Partido Popular y Ciudadanos han alcanzado este jueves un acuerdo para seguir adelante con la investidura de Juanma Moreno como nuevo presidente de la Junta de Andalucía. Las dos formaciones han limado las diferencias "programáticas" que les alejaban, lo que supone el paso previo al acuerdo de Gobierno final. Este avance sí permitiría seguir adelante con la conformación de la Mesa, antes de que finalice el año, con lo que Ciudadanos probablemente acabaría quedándose con la presidencia del Parlamento.

La principal de las diferencias que separaban a PP y Ciudadanos radicaba en las políticas de regeneración y la eliminación de los aforamientos autonómicos. Una exigencia del partido de Albert Rivera a la que el PP se resistía pero que entrará en el acuerdo final. Este mismo jueves, el candidato del PP-A, Juanma Moreno, había urgido a Cs a alcanzar un acuerdo "a la mayor brevedad posible" y evitar una lentitud que podría arrojar sombras sobre la promesa de "cambio" en Andalucía tras casi cuatro décadas de gobierno socialista.

Otra de las diferencias que separan a PP y Cs es el encaje que Vox deba tener en ese acuerdo. El PP quiere que la formación de Santi Abascal de apoyo a la investidura, y por eso mantendrá contactos con el partido que dirige en Andalucía el juez Francisco Serrano. Cs, sin embargo, prefiere que Vox quede fuera de cualquier pacto y que el gobierno se facilite con la abstención del PSOE de Susana Díaz.

El anuncio de ese principio de acuerdo, en el que no está incluido Vox, ha molestado sobremanera a la formación verde. El juez Serrano, en su cuenta de Twitter, amenaza incluso con forzar la celebración de nuevas elecciones si el PSOE no facilita el gobierno y su partido tampoco.

"Dijimos que no seríamos un obstáculo para el cambio, pero tampoco un felpudo para la soberbia de nadie o la continuidad del socialismo con otras siglas", ha escrito en su cuenta, en la que dice que "el maltrato de Cs y el desprecio del PP a los 400.000 andaluces de Vox podría abocar a Andalucía a nuevas elecciones".