Este joven Abogado del Estado ha asumido la responsabilidad de sustituir a Esperanza Aguirre. Todo un mito, un personaje fundamental ya en la historia política de España y del Partido Popular. José Luis Martínez-Almeida (Madrid, 1975) lo sabe y confiesa que no es su intención -sería una osadía- tratar de sustituir a nadie. Prefiere apoyarse en su equipo. Entrevisto al portavoz municipal del PP en el Ayuntamiento de Madrid en su despacho y lo primero que me llama la atención es la juventud de su equipo y el buen ambiente que se respira en los aledaños. Dan ‘muy buen rollito’.

Pregunta.- ¿Quién es José Luis Martínez-Almeida?

Respuesta.- Soy madrileño, del 1975, 42 años ya, de profesión funcionario, Abogado del Estado. Saqué la oposición en 2001 y estuve ejerciendo hasta 2007. Después aterricé en política en la Comunidad de Madrid y desde 2015 estoy en el Ayuntamiento. Me considero amigo de mis amigos y soy exigente, aunque me gusta que para trabajar haya alegría y buen ambiente. Estoy aquí porque creo que puede haber una cosa diferente. 'Ahora Madrid' no es el Gobierno que merecemos.

P.- ¿Por qué te metiste en política?

R.- Buena pregunta (sonríe…) Esa es una característica de bastantes abogados del Estado. Somos funcionarios, somos servidores públicos y el paso a la política muchas veces es algo natural. Somos administración, pero estamos pegados a la política, porque, al final, fiscalizamos muchos ministerios. Es un paso natural. Y es además la profesión que te permite de forma más rápida mejorar la vida de las personas.

P.- En los últimos años, ha habido tantos casos de corrupción que esa función de servicio se ha puesto mucho en discusión. ¿Por qué el ciudadano tiene que creer en el político?

R.- Yo no tengo que convencer al ciudadano de nada, lo único que tengo que hacer es trabajar. Mi único capital para recuperar la confianza en los políticos es trabajar. La gente ya no nos pide palabras, nos pide hechos, trabajo, resultados, transparencia... si no les demostramos eso no vamos a recuperar esa confianza. El problema no está en la gente sino en nosotros.

P.- Tú sustituyes a Esperanza Aguirre que, independientemente de que guste más o menos, ha sido una gran política. ¿Cómo afrontas ese reto de sustituir a un personaje tan popular?

R.- Yo entro en política porque me ficha Esperanza Aguirre en 2007. Luego salí dos años y me volvió a llamar para administrar el Ayuntamiento. Por tanto, estoy aquí gracias a ella. Me deja el legado de una política liberal, que cree en España, que cree en los valores de la libertad, de la propiedad privada, de nuestra historia... A partir de ahí, tratar de ocupar su hueco es muy complicado porque ella es un animal político único desde hace 35 años, en la política nacional y en la madrileña. Sería ridículo que yo tratara de arrogarme su perfil público. Pero tengo una gran ventaja que es un gran equipo. Gente muy unida, que nos conocemos desde hace años... y el hueco que ella nos ha dejado, lo sustituimos siendo ese gran equipo de concejales, que es el grupo popular.

P.- ¿Qué has aprendido de Esperanza Aguirre? ¿Qué te ha enseñado?

R.- Yo he aprendido de ella capacidad de trabajo absoluta y fidelidad a los principios. Ella siempre repetía una frase: "Nunca traiciones a tus principios". Yo discreparé de socialistas o de los miembros de Ciudadanos, pero nunca discutiré la defensa que hacen de sus principios. La inmensa mayoría de los que estamos en política lo estamos por nuestras ideas y porque creemos que son las que mejor van a servir a nuestra sociedad.

P.- ¿Qué es ser liberal, José Luis?

Si se están reivindicando la Revolución Rusa de 1917, es difícil resolver los problemas de 2017

R.- Ser liberal es creer en la libertad de cada uno. Estamos asistiendo a una cierta colectivización de las personas, que en el Ayuntamiento de Madrid se está viendo muy bien, frente al valor de la persona individual. Nosotros reivindicamos la capacidad de las personas para tomar sus propias decisiones, la igualdad de oportunidades para que todas las personas tengan esa capacidad.

P.- Cuando oyes la definición de Ciudadanos acerca de que son 'liberales en lo económico y progresistas en lo social', ¿a qué te suena?

R.- A tutti frutti. A intentar pescar aquí y allí, y en el centro. La indefinición ideológica de un conglomerado de personas que vienen de distintas tendencias, que no tienen un nexo ideológico común, que es algo que impide un proyecto común y dificulta considerablemente hacer política. Al final... ¿qué quieren decir? Que en lo económico se es liberal pero que en lo social están a favor del gasto público, no me convence. En el seno del PP, a diferencia de Ciudadanos, podemos tener nuestras diferencias pero tenemos un 'corpus' ideológico que a todos nos une: una administración reducida eficaz y eficiente, el respeto y el incentivo de la actividad privada, el respeto a la dignidad de las personas en todas sus vertientes...

De todas formas, en el Ayuntamiento tenemos una ventaja y es que no influye tanto la ideología, porque tú estás en las competencias más cercanas a las personas: que la calle esté limpia, que no haya baches, que la movilidad en la ciudad sea razonable y sostenible. Lo que influye querer resolver los problemas de las personas y no liarse demasiado en otros debates.

P.- ¿Y este modelo de ciudad se está haciendo ahora al mando de 'Ahora Madrid' y de Manuela Carmena?

R.- Imposible. Ellos están primando la ideología de forma brutal por encima de resolver los problemas de los ciudadanos. Y porque entre ellos no tienen nada que ver. No son un equipo de Gobierno, son facciones de gobierno. Si están reivindicando la Revolución Rusa de 1917, es difícil resolver los problemas de 2017. Hay un problema pues de cohesión interna entre ellos. Su único proyecto era echar al PP. Y lo consiguieron, pero es que Madrid es una ciudad de más de tres millones y medio de habitantes, y si tu único proyecto es en negativo es muy difícil que puedas construir una alternativa y un nuevo modelo de ciudad.

P.- Cómo partido, ¿qué habéis aprendido de la derrota que llevó a Carmena a liderar la ciudad?

Si volvemos a gobernar en 2019, seremos mejores gobernantes después de haber pasado por cuatro años de oposición

R.- Más que de la derrota, hemos aprendido de las consecuencias de la derrota. Llevábamos gobernando 26 años el Ayuntamiento de Madrid. A cualquier votante del PP al que le hubieras dicho que íbamos a gobernar desde 1989 hasta 2015, lo hubiera firmado. Nos está viniendo bien también estar en la oposición. Estamos teniendo otros puntos de vista que durante 26 años no habíamos tenido. Si volvemos a gobernar en 2019, seremos mejores gobernantes después de haber pasado por cuatro años de oposición. Y eso será una buena noticia para todos los madrileños.

P.- ¿Qué le falta a Madrid?

R.- A Madrid le falta gestión y le sobra ideología.

P.- ¿Tienes miedo por lo que está ocurriendo en Cataluña?

R.- Yo no diría miedo. Si te diría que creo que todos los que nos sentimos españoles sentimos inquietud por este proceso, que no está gustando a nadie, ni siquiera a los propios independentistas. Tengo inquietud, pero tengo también mucha confianza en el Gobierno.

P.- Estamos a las puertas de este 1 de octubre. ¿Qué ocurrirá?

R.- Uff... no soy futurólogo. Pero lo que sí sé es que el Gobierno va a hacer todo lo necesario para que no se produzca ese referéndum. Y todo, es todo. Eso sí que lo sé.

P.- ¿Qué está haciendo 'Ahora Madrid' respecto a este proceso?

R.- Una vez más te repito que ideología. Su problema es que, cuando los madrileños se quejan de que la ciudad está sucia, se dedican a pretender recibir a Junqueras, Romeva y Puigdemont. Iban a organizar un acto de apoyo a esta consulta y tuvimos que impugnarlo ante los tribunales. Le advertimos en rueda de prensa: "Alcaldesa, no lo hagas". Y no nos hizo caso. Y no nos quedó más remedio que acudir a la vía judicial. Ganamos, como digo, y el juez lo ha suspendido. Pero me queda una sensación contrapuesta. Por un lado, de alegría, porque hemos ganado, pero por otro de tristeza, porque no puede ser que el Ayuntamiento de Madrid esté todos los días en los tribunales.

P.- ¿Por qué había que suspender este acto? ¿Por qué era tan negativo?

R.- Porque hay que respetar las reglas de juego y el Estado de Derecho. No hay democracia sin Estado de Derecho.

P.- Pero... ¿y la libertad de expresión?

R.- El que piense que en este país no hay libertad de expresión, se está equivocando. Somos un país muy garantista y tenemos un listado de derechos fundamentales en la Constitución entre los que está, desde luego, el de la libertad de expresión. Mira, hemos discutido en este país hasta la saciedad del llamado procés, sobre el derecho a decidir... hace tres meses vinieron a Cibeles Puigdemont, Junqueras y Romeva y yo no lo impedí, no lo impugné, aunque no me gustara. ¿Por qué lo he hecho ahora? Por las reglas del juego. Porque el Tribunal Constitucional ha dicho que los poderes públicos no pueden amparar actos que vayan contra sus resoluciones. Y ahora ya no entraba por tanto en juego la libertad de expresión sino lo acordado por el Tribunal Constitucional.

P.- ¿Qué opinas del papel que está jugando Ada Colau?

R.- Lo que no se puede es decir un día que va a ceder los locales de titularidad municipal y otro que hay que hacer todo lo posible para que los ciudadanos puedan votar. Si cree eso, que sea coherente. Que no se escude en los funcionarios. Ada Colau lo que hace es postureo.

P.- ¿Crees que se les está tomando el pelo a los ciudadanos?

R.- Colau hace un ejercicio de funambulismo político. Ella está a favor del referéndum, porque lo dijo en 2014. Pero como sabe cómo funciona el Estado de Derecho, sabe que no puede ceder esos locales.

P.- Bueno, quizá sea cierto que lo hace para no generarle problemas a los funcionarios...

R.- Yo creo que lo que hace es por no crearse problemas a ella misma. A ver si le va a caer una inhabilitación y se tiene que olvidar de su carrera política.

P.- Por tocar, siquiera un instante, un asunto doloroso, relacionado con los recientes atentados de Barcelona del 17 de agosto. ¿Está Madrid preparado para evitar una situación similar?

R.- En Madrid se está trabajando bien. Nosotros sufrimos el atentado más brutal de la historia de Europa en 2001, tenemos unas fuerzas de seguridad muy buenas y hay una excelente coordinación entre el Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno, hay que decirlo. Todos estamos unidos frente a esta barbarie. Yo en Madrid, me siento seguro. Otra cosa es que pueda ocurrir algo, pero yo, me siento seguro.

P.- Por cierto, se cumple el 40 aniversario del PP. ¿Qué valores destacarías?

R.- Compromiso con España, compromiso con la libertad y, dentro de él, un recuerdo emocionado a Miguel Ángel Blanco y a tantos cargos públicos que han dado su vida por esa libertad y por nuestro país, y que la han perdido por ser, precisamente, del Partido Popular. Y no puedo olvidar tampoco el compromiso con el progreso económico. Si tuviera que volverme a afiliar a un partido, lo haría de nuevo al PP. Sin duda.