"Aplazar la mesa de negociación entre el Gobierno y la Generalitat es un incumplimiento flagrante del acuerdo entre ERC y el PSOE para la investidura. Y además, una irresponsabilidad absoluta". Con estas contundentes palabras ha respondido Esquerra al anuncio hecho por Moncloa, que hoy ha pospuesto la mesa de diálogo pactada con ERC hasta después de las elecciones catalanas. Los republicanos reclaman empezar los trabajos de la mesa de diálogo pactada y que la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra fijada para el próximo jueves sirva para poner fecha al inicio de ese diálogo.

Por su parte el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha desmentido a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y ha recordado que él siempre ha dejado claro que su intención es hablar de referéndum y amnistía en el encuentro con Sánchez. Calvo ha asegurado hoy que las declaraciones de Torra en las que apuntaba en este sentido han llevado a la Moncloa a poner en cuestión el encuentro, que ha circunscrito a cuestiones de interés común como las consecuencias de la borrasca Gloria en Cataluña.

Desde la Presidencia de la Generalitat, sin embargo, aseguran que Torra, ha explicado al presidente del Gobierno "su voluntad de abordar las cuestiones de fondo del conflicto político entre Cataluña y España en todas las conversaciones que han mantenido". Y se refieren concretamente a la última conversación telefónica entre ambos presidentes el pasado 9 de enero para asegurar que entonces Torra "le dejó claro que la reunión de los dos presidentes debía servir para encarrilar la mesa de negociación".

Señalan además que en la reunión mantenida el pasado día 15 en el Palau con los líderes de los partidos y entidades independentistas -JxCat, ERC, CUP, ANC y Ómnium- "se acordó por unanimidad" que los ejes de la propuesta de Torra en ese encuentro serían "el ejercicio del derecho a la autodeterminación" y "el fin de la represión y la amnistía". Unas conclusiones que tanto los partidos como la portavoz del Govern, Meritxell Budó, hicieron públicos al final del encuentro.

"Estamos convencidos de que el presidente Sánchez no cerrará ninguna puerta al diálogo" concluye el comunicado de la Generalitat. Desde Esquerra, sin embargo, reparten responsabilidades y reclaman al PSOE, pero también a JxCat y a Podemos, que "reflexionen" y "hagan el favor de trabajar por el diálogo" lo que a su juicio pasa por "reunir la mesa de negociación ya, como marca el pacto de investidura".

"No tenemos tiempo que perder" advierten los republicanos, "quedan muchos meses para las elecciones y no tienen ningún sentido esperar a la constitución de un nuevo gobierno catalán, la vía política hay que abrirla ya".

Elecciones condicionadas

Con la batalla preelectoral ya abierta, el anuncio de Moncloa debilita la posición de Esquerra, que ha abogado por el diálogo con el PSOE como vía de salida a la crisis catalana, en contra de lo sostenido por JxCat y la CUP. La decisión del Gobierno torpedea ese discurso y abona la desconfianza esgrimida por Torra, que siempre ha puesto en duda la utilidad de esa mesa de negociación.

Por eso los republicanos han sido los últimos en responder al anuncio de Moncloa, después del comunicado emitido por el equipo de Torra y de que el presidente del PDeCat, David Bonvehí, denunciara también que "no hay excusas para que el diálogo se aplace".

Ha sido el presidente de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, el primero en expresar la indignación de Esquerra tras casi dos horas de estrepitoso silencio republicano. Sabrià ha acusado este jueves al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de incumplir el acuerdo de investidura de ERC y PSOE al aplazar el inicio de la mesa de diálogo entre gobiernos, y ha exigido que se ponga una fecha "inminente" a esta mesa en la reunión que Sánchez mantenga con el presidente de la Generalitat, Quim Torra.

Ha sido a través de la red social Twitter donde ha expresado el posicionamiento de Esquerra a que Moncloa haya trasmitido que el presidente del Gobierno aplazaría el inicio de la mesa de diálogo hasta que se constituya un nuevo Govern tras las elecciones catalanas, algo que los republicanos ven como un "incumplimiento flagrante del acuerdo y una irresponsabilidad absoluta".

"Aplazar la mesa de negociación es un incumplimiento flagrante del acuerdo y una irresponsabilidad absoluta. No tenemos tiempo que perder. Quedan muchos meses para las elecciones. Es urgente abrir la vía política. En la reunión entre presidentes hay que poner una fecha inminente a la mesa entre gobiernos", ha aseverado.