Esquerra quiere impedir que Vox utilice el juicio a los líderes independentistas como plataforma durante la campaña electoral. Por ello, ha solicitado a la Junta Electoral Central (JEC) la suspensión de las declaraciones de los testigos durante la campaña, así como que "inste al Tribunal Supremo para que la formación política Vox no pueda actuar como acusación popular en la causa durante todo el periodo de campaña electoral".

Los republicanos argumentan su petición porque Vox se presenta a las elecciones generales y "teniendo en cuenta que el juicio tiene una gran repercusión mediática, comportará que Vox tenga más visibilidad de la que le corresponde, de acuerdo con la Loreg, perjudicando al resto de las candidaturas, y especialmente a ERC".

Esquerra añade que esa repercusión en medios públicos y privados, en espacios informativos y tertulias, beneficiaría en exceso al partido de Santiago Abascal, cuyo número dos, Javier Ortega Smith, ejerce la acusación particular contra los líderes del procés.

Los republicanos no mencionan, sin embargo, la exposición de sus candidatos, Oriol Junqueras y Raül Romeva, en situación de acusados por el Tribunal Supremo, que han decidido utilizar como reclamo electoral en estas y todos los procesos electorales "hasta que estén en libertad" como anunció su portavoz, Marta Vilalta, cuando se hizo público que Junqueras lideraría la candidatura por Barcelona al Congreso y después repetiría como cabeza de lista al Parlamento Europeo. Todo ello sin haber aclarado si conservará el acto de diputado en el Parlament.

Se trata de la enésima apelación de los republicanos a la JEC, entidad a la que ya han solicitado la celebración de actos electorales en el interior de las prisiones de Soto del Real y Alcalá Meco, en las que se encuentran recluidos durante el proceso los acusados en situación de prisión preventiva.

JxCat pide debates y entrevistas televisivas en prisión

Los republicanos no son los únicos que están poniendo a prueba a la JEC. Sus rivales electorales de JxCat han solicitado la celebración de un debate electoral en la prisión de Soto del Real, donde están recluidos tres de sus candidatos: Jordi Sánchez, Jordi Turull y Josep Rull.

La Junta no ha respondido de momento a estos requerimientos, que en principió trasladó al Tribunal Supremo, para que el alto tribunal volviera a remitir la decisión a la autoridad electoral. Pero Instituciones Penitenciarias ya se ha manifestado en contra de la celebración de debates o actos electorales en el interior de los centros y ha negado que se trate de un caso equiparable al mitin celebrado por Podemos en la prisión de Sevilla en las pasadas elecciones andaluzas.

A esos requerimientos el partido de Carles Puigdemont sumó ayer la petición la impugnación del Plan de Cobertura Informativa de TVE, al tiempo que reclaman que se autorice la grabación de entrevistas a sus candidatos.

JxCat reclama además que sus candidatos sean gravados también para incorporar sus intervenciones al debate de seis previsto por TVE para el 16 de abril, equiparándolos a los demás partidos sin grupo propio en la anterior legislatura.

El enfrentamiento con TVE llega después de que la petición de un debate en Soto del Real lanzada por Jordi Sánchez a los cabezas de lista por Barcelona solo obtuviera el apoyo de Pablo Iglesias y el candidato de la CUP, Albano Dante Fachín. Inés Arrimadas respondió a Sánchez que "no irá a prisión ni a pactar ni a debatir" mientras Cayetana Álvarez de Toledo comparó a Sánchez con Tejero: "su presencia en las listas electorales me produce el mismo rechazo moral que me hubiera producido la candidatura de Tejero o Milans del Bosch".

Aunque la reacción más sorprendida fue sin duda la de Oriol Junqueras, al que Sánchez también invitó por carta -remitida a los medios- a la participación en el debate. Al ser informado por sus colaboradores, Junqueras ironizó con el hecho de que le hubiera remitido una carta: "lo tengo al lado" respondió en referencia a su situación en el banco de los acusados en el Tribunal Supremo.