Portazo absoluto al Gobierno, exigencia de dimisión de Carlos Lesmes y nueva campaña internacional de denuncia contra España. Esta es la respuesta oficializada hoy por Quim Torra a los 214 años de prisión que la Fiscalía pide, en conjunto, a los procesados por el 1-O. Una respuesta que el presidente catalán ya avanzó el pasado viernes en un mitin ante la prisión de Lledoners, a la que hoy ha querido dar toda la solemnidad forzando una intervención inicial ante el Pleno del Parlament.

"Retiramos cualquier apoyo a Sánchez" ha advertido Torra, quien se ha expresado en unos términos mucho más duros que los utilizados por Elsa Artadi ayer tras la reunión del Govern, o Sergi Sabrià el lunes tras la ejecutiva de Esquerra.

El presidente catalán ha insistido en que "votar no es delito" y ha advertido que "no aceptaremos una sentencia que no sea la absolución y no aceptaremos una solución que no comporte el reconocimiento del derecho de autodeterminación y lo cumpliremos hasta el final". En un discurso especialmente agresivo hacia los bancos de la oposición, a los que ha exigido que reaccionen en defensa de los líderes del 1-O, Torra ha asegurado que no va a "defender a nuestros compañeros son inocentes y nuestra causa justa, estoy aquí para acusar al Estado Español".

Torra ha anunciado además que "nos dirigiremos, junto al conseller Ernest Maragall" a los líderes de Europa y Estados Unidos para denunciar la actuación del Estado, al que ha acusado de "criminalizar el derecho de autodeterminación" y de utilizar la justicia con afán de venganza.

En este contexto, Torra ha denunciado además el desprestigio de la justicia española amparándose en la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sobre la ultima condena a Arnaldo Otegi, al que ha defendido lamentando que "ha estado seis años en prisión tras un juicio injusto" por lo que ha pedido la dimisión del presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.