Pedro Sánchez mostró este miércoles en el Congreso la imagen de un presidente furioso y malencarado, que revela el profundo calado del malestar que le produce el cuestionamiento de su honestidad. Las acusaciones de Albert Rivera en el Hemiciclo sobre un posible plagio en su tesis doctoral encolerizaron al presidente del Gobierno y sacudieron la Moncloa, acostumbrada en las últimas semanas a vivir en convulsión permanente.
Aún "tocado" personalmente por la dimisión como ministra de Sanidad el martes por la noche de "su amiga" Carmen Montón por irregularidades en su máster, Pedro Sánchez no pudo disimular su enojo tras las insinuaciones del líder de Ciudadanos sobre los motivos por los que no publica su tesis doctoral.
"Señor presidente. Existen dudas razonables sobre su tesis doctoral. Acabemos con la sospecha. Haga pública su tesis doctoral para disipar las dudas. ¿Qué tiene que ocultar?", le espetó un Albert Rivera que se crecía en la oposición mientras Pablo Casado (PP), incurso en una investigación judicial sobre su máster, ignoraba el elefante en la habitación.
"Usted ha convertido su pregunta parlamentaria en un lodazal", respondía Pedro Sánchez, que seguía hablando, gesticulando y alzando un dedo en tono amenazante cuando la presidenta del Congreso ya le había retirado el micrófono. Según diputados del PP y de Cs como Toni Cantó, Sánchez llamó "impresentable" e "infumable" al líder de su partido y le amenazó con un "os vais a enterar". Ciudadanos respondió con una campaña en redes sociales titulada #EnseñaTuTesis que rápidamente se convirtió en tendencia, avivando las sospechas sobre el trabajo académico del presidente.
A pesar de la tensión acumulada, Sánchez contuvo las formas y permaneció un rato más serio y callado en su escaño. Mientras tanto, los periodistas empezaban a hacer cola ante la biblioteca de la universidad privada Camilo José Cela (CJC), situada en la urbanización de Villafranca del Castillo del municipio madrileño de Villanueva de la Cañada, a unos 30 kilómetros al oeste de la capital.
En esa sala se guarda el único ejemplar en papel de la tesis titulada 'Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público (2000-2012)', que Sánchez leyó ante el tribunal el 26 de noviembre de 2012 obteniendo una calificación de cum laude que le otorgó el título de doctor en Economía.
Recientemente, el presidente del Gobierno ha dado permiso para que su tesis se pueda consultar sin reproducir ni tomar imágenes, después de haberla cerrado al público y sólo haber permitido que la pudiera hojear un grupo de periodistas para demostrar que no tiene nada que ocultar.
Algunos informadores esperaron más de cuatro horas para acceder a la tesis tras rellenar un formulario de consulta en el que se comprometen a no divulgar fotocopias o imágenes del documento y a "respetar la normativa vigente". Sólo se pueden tomar notas del documento, que cuenta con 342 páginas, informa Europa Press.
En la entrada al campus se han apostado unidades móviles de televisiones para realizar conexiones en directo, y en la biblioteca se cuentan más periodistas que estudiantes. Los redactores, cuando llega su turno, pueden tomar notas de la tesis, que no está en préstamo, sin más vigilancia que una empleada que gestiona las peticiones desde un mostrador.
Tesis oculta
La dimisión de la ministra de Sanidad por plagio en su trabajo fin de máster se ha terminado volviendo en contra del presidente del Gobierno, que hizo lo posible por mantener a su "amiga" en el cargo. El listón de la "ejemplaridad" demostrado por el Ejecutivo socialista, consistente en dimisiones por plagiar en trabajos universitarios, ha devuelto a la primera línea política la antigua controversia sobre la tesis de Sánchez.
El hecho de que no se publique en formato digital impide que se le apliquen los programas antiplagio o que se cotejen a través de buscadores de internet posibles copias de otros documentos. Cuando Sánchez llegó a la secretaría general del PSOE y comenzaron las elucubraciones sobre su tesis, el entonces líder de la oposición justificaba su ocultación que no estaba dispuesto a que los periodistas evaluaran el nivel académico de su trabajo.
En abril de 2017, Vozpopuli publicó que el ex ministro de Industria Miguel Sebastián, uno de los mentores políticos de Sánchez, había comentado en un foro privado organizado por el Ateneo de Palencia que "el 90% del libro se lo hicimos en el ministerio", una información que el propio Sebastián desmintió públicamente.
Fuentes cercanas al ex ministro explican a El Independiente que su gabinete sí facilitó documentación oficial de carácter público a Pedro Sánchez para la elaboración de su tesis, un trabajo original porque nadie había escrito antes sobre la 'diplomacia económica en España', y niegan que personal del ministerio ayudara al entonces doctorando en la redacción de su obra. Sebastián rechaza tajantemente que personas bajo su responsabilidad colaboraran en la redacción de la tesis del hoy presidente.
La tesis fue reproducida en el libro La nueva diplomacia económica española, publicado en 2014 en régimen de coautoría por Pedro Sánchez y Carlos Ocaña, jefe de gabinete de Sebastián en el ministerio. Los pocos periodistas que han podido consultar ambos textos acreditan que la base de contenidos coincide en muchos puntos entre la tesis y el libro, aunque en éste último la tesis no aparece referenciada en ningún momento. Tampoco se distinguen qué partes ha escrito Sánchez y qué partes ha escrito Ocaña, ni la investigación está reproducida en su totalidad. La tesis, según los registros, es más extensa que el libro.
Durante su intervención este martes en el Congreso, Sánchez se ha defendido asegurando que la tesis está publicada en la Base de Datos de Tesis Doctorales (TESEO) alojada en la web del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Sin embargo, en esta plataforma sólo existe una ficha técnica con un resumen de cinco líneas, y no es posible consultar su contenido a través de internet, como exige la legislación vigente.
En concreto, el Real Decreto 99/2011 que regula las enseñanzas oficiales de doctorado establece en su artículo 14.5 que "una vez aprobada la tesis doctoral, la universidad se ocupará de su archivo en formato electrónico abierto en un repositorio institucional y remitirá, en formato electrónico, un ejemplar de la misma así como toda la información complementaria que fuera necesaria al Ministerio de Educación a los efectos oportunos".
Sin embargo, desde la Universidad Camilo José Cela han explicado a Europa Press que el trabajo de Sánchez se rige por un real decreto anterior de 2007, que no obliga a publicar las tesis en formato digital. "Es voluntad del autor publicarla o no", han indicado desde la universidad, que señalan que, aunque Sánchez leyera la tesis en 2012, su grupo de doctorado se habría formado antes de la entrada en vigor de la norma que obligaba a la publicación en formato digital.
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