Política

Pla de l'Estany, corazón del independentismo

El 83,08% de los ciudadanos de la comarca de Pla de l'Estany votó a opciones independentistas en las elecciones del 27-S de 2015.

El 83,08% de los ciudadanos de la comarca de Pla de l'Estany votó a opciones independentistas en las elecciones del 27-S de 2015.

Durante la jornada del referéndum del 1 de octubre, la Guardia Civil actuó con especial contundencia sobre los puntos en los que estaban llamados a votar los referentes del independentismo. Como Sant Juliá de Ramis, donde se esperaba que acudiese el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Avisado de las cargas, y seguido desde el aire por un helicóptero, el presidente aprovechó el paso por un puente para cambiar de coche y despistar a las autoridades. Acabó votando en Cornellá del Terri.

Cornellá del Terri, a escasos 12 kilómetros de Sant Juliá, es el tercer municipio más grande de la comarca gerundense de Pla de l'Estany. Una comarca pequeña, situado al norte de la capital provincial, y con Bañolas (17.451 habitantes) como núcleo más destacado. También es la comarca más independentista de toda Cataluña.

En las elecciones del 27 de septiembre de 2015, el 72,97% del electorado dio su voto a Junts pel Sí, la coalición integrada entonces por ERC y Convergéncia. Otro 10,11% confió en las candidaturas antisistema de la CUP. En total, un 83,08% de voto puramente independentista en el territorio más convencido de todos. Ciudadanos, que fue la tercera fuerza más votada, obtuvo sólo un 4,54% de los votos, por el 3,62% del PSC, el 3,41% del PP y el 2,56% de Catalunya Sí Que Es Pot. Apoyos completamente marginales.

Pla de l'Estany es el ejemplo ideal de la Cataluña interior en la que el independentismo sostiene su fortaleza, apoyado en una ley electoral que infrarrepresenta a la provincia de Barcelona, donde se concentra la mayoría de población. En la comarca de Barcelonès, que integra a la capital junto a Hospitalet, Badalona, Santa Coloma y Sant Adriá de Besos, el apoyo al independentismo fue de apenas el 41,6%. En otras comarcas como el Bajo Llobregat (32,59%) o el valle de Arán (31,05%) el apoyo al secesionismo fue aún menor.

Se da la paradoja de que el valle de Arán, la región menos independentista de toda Cataluña, es 'fronteriza' con la comarca del Pallars Sobirà, una de las más monolíticas en su apoyo al secesionismo en las elecciones de 2015. Un 78,27% votó a favor de opciones independentistas, y fue en esta comarca en la que la candidatura antisistema de la CUP obtuvo sus mejores resultados: un 16,85% que cuadruplicó al resultado de Ciudadanos en esta región pirenaica, que tiene en la lotera Sort su localidad más destacada.

En cualquier caso, la asociación entre independencia y montaña es un patrón claro de acuerdo a los datos. Las otras tres comarcas que completan el top-5 independentista también están pegadas a los Pirineos. Es el caso de Garrotxa (78,42%), Berguedà y Osona (77,65% en ambas), ejemplificadas en sus capitales Olot, Berga y Vic, antiguos fortines carlistas y actuales bastiones del independentismo.

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