de "dar oxígeno" a la iniciativa, según reconocen fuentes del grupo, y abrir así la puerta a la negociación con un PSOE legitimado que, en última instancia, pueda llegar a cambiar su 'no' por una abstención; un cambio que si bien no altera el resultado de la votación -seguiría sin salir adelante- sí evitaría el desgaste de Podemos, que actualmente sólo cuenta con sus 71 diputados a favor frente a la oposición del resto de la Cámara.

Eso sí, la decisión de registrar la moción este viernes mantiene abierta la posibilidad de que el ganador de las primarias del PSOE pueda presentarse como candidato alternativo, ya que el Reglamento del Congreso fija un plazo de dos días desde la presentación de la iniciativa para que otros grupos puedan hacer sus propuestas. Como el registro permanece cerrado el fin de semana -a excepción de unas horas el sábado, el futuro líder socialista podría estrenar su mandato presentando una moción alternativa a la de Iglesias el lunes.  "Esperamos debatirla pronto", ha reconocido Montero.

El reglamento asegura que el debate sobre la moción transcurrirá a partir de del quinto días después de que se presente, con lo que el debate será el jueves como pronto. Sin embargo, hay diferencias de interpretación de los letrados del Congreso, y hay quien entiende que es éste -cinco días- el plazo para someterla a debate y votación, aunque la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, es quien tiene la última palabra. El hecho de que se registre hoy la moción de censura posibilitaría que se abordara la semana que viene en el Parlamento aunque Iglesias no podrá debatir con el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, que no intervendrá en el pleno para evitar que un "cara a cara" dé proyección a una iniciativa que nació sin esperanzas de prosperar.