Representantes de PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E en la presentación del acuerdo de programa.
El camino parecía expedito para María Chivite hacia la presidencia del Gobierno de Navarra pero ha comenzado complicarse en las últimas horas. Al menos el deseo de los socialistas navarros de alcanzar el Ejecutivo foral en un gobierno monocolor. La fórmula de gobernar en solitario se complica. El propio PSN no lo ocultaba ayer cuando su secretario de organización Ramón Alzorriz reconocía que estarán abiertos a “otros términos”. A la ya conocida y ahora reiterada intención de Geroa Bai, la coalición que lidera el PNV navarro, de entrar a formar parte del Gobierno de Chivite se ha sumado esta tarde el anuncio hecho por Podemos Navarra-Ahal Dugu de integrarse en ese Ejecutivo.
La formación morada deja incluso abierta la puerta a un posible movimiento que ponga en peligro la culminación de la operación Chivite. Al igual que hizo Podemos hizo el pasado martes en La Rioja, donde la única parlamentaria de la formación, Raquel Romero, voto en contra de la candidata socialista, Concha Andreu, impidiendo su elección si no se le integraba en el Gobierno riojano. Según se publicó en diversos medios, Romero llegó incluso a fijar precio a su voto: tres consejerías. Sin embargo, la parlamentario morada ha negado este extremo en declaraciones a El Independiente. Mañana se volverá a someter a votación la investidura de Andreu, que podría devolver el gobierno al PSOE 24 años después. En caso de no prosperar, la última opción se aplazaría a septiembre.
En esta ocasión Podemos Navarra plantea la misma exigencia, formar parte del Gobierno, si bien no cuantifica el peso de su presencia. El Consejo de coordinación ha aprobado por unanimidad que será “imprescindible” la presencia de su formación en el futuro gobierno de Chivite. El máximo órgano de la formación añade que su apuesta es “clara y decidida” y que pasa por incluir “consejeros o consejeras de la formación morada en el próximo Consejo de Gobierno”.
Expresión ciudadana
Podemos, que cuenta con sólo 2 de los 50 escaños del Parlamento de Navarra, presiona de este modo al considerar que es lo que “expresó la ciudadanía navarra” al no otorgar la mayoría a ningún partido y decantarse, añade, “por Gobiernos de coalición y entendimiento entre fuerzas diferentes”.
En un comunicado posterior a su Consejo de Coordinación, recuerda que en todo momento dejó claro que el proceso de negociaciones en el que se embarcaba, junto a Geroa Bai, Izquierda-Ezkerra para facilitar la elección de María Chivite y evitar así un Ejecutivo de Navarra Suma, pasaba por “el qué, el cómo y el quinen”. Aclara que será únicamente “la fotografía global final” la que decantará el sentido de su voto en un futuro acuerdo de legislatura. Subraya que la fase del proceso está inmersa ahora en el “cómo” gobernar ye es por lo que enarbola su reclamación de ser miembro de un gobierno de coalición que se vaya a plantear.
Por último, Podemos recuerda que su decisión será siempre sometida al veredicto de su Asamblea Ciudadana, a quien corresponderá ratificar cualquier posición.
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