Indignación en el PP vasco con Cayetana Álvarez de Toledo. Las críticas que protagonizó la portavoz popular contra el intento del equipo de Alfonso Alonso de redefinir y marcar un "perfil propio" dentro del partido y de, en sus palabras, ser "tibios" con el nacionalismo y no mirar por "la igualdad de todos los españoles", ha levantado auténticas ampollas dentro de la división popular vasca.

Alfonso Alonso recibe este sábado a Pablo Casado en medio del huracán mediático y político que ha levantado Cayetana Álvarez de Toledo que ha dirigido todas las miradas a la convención vasca y que ha agrandado la brecha ya de por sí existente entre el PP vasco y la dirección nacional del partido, provocado el recelo de sus compañeros regionales de partido, quienes no han ocultado el "dolor" que les ha provocado las declaraciones.

El último en hacerlo era el presidente del PP alavés, Iñaki Oyarzabal, quien durante la segunda y última jornada de la convención que celebran los populares vascos en Vitoria -comenzó el viernes marcada por la polémica y el malestar de dirigentes y militantes de Euskadi- ha defendido que "la del PP es una historia de valientes que reivindicamos ante algunos que nos dan lecciones y no hemos sabido nunca dónde estaban en los momentos más difíciles", recalcaba, una historia "de sangre, sudor y lágrimas que tenemos que recordar incluso a algunos de nuestro propio partido", advertía directamente a Álvarez de Toledo.

Oyarzabal ha enviado un claro mensaje a Génova y ha recalcado el evidente resquemor y ha insistido en que en el PP vasco "siempre hemos defendido nuestros compromisos" en un "proyecto que no contemporiza con los nacionalistas, que planta cara". Los militantes, ha continuado, están "muy orgullosos" de que Alonso esté al frente del partido reivindicando el "foralismo constitucional" que "une" a los vascos en tres territorios con el resto de España.

La plana mayor del PP vasco está ofendido. El durísimo análisis de Álvarez de Toledo ha calado hondo en un partido que lleva décadas luchando contra el terrorismo de ETA. "A nosotros nos ha costado sangre sudor y lágrimas defender la Constitución". Mientras "algunas caminaban cómodamente por mullidas moquetas, nosotros nos jugábamos la vida". Al presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Sémper, no le temblaba la voz ayer al responder a la portavoz popular, a la que pedía abiertamente que rectificase.

La plana mayor del PP vasco no ha ocultado el "dolor" que ha causado el durísimo análisis de Álvarez de Toledo

La incógnita residía el posicionamiento que adoptaría el núcleo duro de Casado, que finalmente arropaba este viernes al presidente del PP de Euskadi, en busca ahora de renovar el mensaje de la formación y frenar su imparable pérdida de peso electoral en la región, con la defensa del Concierto Económico, la Constitución, el Estatuto de Guernika y la foralidad como bandera identitaria. Alonso "es parte de nuestro capital político" y "una parte importantísima del PP a nivel nacional", defendía la vicesecretaria general de la formación, Cuca Gamarra, desmintiendo a Álvarez de Toledo y asegurando que los populares vascos han sido el "muro" de contención del nacionalismo en los últimos 40 años.

Génova ha intentado calmar los ánimos tras las palabras de su portavoz en una convención que ha terminado convertida en toda una demostración de fuerza y defensa dle que fuera ministro de Sanidad, quien dejó el Gobierno de Rajoy precisamente para liderar un PP vasco que se encontraba en un momento de crisis, por la división interna y por la incapacidad de levantar cabeza electoralmente.

No hay tiempo para "tonterías"

En la última jornada, celebrada este sábado, Alfonso Alonso, ha reivindicado la foralidad como "punto de encuentro" entre vascos y españoles y, en referencia a las críticas de Cayetana Álvarez de Toledo ha asegurado que este partido no tiene tiempo "para tonterías", ni para "enfados" entre sus miembros.