Los técnicos de la funeraria tardaron exactamente una hora y tres minutos en ejecutar las tareas de exhumación de los restos de Franco en el interior de la basílica del Valle de los Caídos, según se detalla en el acta notarial levantado por la ministra de Justicia en funciones en su condición de notaria mayor del Reino.

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Se trata de un documento histórico que no ocupa ni dos páginas completas, en las que Dolores Delgado hace constar de manera concisa el desarrollo de las labores de exhumación, traslado y posterior reinhumación del cuerpo momificado del dictador en la cripta de un panteón del cementerio madrileño de El Pardo-Mingorrubio durante la mañana y primera hora de la tarde del pasado 24 de octubre. El texto, al que ha tenido acceso El Independiente, es más pobre en detalles que el que redactó su homólogo José María Sánchez-Ventura el 23 de noviembre de 1975 con motivo del enterramiento.

El acta notarial detalla los nombres de los técnicos de la funeraria pero ignora los de los dos nietos de Franco que fueron testigos de cómo se abrió la tumba

De la lectura del acta, los historiadores del futuro no podrán conocer ni cuántas personas -menos de medio centenar- ni quiénes exactamente estuvieron en el interior de la basílica de Cuelgamuros, en la que el Gobierno de Pedro Sánchez no dejó entrar ni a los periodistas ni tampoco siquiera a los monjes benedictinos a excepción del prior (Santiago Cantera). Sí quiénes representaron principalmente al Ejecutivo junto a la titular de Justicia en funciones (provisionalidad que tampoco se menciona): el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños; el subsecretario de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Antonio J. Hidalgo, y el director general de los Registros y del Notariado, Pedro Garrido.

El documento oficial consigna las 10.45 como hora de arranque de las tareas de exhumación, consistentes inicialmente en la retirada de la losa de granito de 1.500 kilos de peso que tapaba la fosa en la que se introdujo el ataúd casi 44 años antes. "Tras los oportunos trabajos, en presencia de los técnicos y autoridades, así como de dos miembros de la familia, y en la última fase de su abogado [Luis Felipe Utrera-Molina], se extrae el féretro de la sepultura a las 11.48 horas", reseña.

Llama la atención que el acta detalle los nombres de los tres técnicos de la empresa funeraria contratada por el Gobierno para ejecutar las labores -Asdrúbal Humberto Sepúlveda del Giudice, Lucía Moya Blázquez y Óscar Gómez Fernández- y el del forense -Vidal Santos Yusta- e ignore las identidades de los dos nietos de Franco que estuvieron presentes en la zona acotada alrededor de la tumba cuando se llevó a cabo la operación: María del Mar y José Cristóbal Martínez-Bordiú Franco.

La ministra Delgado sí deja claro que fue "por decisión de la familia" por lo que se decidió que el traslado de los restos del dictador se llevara a cabo en el mismo féretro que en el que se introdujo la caja de zinc sellada en la que se incluyó el cadáver en noviembre de 1975 y no en uno nuevo.

Deterioro del féretro

El tiempo transcurrido -casi medio siglo- y la humedad existente en la sepultura habían deformado la caja de madera, por lo que los técnicos de la funeraria advirtieron del riesgo de que se pudiera desmontar cuando los familiares del dictador lo condujeran hasta la puerta de la basílica. Es por lo que los operarios propusieron como solución que se asegurara con unas cinchas el ataúd -ocultas mediante una funda- y que aquél descansara sobre una tabla de madera, al ser la base la parte más deteriorada. Así se hizo, si bien tampoco se refleja en el documento.

"A las 12.30 minutos se hace entrega del féretro a la familia, para que pueda rezar sus oraciones y transportarlo al exterior", añade. Subida la caja desde la fosa, aquélla se colocó sobre un pequeño carro desplegable, utilizado para recorrer los más de 250 metros que separan el crucero de la basílica del vestíbulo de entrada. Fue allí donde se lo echaron a hombros los familiares para salir del templo y acercar el ataúd hasta el vehículo de la funeraria que esperaba a unos metros de la puerta.

Los historiadores del futuro tendrán que acudir a las hemerotecas para conocer detalles de la histórica jornada que el documento no relata

En concreto, esa maniobra la ejecutaron los tres nietos varones de Franco (Francis, José Cristóbal y Jaime Felipe), Rafael Ardid Villoslada (marido de María de la O Martínez-Bordiú Franco), Claudio Quiroga Ferro (esposo de María Aránzazu Martínez-Bordiú Franco), Borja Ardid Martínez-Bordiú (hijo de María de la O), el letrado Utrera-Molina y Luis Alfonso de Borbón, hijo de Carmen Martínez-Bordiú y presidente honorífico de la Fundación Nacional Francisco Franco. Este detalle tampoco figura en el acta notarial, que lleva las firmas de Delgado, los dos testigos (Bolaños e Hidalgo) y el director general de los Registros y del Notariado.

Los historiadores de próximas generaciones que se interesen por la histórica jornada vivida el 24 de octubre de 2019 en Cuelgamuros tendrán que acudir a las hemerotecas, videotecas o fonotecas para conocer un detalle que no pasó desapercibido para los espectadores pero que tampoco se menciona en el documento notarial. ¿Con qué elementos salió el ataúd de la basílica del Valle de los Caídos a las 12.53 horas?

Las rosas de la Falange

La caja de madera no portaba la bandera de España, pero sí una corona de laurel con una cinta con los colores de la bandera de España en la que se lee la inscripción ‘Tu familia’ sobre un estandarte con el escudo del Ducado de Franco sobre la Laureada de San Fernando, la máxima distinción militar. Como desveló este diario, Utrera-Molina colocó sobre la corona durante el responso un ramo con cinco rosas rojas, alegoría de las "flechas" a las que alude la letra del Cara al sol: "Volverán banderas victoriosas/ al paso alegre de la paz/ y traerán prendidas cinco rosas/ las flechas de mi haz".

El último hito cronológico que menciona el documento dentro del recinto del Valle de los Caídos es el de las "12.50" horas, cuando el féretro "es conducido por los familiares a la salida de la basílica" antes de que fuera introducido en el vehículo fúnebre que lo conduciría hasta la explanada en la que esperaba "un helicóptero militar". Se trataba, en concreto, de un modelo Superpuma Cougar perteneciente al Ala 48 del Ejército del Aire.

La ministra Delgado se 'venga' del prior del Valle de los Caídos, que se resistió hasta el último momento, ignorando su presencia en el papel

La retransmisión en régimen de pool que hizo TVE permitió conocer que la aeronave despegó de Cuelgamuros a las 13.40 horas rumbo a Mingorrubio, el lugar impuesto por el Gobierno -y bendecido por el Tribunal Supremo en la sentencia con la que desestimó íntegramente el recurso interpuesto por los nietos- para reinhumar el cuerpo embalsamado de Franco.

"Allí, a las 14.50 minutos, el féretro es introducido por los familiares en la cripta del Panteón, identificado con la referencia PA 71 ACAPIL1 A 421429-8. A continuación, en el interior de la cripta se ha celebrado una misa, a la que han asistido los familiares y el abogado de la familia. Concluida la ceremonia religiosa, el féretro ha sido introducido en la sepultura situada a los pies de la cripta, colocándose sobre la misma una lápida con la inscripción FRANCISCO FRANCO, todo lo cual se ha concluido a las 15.30 horas", concluye el acta.

Esa misa en el camposanto de El Pardo fue cooficiada por Ramón Tejero -hijo del golpista Antonio Tejero y párroco en Málaga- y el prior Cantera, que rechazó en dos ocasiones conceder al Gobierno la autorización eclesiástica para poder acceder a la basílica para desenterrar a Franco y al que Dolores Delgado ignora en el documento notarial que da fe para la historia de la exhumación, traslado y reinhumación de los restos del dictador.