El pasado 24 de enero, una semana antes de que el Instituto de Salud Carlos III confirmara el primer positivo por covid-19 en España, José Antonio Nieto firmó un informe de cuatro páginas en su condición de jefe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Policía Nacional en el que proponía que los agentes destinados en los puestos fronterizos de aeropuertos utilizaran guantes de nitrilo y mascarillas FFP2 en el control de la documentación de "pasajeros procedentes de cualquier ciudad de China u otras zonas afectadas".

El borrador de ese documento incluía la expresión "potencialmente mortal" al describir la enfermedad, pero el facultativo hubo de retirarla porque el Ministerio de Sanidad consideraba que era "demasiado alarmista" en aquel momento, cuando la epidemia iniciada en la ciudad china de Wuhan no había dado el salto aún a Europa. Casi cinco meses después, la estadística oficial reconoce más de 27.000 fallecidos por coronavirus en España. "Desgraciadamente, el tiempo me ha terminado dando la razón", declara a El Independiente.

El pasado 13 de marzo, en víspera de que el Gobierno declarara el estado de alarma para intentar contener la propagación del virus, José Antonio Nieto fue destituido de forma fulminante por una supuesta "falta de lealtad", al reenviar por correo electrónico a los técnicos de Riesgos Laborales del Cuerpo un documento con instrucciones -recibido de su jefe superior- que no había sido firmado aún por el director general de la Policía. Fue tres meses antes de alcanzar la edad de jubilación, condición de la que goza desde este domingo.

Nieto dice sentirse "maltratado" tras 36 años de servicio en la Policía y lamenta no haber recibido una sola disculpa por parte de la cúpula de Interior

"Siento que he sido maltratado y no merezco salir así de la Policía", declara José Antonio Nieto, que asegura haber recibido "cientos de mensajes" de funcionarios en los que les muestran su apoyo y reprueban la decisión de la Dirección de la Policía. "Siento cabreo y tristeza", comenta para resumir las sensaciones que acumula en este momento tras haber dedicado 36 años de su vida a servir al Cuerpo Nacional. "Después de innumerables iniciativas y propuestas, después de haber creado un servicio de salud ocupacional, después de haber redactado una norma de Riesgos Laborales...", lamenta.

El tiempo le ha dado la razón a este facultativo médico tanto por el carácter "mortal" de la enfermedad como por la recomendación en el uso de la mascarilla como medida para evitar contagios. "El Ministerio de Sanidad, en una reunión que tuvimos el 27 de febrero, instó a retirar esa norma [su informe del 24 de enero] porque entendía que el policía era personal de bajo riesgo y por tanto la probabilidad de contagio era mínima y no necesitaba la utilización de mascarillas", indica.

En su opinión, la negativa del Ministerio de Sanidad a incluir a los policías y guardias civiles en el colectivo de de alto riesgo obedece a una "mala valoración del riesgo y a un desconocimiento total" de las funciones de estos profesionales. "Al desconocer esas actividades valoró mal el riesgo, valoró mal la situaciones y valoró mal la capacidad de infección por parte de este personal", añade.

El papel del doctor Simón

Nieto elude criticar el trabajo realizado por el doctor Fernando Simón como director de Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), pero se apresura a establecer diferencias. "Él ha jugado a que el estado de alarma no cundiese y mi postura ha sido la de proteger a los policías. Eso supone evaluar el riesgo. Aunque éste sea pequeño pero si las consecuencias son muy altas hay que adoptar medidas preventivas. Sí que es cierto que por parte de Fernando Simón se dijo que en España habría uno o dos contagiados, cuando ha habido muchos más, y que en la época alta de la epidemia se dijo que no había que utilizar mascarillas. La no utilización es lo que ha originado probablemente un mayor número de contagios. Se equivocaron al valorar el riesgo de esta infección", mantiene.

El ex jefe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Policía dice tener la "conciencia tranquila" por la forma que ha actuado y lamenta que no le hayan ofrecido una disculpa, con la que daría por cerrado el episodio de su destitución. "Ni el ministro ni nadie de la Dirección General de la Policía", precisa.