El Estado vuelve a jugarse el partido contra el independentismo catalán esta semana en Bélgica y Luxemburgo. Las decisiones judiciales sobre la entrega a España del ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y sobre la inmunidad parlamentaria del ex vicepresidente Oriol Junqueras supondrán un impulso, en caso de resultar favorables a ambos, para el desafío que los partidos independentistas al frente de las instituciones catalanas quieren mantener contra el Estado.

Unos partidos políticos (Esquerra Republicana de Catalunya y Junts per Catalunya) que se sienten fuertes y necesarios por otro lado para la formación del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez al que el Rey ya ha propuesto como candidato a la investidura. ERC, cuyo apoyo necesita el candidato socialista para gobernar, pidió a Sánchez en el marco de dicha negociación que llame al presidente de la Generalitat Quim Torra (con el que lleva sin hablar desde octubre) para avanzar en una solución "política" al asunto catalán.

Fuentes de Junts per Catalunya consultadas por El Independiente confían en que el juez belga ante el que este lunes comparece el ex presidente Puigdemont junto a los ex consellers también fugados Toni Comín y Lluis Puig no acceda a entregarle a la Justicia española para que sea juzgado por sedición y malversación como solicitó el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena.

Puigdemont se puso a disposición de las autoridades belgas el pasado octubre tras reactivar el juez la euroorden contra él y su defensa avisó de que su entrega no sería, ni mucho menos, inmediata. Su equipo jurídico centró esa confianza en el asunto de la inmunidad como parlamentario de Puigdemont que cada vez siente más cerca de ver reconocida, igual que el vicepresidente de su gobierno, Oriol Junqueras.

El equipo jurídico de Puigdemont considera que el propio juez belga puede decidir sobre la inmunidad de Puigdemont o consultar al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) si goza de inmunidad y por tanto no debe ser entregado a España. Lo más probable, según esperan, es que el juez espere a la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la inmunidad de Junqueras el próximo jueves para decidir sobre la entrega del ex president.

La confianza de Puigdemont sobre una resolución favorable le ha llevado a alquilar, como adelantó El Confidencial, la casa de Perpignan (sur de Francia) donde estuvo exiliado el ex presidente catalán Francesc Macià tras proclamarse la dictadura del general Primo de Rivera para trasladarse allí en las próximas semanas, con el componente simbólico que tendría.

El precedente del abogado del TJUE

El abogado general del TJUE Maciej Szpunar se pronunció en noviembre a favor de la inmunidad de Junqueras en un escrito de conclusiones dirigido al TJUE, tribunal que debe tomar la decisión final.

El documento no es vinculante, y Szpunar ya avanzó que el TJUE dejó de ser competente al respecto una vez hay una sentencia condenatoria contra Junqueras del Tribunal Supremo, pero sus conclusiones fueron un dardo contra la Justicia española.

Consideró que Junqueras debió ser reconocido europarlamentario tras el resultado de las elecciones europeas y que no era necesario que acudiera a jurar la Constitución Española, como exige la normativa española. Incluso afirmó que el Tribunal Supremo buscaba privarle de su inmunidad parlamentaria al no dejarle salir de prisión preventiva para cumplir dicho trámite. Precisamente Puigdemont también se agarra a dichas conclusiones ante el juez belga para pedir que se le reconozca como europarlamentario por Junts per Catalunya.

Fuentes jurídicas (lejanas a la defensa de los independentistas) consultadas por El Independiente esperan que el TJUE no se pronuncie sobre la inmunidad de Junqueras respecto a las cuestiones que el propio Supremo planteó en su incidente prejudicial alegando que no es competente una vez se dictó la sentencia del procés. Sin embargo, sí esperan que el TJUE lance un toque de atención a la Justicia española y respalde la visión del abogado general sobre los derechos parlamentarios de Junqueras. Algo que, para el entorno del líder de ERC, sería suficiente para avanzar en las presiones contra el Estado español por nuevas vías.

Arranca la batalla exterior

Desde que comenzó la instrucción del procés, y mucho más en el juicio, los líderes independentistas desarrollaron una estrategia hacia el exterior y avisaron de que se dirigirían a los tribunales europeos porque estaban siendo juzgados por sus "ideas políticas".

Puigdemont, fugado de la Justicia, ha hecho lo propio desde Bélgica, hasta donde se trasladó buscando protección después de que la Justicia alemana decidiera entregarle a España para ser juzgado sólo por malversación, una opción que rechazó el juez Llarena.

Si el TJUE reconoce esta semana la inmunidad de Junqueras, todos los políticos independentistas juzgados que también concurrieron a las elecciones y resultaron elegidos seguirán su vía, y el pulso contra el Estado y la Justicia española estarán servidos.