Política

Trapero no se dejará utilizar y rechazará dirigir a los Mossos si Torra se lo propone

El ex mayor de la Policía Autonómica quiere mantener un "perfil bajo" ante la situación judicial en la que se encuentra

Trapero, saliendo de la Audiencia Nacional tras declarar la primera vez ante la juez Lamela junto al hoy mayor del Cuerpo.
Trapero, saliendo de la Audiencia Nacional tras declarar la primera vez ante la juez Lamela junto a Ferran López. | EP

El nuevo president de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, desvelará en las próximas horas qué conseller asumirá las funciones de Interior en el nuevo Govern y no tardará en desvelarse la incógnita que mantiene en la incertidumbre a los 17.000 agentes que integran la plantilla de los Mossos d'Esquadra: ¿se ofrecerá a Josep Lluís Trapero la vuelta al cargo (mayor) del que fue apartado horas después de empezar a aplicarse el artículo 155?

Torra dejó entrever en su discurso de investidura este lunes que se planteará la restitución del ex máximo responsable operativo de la Policía Autonómica, destituido por Juan Ignacio Zoido el pasado 28 de octubre y procesado ya por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela por organización criminal y la posible comisión de dos delitos de sedición: por la pasividad del Cuerpo durante la jornada del referéndum del 1-O y el acoso a la comitiva judicial a las puertas de la Consejería de Economía y Hacienda el pasado 20 de septiembre.

Según ha podido conocer El Independiente, Trapero tiene clara la respuesta en caso de que el futuro conseller de Interior le planteara la posibilidad de ponerse nuevamente al mando operativo de los Mossos: no aceptaría bajo ningún concepto tal ofrecimiento, según ha trasladado ya a su círculo de confianza. "Él quiere tener un perfil bajo y que no se le mezcle con la política porque a nivel procesal le perjudicaría", comenta a este diario una fuente que pide anonimato.

Trapero ha dado prioridad en estos seis meses a la preparación de su defensa jurídica tras su imputación por sedición en el procedimiento que instruye la juez Lamela, que también ha procesado a la intendente que dirigió el operativo desplegado a las puertas de la Consejería de Economía y Hacienda de la Generalitat de Cataluña el pasado 20 de septiembre.

En su recurso al auto de procesamiento, la defensa del ex mayor ha tratado de marcar distancias con el Govern de Carles Puigdemont y ha sostenido que su representado no actuó al dictamen del Ejecutivo autonómico durante los hechos acaecidos los pasados 20 de septiembre y 1 de octubre sino con una "firme determinación" por cumplir las órdenes de los tribunales de Justicia, negando que existiese una actuación coordinada con el ex president o con el ex conseller de Interior Joaquim Forn. "No se atisba en esta intervención del señor Trapero ninguna connivencia maliciosa con los señores Puigdemont y Forn", razonó el letrado.

Somos policías, no la herramienta de ningún partido político. Que la persona que sea elegida para dirigir el Cuerpo a nivel policial cumpla las leyes", dice un sindicalista

Trapero alega que la cúpula de los Mossos trasladó en reuniones con Puigdemont, el ex vicepresidente Oriol Junqueras y Forn "la preocupación común" del Cuerpo por la seguridad ciudadana si se mantenía la celebración del 1-O y que se les hizo saber que "no se compartía desde el cuerpo policial el proyecto independentista", existiendo una "firme voluntad y decisión" de respetar las órdenes judiciales.

Desde su defenestración por Zoido y su sustitución por el comisario Ferran López, su antiguo número dos, Trapero no ocupa funciones operativas pero tampoco ha sido apartado cautelarmente con el argumento de que sería "improcedente" al estar sustanciándose un procedimiento penal que no tiene aún sentencia firme. "En ese momento podría exigirse, en su caso, la eventual responsabilidad disciplinaria, sobre la base de los hechos declarados probados por la mencionada resolución penal", justificó el secretario general técnico del Ministerio del Interior, Juan Antonio Puigserver, en respuesta a una petición de información tramitada a través del Portal de la Transparencia.

El Ministerio del Interior no sólo no le ha abierto expediente disciplinario por esa razón sino que no ha dudado en encomendarle una tarea al ex mayor: la revisión y actualización de la normativa que desarrolla el estatuto de los funcionarios del Cuerpo de Mossos d’Esquadra y que preveía la Ley de la Policía de la Generalitat, en vigor desde agosto de 1994. Se trataba de una norma que veía la luz 11 años después de la refundación del Cuerpo y que venía a establecer los principios de actuación, las funciones y el régimen funcionarial y estatutario de los miembros que lo componían, así como la organización de la seguridad pública en la comunidad catalana.

Mossos en contra del 'procés' advierten de que se les "marcará y perseguirá" si se levanta el 155 tras haberse significado como constitucionalistas

A la espera de la reorganización que se acometa en la Consejería de Interior con la inminente llegada del nuevo titular, el Sindicato de Policías de Cataluña (SPC) deja claro qué requisito debe reunir el próximo mayor. "Ni encontramos bien ni mal [el eventual regreso de Trapero]. Lo que pedimos es que la persona que sea elegida para dirigir el Cuerpo a nivel policial sea respetuoso con las leyes y aparte por completo de la política a los Mossos. Somos policías, no la herramienta de ningún partido político. Si se le ofrece al señor Trapero y acepta o no... Nos daría igual con que nos garanticen que es una persona neutral políticamente y que no va a poner en un compromiso ni a nivel laboral ni judicial a los agentes", declara a El Independiente Francisco Reina, miembro de la ejecutiva del SPC.

Con más incertidumbre viven estos días los mossos que se declaran abiertamente constitucionalistas y que presionan al Ministerio del Interior para que habilite la pasarela profesional que les permita enrolarse en la Policía Nacional y abandonar un Cuerpo en el que no se sienten cómodos por el papel desempeñado ante el desafío independentista. "Vivimos estos momentos con inquietud. ¿Cuánto tardará el Gobierno en tener que volver a aplicar el 155? ¿Lo aplicará nuevamente a medias tintas, tenue, tímido, acomplejado? ¿Hasta cuándo tendremos que seguir aguantando adoctrinamiento en las escuelas y que TV3 se eche unas risas con los terroristas? Está claro que la intención del Govern es seguir en su línea y buscar un enfrentamiento continuo. Le toca al Gobierno quitarse los complejos y actuar de manera firme, decidida y crear los puentes que la Generalitat trata de destruir. Nos sentimos solos, desamparados y necesitamos que el Gobierno tome medidas importantes y urgentes. Si los escritos del señor Torra los hubiese hecho un político españolista sobre el pueblo catalán, ¿qué hubiesen hecho la Generalitat y sus radicales adjuntos?", expone uno de los promotores de este movimiento.

Este agente no tiene dudas de que, en caso de que no se les facilite el traspaso a las fuerzas de seguridad del Estado y se levante el artículo 155, se les "marcará y perseguirá" por haberse significado como constitucionalistas y abiertamente en contra del procés. "A la mínina oportunidad nos expedientarán o nos harán caer en el ostracismo profesional para limitar nuestra trayectoria laboral. En temas administrativos, la indefensión que genera la DAI [División de Asuntos Internos] en los agentes es brutal. Cuando un juez es el garante de un proceso, la acusación es quien ha de demostrar tu culpabilidad. En temas administrativos donde manda la DAI, ellos no han de demostrar nada. Si quieres ya recurrirás el expediente en un contencioso, pero de momento ya has sufrido sus consecuencias", advierte.

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