El féretro con el cuerpo embalsamado de Francisco Franco ha abandonado a las 13.40 de este jueves el Valle de los Caídos rumbo al cementerio madrileño de El Pardo-Mingorrubio una vez completadas las tareas de exhumación, que se han prolongado durante algo más de hora y media. Los restos del dictador salen de la basílica de Cuelgamuros al cabo de 44 años y a sólo unos días de que arranque la campaña electoral del 10-N.
El ataúd no porta bandera de España, sí una corona fúnebre con una cinta con los colores de la bandera de España en la que se lee la inscripción 'Tu familia' sobre un estandarte con el escudo del Ducado de Franco sobre la Laureada de San Fernando, la máxima distinción militar. A la salida de la iglesia, algunos familiares han gritado "¡Viva Franco!" y "¡Viva España!".
Encima de la corona se ve un ramo con cinco rosas -alegoría de las "flechas" a las que alude la letra del Cara al sol ("Volverán banderas victoriosas/ al paso alegre de la paz/ y traerán prendidas cinco rosas/ las flechas de mi haz")- que tenía previsto depositar en el interior de la iglesia el abogado Luis Felipe Utrera-Molina, hijo del ministro franquista José Utrera-Molina y quien ha dirigido la batalla legal contra los acuerdos del Consejo de Ministros en nombre de la familia Franco. Así se lo contó el letrado a El Independiente en la víspera.
El Gobierno ha informado de que los descendientes del dictador llegaron al Valle de los Caídos con una bandera preconstitucional -con ella se subió al minibús que lo ha traslado a Cuelgamuros Francisco Martínez-Bordiú Franco- y que no se les permitió acceder con ella a la basílica, obligándoles a que la dejaran a la entrada. La enseña, la misma con la que Franco recibió sepultura, fue trasladada por agentes de la autoridad a uno de los coches que trasladaba a la familia.
En las semanas previas, los nietos habían pedido formalmente al Gobierno que se le rindieran honras fúnebres a su abuelo por su condición de ex jefe del Estado, a lo que Pedro Sánchez se ha negado. También había rechazado que sobre el féretro pudiera desplegarse una bandera -aun sin escudo- o cualquier símbolo de exaltación de la dictadura, avisando de que abriría expediente sancionador en caso de que no acatasen esta indicación.
Como estaba previsto, el ataúd ha sido llevado a hombros por parte de los descendientes de Franco -una veintena de familiares ha estado presente en el interior entre nietos, cónyuges y bisnietos- desde la salida de la basílica hasta el coche fúnebre que aguardaba bajo la escalinata para acercarlo hasta el helicóptero del Ejército del Aire -un Superpuma Cougar del Ala 48 del Ejército del Aire- que ya lo transporta hasta el cementerio madrileño de El Pardo-Mingorrubio.
El abogado de los Franco había contado a este diario su intención de colocar en el ataúd las rosas, alegoría de las "flechas" a las que alude la letra del 'Cara al sol'
En concreto, los tres nietos varones de Franco, Rafael Ardid Villoslada (marido de María de la O Martínez-Bordiú Franco), Claudio Quiroga Ferro (esposo de María Aránzazu Martínez-Bordiú Franco), Borja Ardid Martínez-Bordiú (hijo de María de la O), el letrado Luis Felipe Utrera-Molina y Luis Alfonso de Borbón, hijo de Carmen Martínez-Bordiú y presidente honorífico de la Fundación Nacional Francisco Franco. Ellos han sido los encargados de acercar la caja hasta el vehículo de la funeraria.
Todo ello ha ocurrido después de que un grupo de operarios haya levantado, ayudándose de cuatro gatos hidráulicos, la losa de granito de 1.500 kilos que tapaba hasta este jueves la tumba del dictador para poder acceder a la fosa y extraer el féretro. Minutos antes de las 11.45, el Gobierno ha informado de que la lápida se había retirado "sin incidencias".
Cubierto el entorno de la tumba por una carpa de color azul, la maniobra ha tenido escasos testigos. En concreto, han estado presentes la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, en su condición de Notaria Mayor del Reino; el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños; el subsecretario del Ministerio de la Presidencia, Antonio José Hidalgo; dos nietos del dictador (María del Mar y José Cristóbal Martínez-Bordiú Franco) y un forense, a los que se les ha facilitado un traje especial con protección por si emanaran gases del sepulcro. El prior de la abadía del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, ha oficiado un responso religioso.
Ataúd original
Según ha informado el Gobierno, la familia ha decidido que los restos se trasladaran hasta El Pardo en la misma caja de madera que se utilizó para enterrarlo en noviembre de 1975 -en cuyo interior se incluyó una estructura de zinc sellada- pese a los daños que presenta, lo que ha obligado a los operarios a asegurar el ataúd antes de elevarlo a la superficie desde el fondo de la fosa. El Ejecutivo había encargado otro féretro por si el original estaba inutilizable.
La extracción del féretro se ha producido en torno a las 12.35 horas, momento en que el prior Cantera -único benedictino que estaba autorizado por el Gobierno a estar presente en el interior de la basílica- ha oficiado un breve responso religioso para bendecir los restos.
El Gobierno ha impedido a la familia acceder a la basílica con una bandera preconstitucional, la utilizada en el entierro de Franco en 1975
A las 13.40 horas, después de haberse anclado el féretro para evitar su movimiento durante el traslado, el helicóptero ha despegado de Cuelgamuros rumbo al helipuerto habilitado en el antiguo campo de tiro de la Guardia Real cercano a Mingorrubio, hasta donde se han desplazado por carretera los familiares de Franco para asistir a la reinhumación en el panteón.
Por parte del Gobierno han viajado en la aeronave Dolores Delgado; Félix Bolaños y el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver. Por parte de la familia del dictador lo han hecho Francisco Martínez-Bordiú Franco y el abogado Utrera-Molina. También ha ocupado plaza en el Superpuma un escolta de la ministra.
Como se ha apreciado claramente en las imágenes servidas por TVE, los representantes gubernamentales y de la familia que han viajado juntos hasta El Pardo han marcado claramente distancias después de la batalla que ambas partes han librado en los tribunales y que no ha vivido su último capítulo: la interposición de un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), según ha anunciado el abogado de los nietos.
El helicóptero ha tomado tierra a las 13.56 horas en las inmediaciones del camposanto de El Pardo, a cuyas puertas se han concentrado varias decenas de personas -entre ellos el coronel golpista Antonio Tejero- que vitorean al dictador y profieren gritos contra Pedro Sánchez por ejecutar la exhumación. También han entonado estrofas del Cara al sol, el himno de la Falange.
Veintisiete minutos después, una vez que los operarios funerarios lo han asegurado convenientemente debido al mal estado en que se encuentra la madera, el féretro ha sido bajado de la aeronave para ser trasladado en el coche fúnebre hasta el cementerio de El Pardo. Allí ha entrado a las 14.41 horas.
La representación del Gobierno y los nietos que han viajado en el helicóptero han marcado distancias abiertamente tras la batalla judicial librada
Los familiares de Franco se han quedado solos en el panteón para la misa que han cooficiado Ramón Tejero -hijo del golpista Antonio Tejero y párroco en Málaga- y el prior Cantera. Después, como Notaria Mayor del Reino, la ministra de Justicia ha levantado acta del acto de exhumación y ha dado fe de la reinhumación de los restos en su nueva sepultura. Delgado ha abandonado el camposanto pasadas las 15.30 horas.
Delgado ha sido la más alta autoridad del Estado presente en Cuelgamuros. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha debido de seguir la retransmisión televisiva desde su despacho del Palacio de La Moncloa. Su agenda oficial para este jueves tan sólo reseñaba a primera hora de la mañana el mitin que tiene previsto ofrecer a las 19 horas en Guadalajara, si bien minutos después de las tres de la tarde -en plena emisión de informativos en televisión- ha comparecido para realizar una declaración institucional.
Felipe VI, a 10.000 kilómetros
El traslado de los restos de Franco se ha llevado a cabo con los Reyes a 10.000 kilómetros de España. Felipe VI y Letizia se encuentran de viaje oficial en Corea del Sur, donde el monarca ha intervenido en el foro empresarial que la entidad pública empresarial Icex España Exportación e Inversiones, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Cámara de Comercio española han organizado en Seúl.
Los trabajos de la exhumación deberán completarse ahora con la colocación de seis baldosas de mármol negro ‘Marquina’ de 75,4 por 65 centímetros sobre el hueco que ocupaba la losa sepulcral. El Gobierno trabaja con la previsión de que el conjunto del Valle de los Caídos pueda reabrir sus puertas, cerradas desde el pasado 12 de octubre, el próximo martes. Y ya sin Franco en su basílica.
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