Los contactos de Pere Aragonés, número dos del Govern y líder de ERC, con el Gobierno español se han convertido en el último motivo de enfrentamiento entre los dos socios del ejecutivo catalán. En un momento en que Pedro Sánchez hace ostentación de su negativa a hablar con Quim Torra -ha llegado a responderle por wasap distribuido a los medios de comunicación- el partido del president ha acusado la relación de Aragonés con la vicepresidenta Carmen Calvo y, según algunas fuentes, una conversación con Sánchez que habría servido para puentear a Torra.

La candidata de JxCat al Congreso, Laura Borràs, se ha referido a esta conversación, que Esquerra niega, para advertir que "no le consta" ese contacto. "En todo caso" ha añadido Borràs, "no tengo ninguna duda" de que llegado el caso el vicepresidente catalán respondería a Sánchez que "con quien tiene que hablar es con el presidente de la Generalitat".

"No me consta" esa conversación, ha asegurado por su parte la portavoz de ERC, Marta Vilalta, quien ha reconocido que "eso no significa que no haya habido contactos". Vilalta ha intentado rebajar el nivel de esos contactos de Aragonés, que ha cultivado la relación con el Gobierno con mucho más mimo que Torra o cualquier dirigente de JxCat, y ha argumentado que "lo normal es que todo el mundo tenga contactos con todo el mundo cuando tiene responsabilidad política".

Aragonés-Calvo, línea directa

Sin embargo, diversas fuentes confirman que la relación entre Gobierno y Generalitat se ha vehiculado a través de los vicepresidentes. Y ese hilo directo no se ha roto en ningún momento durante la última semana, cuando se han producido graves incidentes en Cataluña como respuesta a la sentencia del procés. Unos incidentes violentos que Torra no ha condenado abiertamente, en opinión del Gobierno, motivo por el que Sánchez se ha negado a atender las reclamaciones de diálogo de Torra.

"El único que no responde es Pedro Sánchez" ha lamentado Vilalta, dirigiendo una dura diatriba contra el presidente en funciones por negarse a hablar con Torra. "Está haciendo el ridículo por negarse a dialogar, se le ha caído la careta" ha asegurado la republicana, que ha reclamado a los otros partidos independentistas que recuerden que "el único adversario es el Estado", al que ha acusado de utilizar la "guerra sucia" para "hacer desaparecer al independentismo".

Buch cuestiona a Sánchez

También el conseller de Interior, Miquel Buch, ha cuestionado la actitud de Sánchez. Bucn ha tachado de "inaceptable" la negativa del presidente Pedro Sánchez de reunirse con Quim Torra durante su visita de hoy a Barcelona. Buch se ha felicitado además por la segunda noche en Cataluña sin incidentes violentos, señalando un punto de inflexión en la crisis de seguridad, y ha evitado cuestionar el uso de las pelotas de goma por parte de la Policía Nacional para hacer frente a los disturbios.

"Es inaceptable política, moral e institucionalmente que Pedro Sánchez no quiera dialogar con Torra y use como excusa que el president no condena la violencia" ha lamentado el titular de Interior, quien ha defendido que en los últimos días Torra ha condenado la violencia "en diferentes medios y en Parlament".

Buch ha ido más allá, asegurando que "conozco personalmente al president y confirmo que es un pacifista, que cualquier tipo de violencia". "No hay peor sordo que el que no quiere oir" ha lamentado para concluir que el presidente en funciones "lo pone como excusa para no dialogar".

Desvincular diálogo y violencia

El conseller de Interior ha advertido, sin embargo, contra el riesgo de "asociar una mesa de diálogo con los hechos violentos que hemos vivido en Cataluña, no tiene nada que ver".

Buch ha respondido además a las críticas a la actuación de Mossos d'Esquadra y Policía Nacional durante la ultima semana, a los que tanto desde ERC como sectores de JxCat, los comunes y la CUP han acusado de excederse en el uso de la fuerza, especialmente por el uso de pelotas de goma y proyectiles de foam para dispersar a las manifestaciones violentas.

Preguntado sobre si comparte la crítica al uso de pelotas de goma, prohibidas en su día por el Parlament, Buch ha respondido que "el Departamento de Interior preferiría que no hubiera grupos violentos en la calle, que no se quemaran barricadas y no se diera esta imagen de Cataluña" distanciándose de las críticas de sus socios de gobierno a la Policía.

No en vano, el propio Buch ha sido el responsable último del centro de coordinación policial (Cecor) desde el que los tres cuerpos policiales -mossos, policía y guardia civil- han gestionado los incidentes violentos en Cataluña. Y no puede desvincularse, por tanto, de las actuaciones de la policía.

"No defiendo el uso de pelotas de goma, no me toca a mi" ha argumentado señalando que él es responsable de los mossos "que usan las herramientas que les permite el Parlament, no puedo hablar de otros cuerpos".

En este contexto, el conseller ha confirmado el descenso de incidentes violentos, señalando que de hecho anoche no se produjeron choques con la policía en las concentraciones de Barcelona y Girona, y ha relacionado ese "punto de inflexión" en las protestas con el "rechazo social" a la violencia expresado tras la batalla campal del viernes.