Estados Unidos está más dividido que nunca. El racismo ha motivado las peores protestas desde la muerte de Martin Luther King. Mientras miles de personas han celebrado actos de homenaje a George Floyd, muerto por la tortura a la que le sometió un agente blanco, en connivencia con otros tres, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con enviar al Ejército a reprimir las manifestaciones que se han extendido por decenas de ciudades. Trump se ha presentado como el presidente "de la ley y el orden".

"Soy el presidente de la ley y el orden... He recomendado a los gobernadores que desplieguen un número suficiente de efectivos de la Guardia Nacional para volver a tomar el control de las calles. Los alcaldes y los gobernadores deben reforzar la presencia de los representantes de la ley en las calles hasta que se pueda sofocar la violencia", ha dicho.

"Si una ciudad o estado rechaza adoptar estas acciones, necesarios para defender la vida y las propiedades de sus residentes, desplegaré al Ejército de Estados Unidos y así resolveremos rápidamente el problema por ellos", ha añadido Trump este lunes en los jardines de la Casa Blanca en unas breves declaraciones. No admitió preguntas.

Ha dicho que George Floyd no habrá "muerto en vano", pero que no se quedara de brazos cruzados ante la turba de amotinados. "Habrá justicia con George Floyd, pero no permitiremos a los violentos. Lucharé por mantener el orden", ha dicho Trump.

Trump ha acusado a "anarquistas profesionales" y al colectivo de los Antifa (antifascistas) de la violencia en las protestas. Ha asegurado que los altercados son obra del terrorismo doméstico. Este pasado fin de semana aseguró que declararía como organización terroristas a los llamados Antifa, que no son un grupo organizado. No tienen líderes, ni sedes, actúan de forma espontánea y se rebelan contra los supremacistas blancos.

Más de 1.500 personas han sido arrestadas por participar en los disturbios, entre ellas fue detenida unas horas la hija del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, cuya madre es afroamericana.

"Juré que iba a aplicar las leyes de la nación y es lo que haré", ha dicho Trump este martes. El presidente de Estados Unidos ha acusado a los gobernadores de las principales ciudades afectadas de debilidad frente a los manifestantes. Incluso los llamó "idiotas" por no actuar con mano de hierro. "Tendremos éxito", ha asegurado el presidente de EEUU. "América siempre gana".

Toque de queda histórico en Nueva York

En decenas de ciudades se ha decretado el toque de queda, pero de momento no se ha respetado. Esta medida se empezó a aplicar en Mineápolis, donde las protestas se mantienen después de una semana. A pesar de las restricciones para salir de casa por la noche, numerosos estadounidenses aprovechan la caída da la tarde para participar en manifestaciones, muchas pacíficas. Es entonces cuando aprovechan los violentos para hacer de las suyas.

Como decía la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, quienes están aprovechando la ira de quienes vieron la muerte de George Floyd, grabada en video por una viandante, para actos de pillaje no están rindiendo homenaje a Floyd, ni a los que han sufrido abusos o marginación por ser de otra raza. "Registraos y votad en noviembre si queréis cambio", recomendó la alcaldesa en un emotivo mensaje de este fin de semana.

En Nueva York también el alcalde ha adoptado esta drástica medida, por la que se impide todo movimiento entre las 23 horas y las cinco de la mañana después de los numerosos saqueos en la Quinta Avenida. La última vez que se recurrió al toque de queda en la Gran Manzana fue en 1943, también por motivos raciales.

Habrá 8.000 policías desplegados en Nueva York para vigilar el cumplimiento del toque de queda. El alcalde ha sumado 4.000 efectivos a los 4.000 que ya trataban de contener los saqueos y el pillaje.

Biden: Trump contra los americanos

El que será aspirante demócrata a la Casa Blanca, el ex vicepresidente Joe Biden, ha acusado a Trump de querer desplegar a los militares a actuar contra los americanos. Biden ya ha lanzado varios mensajes de unidad a la nación desde que estallaron los disturbios a raíz de la muerte de George Floyd, de 46 años, hace una semana.

"Está usando a los militares de Estados Unidos contra el pueblo americano. Arroja balas de goma y gas lacrimógeno contra los manifestantes. Para una foto. Por nuestros niños, por cada alma de nuestro país, debemos derrotarlo. Solo podemos hacerlo juntos", ha escrito Biden en su cuenta de Twitter. Biden ha participado en una vigilia de homenaje a George Floyd.

Biden incluye en su Twitter la foto de Trump con una Biblia en la iglesia de St John, cerca de la Casa Blanca, la llamada "iglesia de los presidentes". Este lunes se desplazó hasta este templo en un gesto que ha sido criticado por las autoridades eclesiásticas. Mientras tanto, la policía arrojó gases lacrimógenos contra los manifestantes con el fin de despejar la zona y así que el presidente pudiera hacerse la foto en la iglesia.

La obispo Mariann Edgar Budde, de la diócesis episcopal de Washington DC, en declaraciones a la CNN ha denunciado "el abuso de los símbolos sagrados para la gente de fe de este país". Es lo contrario de lo que predicamos, ha añadido Mariann Edgar Budde.

"Hemos de entender las causas originarias de las cosas... Si no entendemos el contexto, perdemos la oportunidad de promover su curación. El presidente está perdiendo una oportunidad tras otra de hacerlo", ha dicho la obispo.

Trump, en lugar de hacer una llamada a la unidad, ha optado por atizar el fuego. En pleno año electoral tiene más de 100.000 muertos sobre la mesa por la pandemia del coronavirus. Son más que en todas las guerras en las que se ha implicado Estados Unidos desde la Guerra de Corea, a mitad del siglo XX.

Y el balance económico ha dado un giro de 180 grados: ya hay 40 millones de parados, casi un 15%. Por ello, Trump ha optado por utilizar esta crisis de orden público como mensaje electoral.

Autopsia de Floyd: fue un homicidio

Este lunes se han conocido los detalles de la autopsia de George Floyd, que estuvo más de nueve minutos tumbado en el suelo, mientras el agente Chaubi mantenía hincada su rodilla en su cuello. "No puedo respirar", clamaba Floyd, sin que el policía se inmutara.

El forense del condado de Hennepin ha declarado que la muerte de George Floyd es un homicidio, ya que falleció por "parada cardiopulmonar que se complicó por compresión en el cuello en el arresto", según informa Reuters, que cita una emisora local Fox 9 de Mineápolis. El agente ha sido acusado de homicidio en tercer grado y homicidio involuntario. Hay un video que muestra cómo sus tres compañeros también participaron en los abusos que sufrió Floyd.

George Floyd, de 46 años, era un hombre alto y corpulento, que había trabajado como guardia de seguridad, justo coincidió en un local de música latina de Mineápolis con el agente que acabó provocando su muerte, aunque no está claro que coincidieran en los turnos.

"No puedo respirar" fueron sus últimas palabras. Ahora todos los estadounidenses, afroamericanos y blancos, que denuncian la violencia policial y el racismo, claman en las calles: "No puedo respirar".