Barcelona ha estrenado hoy la Fase 1 del desconfinamiento, pero los barceloneses siguen teniendo prohibido salir de la ciudad, si no es por motivos laborales. El diseño de las regiones sanitarias de la Generalitat para seguir las fases de la desescalada del confinamiento, con la capital catalana en una región específica separada de su área metropolitana, hace que los vecinos del barrio de Collblanc, por ejemplo, no puedan atravesar oficialmente la calle que separa Hospitalet de Llobregat de Barcelona. Tampoco pueden acceder a la ciudad, oficialmente, los vecinos de Sant Just que comparten los accesos a la zona de Collserola, o los de Sant Adrià que conectan de forma natural con el Poblenou de Barcelona.

El despropósito fue denunciado ayer por algunos responsables locales, pero la consellera de Salut de la Generalitat, Alba Vergés, ha señalado al Gobierno como último responsable de esta situación por el "lío" de las fases. En una entrevista en Catalunya Ràdio Vergés ha asegurado que "estamos trabajando para saber si podemos unificar la movilidad entre Barcelona y las áreas metropolitanas norte y sur", ya que se tienen indicadores "muy buenos" de la evolución de la pandemia en estas tres zonas, y ha anunciando que "ha empezado" a hablar de ello con los alcaldes metropolitanos.

La decisión podría tomarse esta misma semana, ha asegurado Vergés, pero dependerá de la valoración del riesgo que supone ese aumento de la movilidad que hagan las autoridades sanitarias de las tres regiones sanitarias.

En este contexto, la consellera ha lamentado las "incoherencias" de las decisiones adoptadas por el Gobierno en la comunicación de las fases. La programación establecida por el Gobierno fija que en la primera fase se puede abrir la movilidad del ámbito municipal al provincial, pero como la Generalitat pidió fijar sus propias regiones sanitarias como unidad de desescalada y dividió el área metropolitana de Barcelona en tres regiones diferentes, con la capital aislada, ahora no se puede salir de Barcelona salvo para trabajar.

Por ello, Vergés ha abogado hoy por "no obsesionarnos con las fases" y ha argumentado que "al final deberíamos estar hablando de la prioridad de las personas mayores, de las medidas para reducir contactos con la gente y las medidas higiénicas y la distancia solidaria”.

Baile de cifras

Por otro lado, Vergés ha defendido los datos facilitados por su departamento sobre la pandemia del coronavirus en Cataluña: "Se puede pensar que tenemos más defunciones que otros territorios, quizás es que informamos más". La consellera ha asegurado que sus datos se facilitan siguiendo las indicaciones del Boletín Oficial del Estado y se tienen en cuenta también las cifras de las funerarias.

La discrepancia entre los datos que facilita el departamento de Salud de personas fallecidas y contagiadas ha causado malestar en los últimos días entre la administración del Estado y la catalana, si bien hoy la consellera ha indicado que "los datos son todos ciertos, los del ministerio y los nuestros, pero los registros de donde se cogen son diferentes".

Según las últimas cifras del departamento de Salud, correspondientes al día de ayer, un total de 11.835 personas han fallecido hasta ahora por la COVID-19 en Cataluña, de las que 6.613 han muerto en un hospital o en un centro sociosanitario, 3.926 en una residencia geriátrica y 774 en sus domicilios, mientras que el resto son casos no clasificables por falta de información.