Dos turistas con mascarillas pasean por las Ramblas de Barcelona.
La Generalitat invertirá 10.164.000 euros en la compra de los 14 millones de mascarillas prometidos por Quim Torra para que todos los catalanes dispongan de al menos una mascarilla cuando se reemprenda la normalidad y volvamos a salir a la calle. Se tratará de mascarillas FPP2, las que más indicadas no solo para evitar el contagio a otros sino también para protegerse uno mismo, unas mascarilla reutilizables que tendrán un coste de 0,60 euros por unidad, según ha confirmado este viernes la portavoz del Govern, Meritxell Budó.
El reparto, finalmente, no se iniciará el próximo martes, como había anunciado inicialmente el Govern, sino el 20 de abril. Budó ha explicado este retraso de seis días porque entonces el Govern dispondrá ya de 1,4 millones de unidades. El próximo martes solo habría podido hacer llegar a las farmacias 100.000 mascarillas, y los propios farmacéuticos han pedido a la Generalitat que pospusiera la medida hasta poder disponer de más mascarillas para satisfacer la expectativa generada.
Reparto completado en un mes
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, prometió el jueves 14 millones de mascarillas de uso privado para que todos los catalanes dispongan de las necesarias medidas de protección personal. El reparto no se completará hasta mediados de mayo, ha reconocido Budó, y se hará por criterios territoriales de densidad de población y dando prioridad a las personas más vulnerables y aquellos que deban volver a trabajar en los próximos días.
Las mascarillas se repartirán en las farmacias, que las entregarán previa presentación del carné sanitario. La previsión es de dos mascarillas por persona, la primera de las cuales será gratuita. Y será obligatorio presentar la identificación sanitaria para evitar que nadie haga acopio de mascarillas, aunque no se necesitará prescripción facultativa. Las mascarillas las producirá "una empresa del Masnou" en Barcelona, según Budó.
De uso obligatorio
El presidente catalán ha defendido hoy que "el uso de guantes y mascarillas debería ser obligatorio para salir a la calle" a medida que se vaya desescalando el confinamiento, para evitar un rebote del coronavirus, una medida que no comparte el Gobierno. Torra ha advertido además que ese confinamiento debería prolongarse en su versión más extrema, que el Gobierno dará por finalizada este viernes.
En este contexto, Budó ha criticado qu "a partir del martes más de 900.000 catalanes tendrán que ir a trabajar" sin que el Gobierno haya aclarado las medidas de protección habilitadas para ellos ni en los medios de transporte públicos ni en los centros de trabajo. Por eso el Govern ha destacado como imprescindible el uso de estas medidas de protección.
La consellera ha dejado claro además que esta partida de 14 millones de mascarillas se ha comprado al margen de los recursos requeridos para el personal sanitario, asegurando que este plan de Torra no interferirá en la gestión de los recursos centralizada por la Conselleria de Salud.
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