La situación de Tubos Reunidos hacía meses que se había complicado y hoy ha registrado un nuevo revés en forma de dimisión. Su hasta ahora presidente, Guillermo Ulacia ha decidido abandonar el cargo, al que había accedido en febrero de 2017, tras haber sido incapaz de enderezar el rumbo. Las dificultades económicas por las que atraviesa, y que se han visto agravadas por el incremento de aranceles acordados por EEUU a la importación de acero, ha supuesto un mazazo para la estabilidad de la acería alavesa. Tubos Reunidos ha informado hoy de que otro alto directivo de la compañía, Jorge Gabiola asumirá la presidencia. Además, también se ha procedido a nombrar a Carlos López de las Heras como nuevo director general.

En una nota hecha pública esta mañana, la dirección de Tubos Reunidos ha reconocido que se hacía necesario "un nuevo liderazgo" para afrontar la situación delicada por la que atraviesa. Un relevo que se produce, han señalado, "en un escenario de un mercado todavía en fase de definición". Los cambios en la cúpula de la que llegó a ser considerada la primera fabricante mundial de tubos de acero sin soldadura, no ha sido bien recibida en los mercados. Tras comunicar el relevo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CVMV), al inicio de la sesión bursátil de hoy las acciones de Tubos Reunidos caían un 11%. Pasadas las 13.00 horas la caída se había moderado hasta el 8,7%.

El mercado norteamericano es uno de los de mayor peso en la compañía y el incremento al 25% de los aranceles que el Gobierno Trump ha impuesto al acero ha hecho que las ventas en ese mercado se hayan resentido de modo importante. Actualmente Tubos Reunidos está inmersa en un proceso de renegociación de su deuda, que ronda los 230 millones de euros.

Las dificultades habían llevado a Tubos Reunidos a tomar medidas drásticas, algunas en su planta más emblemática, la de Trapagarán (Vizcaya). El plan que provocó la convocatoria de una huelga indefinida que se prologó durante 43 días contemplaba el despido de 157 trabajadores, la reducción salarial de un 25% y el cierre de la planta de Productos Tubulares, perteneciente al grupo. Finalmente, la retirada del ERE permitió la suspensión de la huelga.