Artur Mas se ha reconocido hoy "triste, decepcionado y enfadado" por la guerra abierta en el seno de la ex-convergencia, pero ha descartado ponerse al frente del PDeCat como candidato electoral. El ex presidente catalán y ex líder de Convergencia ha explicado que "me quedo donde ya estoy" -en el PDeCat- porque "no me puedo incorporar a un proyecto que corre el riesgo de provocar la división de mi propio espacio" y ha asegurado que seguirá batallando por la unidad soberanista.

"Viendo las grietas y la falta de unidad en proyecto soberanista y dentro de mi espacio político, estoy triste, decepcionado y enfadado" ha explicado. "Pero no quiero quedarme aquí, quiero trabajar por la unidad del soberanismo y la unidad dentro de mi espacio político" ha explicado Mas, quien se propone ahora "reforzar mi perfil institucional de ex president" y seguir "tendiendo puentes" para evitar que se consume el divorcio en la post-convergencia.

Eso sí, si finalmente se consuma el divorcio, Mas ha defendido la legitimidad del PDeCat para presentar una candidatura alternativa a la de Carles Puigdemont o a negociar su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. Un derecho que ha defendido como velada advertencia a sus sucesor al frente de la Generalitat.

"Si esto acaba en partidos diferentes con estrategias diferentes, tanto derecho tienen unos como otros a defender su programa e ideas" ha argumentado. "La única manera de que no pase es que no haya separación" ha insistido en referencia a los líder de Junts, con Puigdemont a la cabeza, a los que hace especialmente responsables de la ruptura. "Si hay separación, no se podrá decir a un partido libre de dependencias de otro qué tiene que hacer".

Negociación de presupuestos

El Gobierno de Pedro Sánchez, ve en el cisma de JxCat la posibilidad de incorporar a los cuatro diputados fieles al PDeCat a la mayoría necesaria para apobar los presupuestos generales, una opción que no ha desdeñado Artur Mas. "De entrada los tienes que ver, no sabemos de qué presupuestos estamos hablando" ha argumentado el ex presidente, para quien si las cuentas del PSOE benefician a Cataluña "hay que poder negociarlos" al margen de la estrategia de "confrontación" que defiende Puigdemont.

Mas ha repetido que "no haré nada que se pueda interpretar como una confrontación con Puigdemont, no lo propuse como mi relevo para confrontarme ahora con él" y ha dejado claro que "tengo suficiente sentido institucional como para no facilitar lo que querrían muchos, una batalla pública entre Puigdmeont y yo, no la habéis visto y no la veréis".

No haré nada que se pueda interpretar como una confrontación con Puigdemont" asegura Mas

Pese a estas advertencias, Mas ha dejado entrever que responsabiliza sobre todo a Puigdemont de la ruptura en el seno del PDeCat, por ser él el líder del nuevo espacio. "No quiero participar en operaciones contra Puigdemont mas allá de que esté más o menos de acuerdo con lo que se está haciendo, y algo debo estar en desacuerdo cuando no me he integrado en Junts".

Artur Mas ha justificado su silencio de los últimos meses porque no quería dar motivos a la ruptura y ha explicado que habla ahora por dos decisiones del entorno de Junts: el anuncio, por parte de Puigdemont y otros históricos de Convergencia de que rompían en carné del PDeCat, incluidos los presos, y sobre todo la crisis de gobierno con la que Quim Torra expulsó al PDeCat de la Generalitat.

El mismo divorcio en el seno de la ex convergencia justifica, según ha explicado, su negativa a encabezar una nueva candidatura electoral, una vez cumplida la inhabilitación de tres años que le impuso el Tribunal Supremo por la organización de la consulta del 9N. "Si dejaba alguna puerta abierta era porque no sabia si dentro de mi espacio se me reclamaría ayuda para intentar trabajar por la unidad. Tal como han ido las cosas mi respuesta es clara, no volveré a primera línea".