Política

Interior exige confidencialidad por escrito para que no se aireen fallos del recuento del 10-N

Grande-Marlaska obliga a firmar una declaración jurada a los representantes de la Administración que enviarán los datos desde las mesas para evitar que se filtren las incidencias, como ocurrió en vísperas de las elecciones municipales y europeas de mayo

Los colegios electorales han abierto sus puertas a las 09:00 horas para recoger el voto de los casi 36,9 millones de electores que decidirán este domingo en los comicios generales el reparto de los 350 escaños del Congreso de los Diputados y los 208 del Senado durante la próxima legislatura.Tras la constitución de las mesas a las ocho de la mañana con la comprobación de que estaban los miembros necesarios y la lectura de los manuales, a las nueve de la mañana los electores han comenzado a acudir a las urnas, en una jornada que estará marcada por el sol y con temperaturas, en general, al alza en casi todo el país. En la foto, dos personas eligen sus papeletas en electoral en el colegio Pinar del Rey.

Sobres y papeletas dispuestos en un centro de votación durante las pasadas elecciones generales. EFE

El Ministerio del Interior ha obligado a los representantes de la Administración que el 10-N se encargarán de enviar al centro de datos los resultados de las mesas electorales que firmen una declaración jurada por la que se comprometen a no airear las incidencias que se puedan producir tanto en el simulacro como el día de la votación.

De forma novedosa, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska impone así la 'ley del silencio' a fin de evitar que, si se registraran fallos en el sistema de grabación y envío de los datos, no trasciendan y no se conviertan así en motivo de mofa en las redes sociales como sucedió en los ensayos preparatorios de las elecciones municipales y europeas del pasado 26 de mayo. Entonces, el adjudicatario de dicho encargo fue la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Scytl Secure Electronic Voting SA y Vector Software Factory SL.

De manera directa y tramitado por vía de emergencia, el Gobierno ha adjudicado a Indra -proveedor del mismo servicio con motivo de la cita del pasado 28 de abril- el contrato relativo al escrutinio provisional de los resultados electorales del 10 de noviembre, según avanzó el diario La Información. La multinacional tecnológica española era junto a la catalana Scytl la otra empresa homologada por Interior -dentro del acuerdo marco formalizado en diciembre de 2018- para optar a la contratación de los servicios necesarios para poder llevar a cabo la obtención y difusión de los votos ante la concatenación de comicios: las generales del 28 de abril y las municipales y europeas del 26 de mayo.

Después de la última experiencia, el Ministerio del Interior ha tomado algunas prevenciones para evitar la imagen proyectada el pasado mes de mayo, cuando trascendieron las numerosas incidencias que se iban constatando en los simulacros con los que se puso a prueba el dispositivo de grabación y envío de los datos.

La primera medida ha sido la exigencia de confidencialidad, lo que ha causado sorpresa entre los representantes de la Administración que ya han participado previamente en otros procesos electorales. El día de los comicios, ellos se encargan de llevar a primera hora las actas a los puntos de votación, comunicar la apertura de las mesas, enviar los avances de participación y, cuando termina el conteo manual de los votos, comunicar el resultado al centro de datos antes de que se hagan públicos.

Indra organizó este lunes una sesión formativa para instruir a los representantes de la Administración en el funcionamiento del terminal PDA que les han facilitado para que, el 10-N, graben y envíen los resultados que arroja cada mesa electoral. Al final de dicho cursillo, el trabajador de Indra entregó un papel -sin membrete alguno- para que los participantes se comprometan a mantener la reserva sobre las incidencias que se pudieran producir, según ha contado uno a este diario. La firma del documento es una condición ineludible.

Grande-Marlaska obliga a firmar una declaración jurada a quienes enviarán los datos desde las mesas para evitar que se filtren las incidencias, como ocurrió en mayo

Las fuentes consultadas por este medio aseguran que es una instrucción que ha partido del Ministerio del Interior -no del proveedor Indra- y que la justificación que se ha ofrecido es evitar la retransmisión casi en tiempo real de los fallos que se puedan presentar, como ocurrió durante las pruebas previas al desarrollo de las últimas municipales y europeas.

Un portavoz de Scytl ha asegurado a este diario que ni el departamento de Grande-Marlaska ni ningún otro organismo gubernamental les ha aplicado ninguna penalización por la prestación de aquel servicio. "No hubo ningún fallo en el volcado de datos y sólo se produjeron cambios de resultados que generaron modificación de escaños en el 0,38 % de las mesas", ha defendido. En opinión de la empresa catalana, estos valores "están completamente dentro de la normalidad" y no son achacables a la herramienta de recuento de resultados, sino a "simples errores de transmisión desde las mesas".

La firma de dicho compromiso de confidencialidad no es la única novedad en relación con los últimos comicios. Indra también ha comunicado a los representantes de la Administración que el simulacro se llevará a cabo esta vez un miércoles por la tarde -concretamente el próximo día 30, entre las 16 y las 20 horas- y no durante una jornada de sábado, como la vez anterior.

Sólo un simulacro

Salvo contraorden, Indra sólo tiene previsto llevar a cabo un ensayo. En mayo, Scytl hubo de organizar un simulacro inicialmente no previsto debido a las graves incidentes registradas en la prueba a la que se convocó a los representantes de la Administración para que simularan la grabación y envío de datos a través de la aplicación contenida en el teléfono móvil que se les proporcionó.

Las fuentes dijeron que el adjudicatario para el 10-N también tiene previsto hacer una prueba del plan de contingencias exigido por Interior para probar cómo funcionaría el sistema en caso de una avería en el centro de datos central, que estará ubicado en el recinto ferial de Ifema (Madrid). Para ello trasladará al personal hasta sus instalaciones en un polígono de la localidad madrileña de San Fernando de Henares, donde inauguró en junio de 2012 un centro de proceso de datos (CPD) de última generación.

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