La Mesa del Parlamento catalán ha admitido a trámite esta madrugada la ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la república, la principal ley de desconexión con el Estado impulsada por Junts pel Sí (JxSí) y la CUP.

El acuerdo se ha adoptado al filo de la una de la madrugada, con los votos a favor de los cuatro miembros de JxSí en la Mesa, incluida la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, el voto contrario de los representantes de Ciudadanos y el PSC y la abstención del representante de Catalunya Sí Que Es Pot, pero su debate y votación se ha pospuesto para las próximas horas.

La oposición en el Parlament, sin embargo, ha pedido la reconsideración de la admisión a trámite por parte de la Mesa, en cuya reunión el secretario general de la cámara catalana, Xavier Muro, ha advertido a los presentes de que la tramitación de esta ley está afectada por los autos del Tribunal Constitucional (TC) sobre el proceso soberanista.

Después de dar luz verde a la ley de referéndum, el Parlament ha proseguido con el orden del día establecido, pero la previsión se ha vuelto a alterar hacia la medianoche, cuando JxSí y la CUP han vuelto a pedir una alteración del orden del día para constituir la Sindicatura Electoral de Catalunya de la que depende el funcionamiento del 1-O.

Esta vez, el rifirrafe de los grupos no ha sido tan intenso --si bien se han presentado varios recursos a la Mesa-- y se ha acabado votando y aprobando a falta de pocos minutos de las 2 de la madrugada. En este último proceso los grupos independentistas han provocado un nuevo giro de guión: mientras estaba reunida la Mesa han pedido que se admitiera a trámite la ley de transitoriedad jurídica para poderla llevar en las próximas horas al pleno.

La Mesa, donde JxSí tiene mayoría, la ha admitido a trámite, y se prevé que a lo largo de la segunda jornada del pleno --que se retomará a las 10.00 horas del jueves-- pidan proceder a su debate y votación.

La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha suspendido hasta las 10 de este jueves un pleno maratoniano de 16 horas que empezó el miércoles a las 10 y ha acabado sobre las 2 del día siguiente, y que ha servido para dar luz verde a la ley del referéndum.