Sin luz y sin taquígrafos. El PSOE y ERC extreman el secretismo que ha presidido sus negociaciones sobre la investidura de Pedro Sánchez y ya ni siquiera dejan entrar a los periodistas gráficos, cámaras de televisión y fotógrafos, a tomar imágenes previas a las reuniones que mantienen para la investidura.
El afán de ocultar el contenido de esas negociaciones ha llevado al PSOE a situaciones tan insólitas como convocar a la prensa para que cubra una reunión a las 12h y que entonces se descubra que el encuentro había comenzado dos horas antes, a las 10, como ocurrió la semana pasada en Barcelona. Los socialistas también restringen las preguntas en las ruedas de prensa, siguiendo el guión de Moncloa, que las limita en las comparecencias del presidente, generando un creciente malestar entre los informadores.
A la queja de la Asociación de la Prensa de Madrid se sumó ayer la Asociación de Periodistas Parlamentarios, que rechazó la última práctica del PSOE: impedir la toma de imágenes de las reuniones que ha mantenido con otros partidos en sede parlamentaria. "Reuniones que ellos mismos han hecho públicas con el interés de que se conozcan", puntualizan los informadores.
"Ha sido el propio Partido Socialista quien ha grabado y distribuido esas imágenes seleccionando aquellos planos y el enfoque que ellos han considerado oportunos. Los partidos están en su derecho de facilitar imágenes de sus reuniones para ser usadas por quien las necesite. Pero al mismo tiempo, pedimos que se respete el trabajo de los medios que cubren información parlamentaria día tras día, que favorezcan el derecho a la información y que no limiten nuestro trabajo ofreciendo una visión interesada y única de lo que ocurre", señalan los periodistas.
En este contexto, el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, ha participado este miércoles en una jornada sobre periodismo, organizada por KPMG, y se ha pronunciado sobre las críticas que ha recibido el presidente del Gobierno por limitar las preguntas de los periodistas en sus ruedas de prensa. Para sorpresa de varios de los presentes, ha lanzado algún dardo a los críticos con esta medida. En especial, a los que participan en las tertulias televisivas.
En su discurso, Oliver ha reconocido que la Asociación de la Prensa de Madrid le trasladó hace unos días un comunicado en el que –tal y como contó El Independiente- se recuerda al Ejecutivo que “el deber de los responsables políticos es someterse al escrutinio de la opinión pública a través de los medios de comunicación, en el marco del respeto a la libertad de expresión y a dicho derecho de información”.
En el texto, también se incide en que “la limitación de preguntas, o eliminación de las mismas, en las ruedas de prensa y comparecencias gubernamentales, obstaculizan dicha misión, como ocurrió ayer en La Moncloa, cuando Sánchez compareció ante la prensa en el Congreso de los Diputados tras ser propuesto por el rey como candidato a la investidura y admitir solo dos preguntas, que debieron ser pactadas entre los periodistas concurrentes”.
Oliver se ha referido a los periodistas que cubren la información de Moncloa y que también trasladaron su malestar a Sánchez como consecuencia de estas restricciones. En este sentido, ha recordado que la gran mayoría de estos redactores son, a la vez, contertulios de programas de televisión, por lo que se convierten en activistas de sus propias opiniones.
En este sentido, ha recordado que las tertulias televisivas están compuestas en un 90% de información y en un 10% de opinión.
Oliver ha reconocido –como en otras ocasiones, como hace unos meses en la sede de Servimedia- que diariamente recibe las demandas de muchos periodistas, lo que complica la labor que realiza el área del Gobierno a la que pertenece. Con respecto a las ruedas de prensa, ha incidido que, normalmente, cada intervención de los periodistas incluye varias preguntas, lo que alarga el turno de respuesta y, en ocasiones, hace que falte tiempo para responder las cuestiones de todos los presentes.
El secretario de Estado ha pronunciado estas palabras durante una jornada sobre la ética en el periodismo organizada por KPMG y la Asociación de Periodistas Parlamentarios.
El control de la información sobre las negociaciones está resultando crucial para socialistas e independentistas, como demuestran las dos amenazas de ERC de retrasar la investidura después de declaraciones de dirigentes socialistas optimistas sobre la posibilidad de un acuerdo cercano.
Así ocurrió ayer, cuando José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento, aseguró que los republicanos se habían declarado dispuestos a renunciar a la vía unilateral a cambio de una mesa de diálogo bilateral Gobierno-Generalitat fuera la Comisión Bilateral que fija el Estatut.
El enfado fue mayúsculo en la formación independentista, cuyos trece escaños son claves para la investidura de Pedro Sánchez. Y así lo expresó la portavoz y también miembro de la mesa de negociación, Marta Vilalta. «En nombre de ERC solo habla ERC» ha advertido, y «ERC nunca renunciará a ninguna vía democrática y política para pedir la república catalana, y lo seguiremos defendiendo hasta que sea una realidad».
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