Política

Sánchez desactiva la agitación de Podemos por las hipotecas y se acerca al centro político

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firman el acuerdo para los presupuestos.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias durante la firma de su acuerdo para los presupuestos en Moncloa. | EFE

La rápida reacción de Pedro Sánchez a la auto-rectificación del Tribunal Supremo sobre el impuesto de las hipotecas ha descolocado a los principales partidos políticos. El presidente del Gobierno no ha tardado ni 24 horas en comparecer de forma abierta ante la prensa para anunciar medidas que reviertan el cambio de criterio del alto tribunal y que calmen la indignación ciudadana que había generado el cambio de criterio del TS.

Esos reflejos políticos tienen consecuencias directas entre sus socios y adversarios. En primer lugar, la decisión del Gobierno de que los ciudadanos dejen de pagar ese impuesto, como en un principio estableció el Tribunal Supremo, ha desactivado la agitación en las calles promovida por Unidos Podemos para recuperar protagonismo político ante el hundimiento electoral del partido que pronostican las encuestas.

Nada más conocerse la nueva doctrina del TS sobre las hipotecas, Pablo Iglesias puso en marcha la estrategia de avivar la "rabia" ciudadana que hizo que Podemos consiguiera 71 diputados en las primeras elecciones generales a las que se presentaba. Los últimos sondeos electorales le sitúan por debajo de los 50 escaños y como cuarta fuerza política del país, tras haber estado a punto en 2016 de arrebatarle la segunda posición al PSOE de Pedro Sánchez.

El hoy presidente del Gobierno ha cortado de raíz el argumento de que "la banca siempre gana" utilizada por los dirigentes de Podemos tras la decisión del TS para convocar una gran manifestación ante la sede del tribunal y volver a hacer política en las calles siguiendo la estela de campañas como la de 'la casta' y 'la trama', incluido el tramabús que recorrió Madrid.

"Gana la banca y pierden los ciudadanos. La independencia del Tribunal Supremo está en entredicho; la democracia debilitada. La vergüenza y la rabia deben convertirse en una gran movilización cívica para defender los derechos de la mayoría frente a los privilegios de una minoría", escribió el martes Iglesias en la red social Twitter.

Una vez decretado que sean los bancos quienes paguen los impuestos a partir de ahora, a Podemos sólo le queda hacer propuestas políticas en el Parlamento, volviendo al árido trabajo de las instituciones del que reniega en vez de la movilización de las calles que supone su hábitat natural.

"Cada partido es libre de hacer oposición como considere. Nosotros creemos que hay que hacerla en las instituciones, en el Parlamento", ha asegurado Sánchez , invitando a Unidos Podemos a llevar sus propuestas a debate en el Congreso de los Diputados.

Esa respuesta no ha refrenado a Pablo Iglesias, que mantiene su guerra particular contra los bancos y contra los jueces del Tribunal Supremo. "Lo que el Gobierno está planteando es que a partir de mañana pague la banca. Esto está bien, pero no es suficiente. Lo que hay que hacer es lo que ya dijo la Sala Segunda del TS, que estableció que los bancos tenían que devolver el dinero a las familias", reclama el líder de Podemos.

Además de desactivar a Podemos, la rápida actuación del Gobierno vuelve a acercarlo al centro político tras el viraje a la izquierda y la radicalidad que supuso la alianza parlamentaria que aprobó la moción de censura. Al fracasar sus intentos de aprobar los presupuestos con los independentistas, Sánchez ha invitado a PP y a Ciudadanos a negociar su proyecto de cuentas para el año que viene y analizar juntos "qué elementos de mejora” se pueden introducir. “¿Por qué rehuir este debate?”, les ha preguntado el presidente.

“Son unos presupuestos, cargados de sentido común, europeístas, benefician a casi 20 millones de españoles de manera directa”, ha asegurado, para reiterar que el Gobierno está dispuesto “a hablar” con todos los partidos del arco parlamentario. Paralelamente, Sánchez hace frente a las reclamaciones de Ciudadanos y el PP para suprimir el impuesto hipotecario, manteniendo su espacio en la izquierda. "Nosotros somos progresistas. Los que están proponiendo la supresión del impuesto que hablen con los presidentes autonómicos y les digan si están dispuestos o no a perder esa capacidad recaudatoria", ha respondido el presidente.

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