Política

Trapero ajusta cuentas con el ex conseller Forn: un "político irresponsable" con el 1-O

El mayor de los Mossos ha tratado en el Tribunal Supremo de salvarse del delito de rebelión por el que será juzgado en la Audiencia Nacional complicando el futuro judicial del titular de Interior cuando tuvo lugar el desafío independentista

José Luis Trapero, prestando declaración este jueves en el Tribunal Supremo acompañado por la abogada Ola Tubau.

José Luis Trapero, prestando declaración este jueves en el Tribunal Supremo acompañado por la abogada Ola Tubau. EFE

"Las manifestaciones de Forn causaron bastante malestar, confundían a la gente sobre el papel de Mossos y daba la impresión de lo que no era. Dio una imagen que alimentó algo que estamos pagando y que no se corresponde a la realidad, eso se lo censuramos y fue irresponsable. Yo personalmente lo hice", declaró este jueves en el Tribunal Supremo el mayor de los Mossos d’Esquadra José Luis Trapero en referencia al que era su jefe, el ex conseller de Interior Joaquim Forn.

En sus casi cinco horas de declaración, el alto mando de los Mossos durante las jornadas del 20-S y el 1-O trató de salvarse del delito de rebelión por el que está acusado en la Audiencia Nacional. Trapero se enfrenta a una petición de pena del fiscal de 11 años de prisión por poner la Policía Autonómica a disposición del Govern y su desafío independentista. Lejos de acogerse a su derecho a no declarar complicó especialmente el futuro judicial de Forn.

El testigo, que prometió decir la verdad al inicio de la jornada, defendió la actuación de la Policía de la Generalitat durante el procés y recalcó en varias ocasiones la "irresponsabilidad" de Forn al declarar públicamente que los Mossos garantizarían la celebración de un referéndum que el propio Trapero calificó de "ilegal".

El policía sabe que la defensa del ex conseller -ejercida por el prestigioso penalista Javier Melero- ha tratado desde que arrancó el juicio del procés de descargar la responsabilidad de la más que dudosa actuación de los Mossos durante el asalto a la Consejería de Economía y Hacienda y la jornada del 1-O en la figura de Trapero.

Trapero ha tratado de salvarse del delito de rebelión por el que está acusado en la Audiencia Nacional complicando el futuro judicial de Forn

La defensa desarrollada por Melero se ha basado en desligar la actuación del Cuerpo de Mossos d’Esquadra de cualquier orden dada desde la Consejería de Interior encaminada a la celebración del 1-O. Lo hizo, por ejemplo, de forma muy llamativa cuando interrogó en la sala de vistas al ex delegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo y le preguntó si "detectó en el mayor Trapero una actitud evasiva o renuente al cumplimiento de los mandatos judiciales".

De ahí que, aunque este jueves Trapero fuese ‘su testigo’, sus explicaciones no hayan favorecido su estrategia. El mayor de los Mossos contó ante la atenta mirada de la Sala que preside el magistrado Manuel Marchena que trasladó al Govern la profunda preocupación existente por la deriva independentista que estaba tomando la política llevada a cabo por la Generalitat que encabezaba Carles Puigdemont.

"No salieron satisfechos"

Tanto que el propio Trapero pidió expresamente a Forn reunirse en dos ocasiones con el ex presidente catalán. “La reunión del día 26 [de septiembre de 2017] con el presidente de la Generalitat y Forn se la pido a éste porque estamos viendo el posicionamiento del Gobierno y el Cuerpo tiene que cumplir las directrices de la Fiscalía. Les instamos al cumplimiento de la legalidad", ha contado. Pero, en palabras del agente de la Policía Autonómica, de aquella cita los Mossos "no salieron satisfechos".

Así que la “tarde-noche” del 27 de septiembre llamó al entonces conseller de Interior para decirle lo siguiente: "No estamos bien, tenemos la necesidad de trasladar una serie de mensajes como responsables del Cuerpo". A esa segunda reunión junto a Puigdemont y Forn asistió el ex vicepresidente Oriol Junqueras. El mayor también solicitó la presencia de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell.

"Cuando llegamos al Palau –el 28 de septiembre- no acudió Forcadell. Desconozco si se lo dijeron. Les transmitimos un primer mensaje [al Govern] de preocupación por el orden púbico y la seguridad ciudadana. Iba a haber dos millones de personas en las calles el 1 de octubre y 15.000 policías actuando y se iban a generar conflictos graves de orden público y seguridad ciudadana”, ha señalado.

Asimismo, Trapero ha asegurado que en aquella reunión los altos mandos de los Mossos “emplazaron” a los máximos responsables de la Generalitat “a cumplir la legalidad y las órdenes judiciales”. "Les emplazamos a un cumplimiento de la legalidad, de las órdenes judiciales, les dijimos que evidentemente las íbamos a cumplir, que no se equivocasen con nosotros. Les dijimos que el Cuerpo de Mossos, evidentemente, no iba a quebrar nunca con la legalidad y la Constitución; que no acompañábamos el proyecto independentista, que estábamos molestos con declaraciones que había habido de algunos de los responsables políticos. En concreto, hicimos referencia a una del conseller Forn", ha aseverado el ex jefe de los Mossos d’Esquadra.

Reproches de otros testigos

Trapero ha tratado de sacudirse ante el tribunal algunos de los severos reproches que le habían dirigido algunos de los testigos que han pasado por el salón de plenos del Tribunal Supremo durante las semanas precedentes de la vista oral, que ha superado ya su primer mes.

Durante su declaración en el juicio al procés, el coordinador del dispositivo policial para el 1-O –Diego Pérez de los Cobos– se mostró especialmente contundente con la actuación de José Luis Trapero, al que acusó de posicionarse junto a los “convocantes de la actividad ilegal” y de “poner palos en las ruedas” en el cumplimiento del mandato judicial de prohibición de la celebración del referéndum de autodeterminación.

El coronel de la Guardia Civil describió la “difícil” relación que mantuvo con el que fuera mayor de la Policía de la Generalitat antes de la aplicación del artículo 155 y aseguró que Trapero vio como una “injerencia” que se le nombrara coordinador del dispositivo policial diseñado para la jornada de la consulta ilegal.

Pérez de los Cobos manifestó la “sorpresa” que le causó asistir a la reunión de la Junta de Seguridad convocada con urgencia y sin orden dl día por Puigdemont para el 28 de septiembre de 2017 y encontrarse a trapero entre los asistentes. “Hubo un ambiente muy tenso porque al otro lado de la mesa estaban los convocantes de la actividad ilegal que teníamos que impedir. El señor Trapero se sentó en el lado de la Generalitat e hizo unas intervenciones que estaban en línea con el resto de los convocantes de esta actividad ilegal”, subrayó.

También José Antonio Nieto, secretario de Estado de Seguridad en el otoño de 2017, mostró la “actitud de poca colaboración” de José Luis Trapero o su postura de “no asumir que fuera necesaria la colaboración” de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en las primeras reuniones de coordinación convocadas por la Fiscalía Superior de Cataluña después de que el Tribunal Constitucional hubiera suspendido la consulta.

Mayor antes de la llegada de Forn

Después de 26 años en la Policía de la Generalitat, Trapero llegó a la cúspide del Cuerpo el 18 de abril de 2017 al ser nombrado mayor, máxima responsabilidad operativa y sin titular desde la jubilación de Joan Unió en 2007. El conseller de Interior era Jordi Jané, que terminó dimitiendo meses antes del referéndum de autodeterminación ante el camino hacia el abismo que había decidido tomar el Govern de Carles Puigdemont.

A preguntas del fiscal Javier Zaragoza, el mosso con carné profesional 1.899 ha achacado este jueves a la “deriva política” la decisión del entonces titular de Interior de renunciar al cargo en julio de 2017. “Él no quería correr riesgo, supongo”, ha declarado el testigo, que ha confesado que tanto él como Jané estaban “incómodos” por la situación que se vivía ya en Cataluña. Aún faltaba un mes y medio para que la mayoría independentista sacara adelante en el Parlament las conocidas como ‘leyes de desconexión’.

La salida de Jordi Jané supuso la llegada a la Conselleria de Interior de Joaquim Forn, que daba el salto al Ejecutivo autonómico tras haber desarrollado toda su carrera política en el Ayuntamiento de Barcelona. En una de sus primeras manifestaciones públicas, el hoy procesado por rebelión y malversación de caudales públicos declaró públicamente que la función de los Mossos d’Esquadra sería facilitar la votación en la consulta independentista, lo que desencadenó la dimisión del director de la Policía Autonómica: Albert Batlle.

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