Fue una de las imágenes de 2019 que quedó para el recuerdo de los españoles. El pasado 24 de octubre, en medio de una enorme expectación mediática, el ataúd con los restos de Francisco Franco salía de la basílica del Valle de los Caídos a hombros de sus familiares para su posterior traslado al cementerio madrileño de El Pardo-Mingorrubio. Se consumaba así el desenterramiento del general prometido por el Gobierno de Pedro Sánchez. Un dispositivo para el que el Ministerio del Interior movilizó a 206 policías y 275 guardias civiles.

Interior ha dado a conocer los datos sobre el dispositivo de seguridad como respuesta a una petición de información realizada por El Independiente a través del Portal de la Transparencia. La contestación detalla el número de agentes y sus unidades de procedencia, pero no el gasto que supuso para el erario público la utilización de estos efectivos. En los más de 63.000 euros que, según el Gobierno, costó la exhumación del cuerpo de Franco tampoco se incluye el gasto en estos recursos policiales.  

Casi 44 años después de la muerte del dictador, España y otros países del mundo –el acontecimiento fue seguido por periodistas de varias nacionalidades- asistían al polémico desentierro de Franco a pocos días del comienzo de la campaña electoral para las elecciones del 10 de noviembre.

La Guardia Civil era la encargada de velar por la seguridad en el Valle de los Caídos. Durante esta jornada histórica utilizaron personal de diferentes unidades de la Comandancia de Madrid, de la Agrupación Rural de Seguridad y de la Unidad Especial de Intervención, pero también de Tráfico y del Servicio Aéreo. A pesar de que los trabajadores de la funeraria empezaron a extraer el cuerpo de la Basílica a las 10.45, el Instituto Armado vigiló  la entrada al complejo San Lorenzo del Escorial desde primera hora de la mañana.

La Guardia Civil custodió la zona donde se confinó a los periodistas y a los nostálgicos de la dictadura, a seis kilómetros de la basílica, y el acceso al recinto de los familiares de Francisco Franco que asistieron al desentierro. Entre sus intervenciones estuvo la de identificar a dos personas que, vestidas con ropa militar, subieron a un risco del Valle de los Caídos con banderas franquistas, bengalas y botes de humo para protestar contra la exhumación.

El Gobierno no ha facilitado la cifra del coste del amplio dispositivo de seguridad que se habilitó para el día de la exhumación

El reloj marcaba casi las 13.00 horas cuando los familiares salieron de la basílica con el féretro para introducirlo en un vehículo fúnebre que lo conduciría hasta la explanada en la que se encontraba un helicóptero militar, el medio de transporte que recomendó la Benemérita para evitar el traslado a El Pardo por carretera. Tras el viaje en el Cougar del Ejército del Aire aguardaba en Mingorrubio una concentración  de nostálgicos del régimen para recibir al dictador.

La aeronave aterrizó en las inmediaciones del cementerio de El Pardo a las 13.56 horas. El cuerpo de Franco regresaba a El Pardo, donde residió el dictador cuando era jefe del Estado. Entre los nostálgicos que esperaban su llegada estaba el militar golpista del 23-F Antonio Tejero. La Policía Nacional se encargó de preservar la seguridad en el camposanto madrileño.

Durante toda la mañana, como recogió Europa Press, media decena de furgonetas del cuerpo policial prohibieron el acceso al interior del cementerio a toda persona ajena a la familia y a la comitiva dispuesta por el Gobierno. Los 206 agentes que participaron en el dispositivo procedían a la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Los agentes también escoltaron al responsable de oficiar la misa para los Franco: el sacerdote Ramón Tejero, hijo del coronel golpista.

¿Cuánto costó la exhumación?

Las escenas de los familiares saliendo de la basílica con los restos de Franco a hombros,  del traslado en coche al helicóptero o de la aeronave elevándose entre los riscos de Cuelgamoros llegaron a nuestras pantallas gracias a señal institucional distribuida por Radio Televisión Española (RTVE) La cadena pública cifró en 34.069, 48 euros el coste de la retransmisión de la exhumación y el posterior traslado. De ellos, 11.582,75 euros fueron para la partida de ‘seguridad y vehículos’, 9.880 para el arrendamiento de grupos electrógenos, 5.103,15 para la transmisión de la señal, 4.259 se invirtieron en el alquiler de practicables, 1.994,58 en el servicio de restauración y otros 1.250 para pagar a los tertulianos.

Pero este desembolso no se incluye en el coste total que, según el Ejecutivo de Pedro Sánchez, supuso el desenterramiento y traslado del 24 de octubre: 63.061,40 euros. De estos, el mayor gasto fue para reforzar la seguridad del panteón de cementerio de El Pardo (39.811,79 €), seguido de la remuneración que cobró la funeraria por su trabajo (11.000 €) y la colocación de las baldosas de mármol que sustituyeron la losa sepulcral que tapaba la tumba del dictador en el Valle (4.932,92 €). Tampoco se conoce el gasto que supuso el empleo de dos helicópteros –uno no se utilizó- para el traslado del féretro de Franco a Mingorrubio.