Quim Torra ha señalado hoy al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a su vicepresidente y líder de Podemos, Pablo Iglesias, como últimos responsables de su inminente inhabilitación. Lo ha hecho en una apertura del Debate de política general centrada en la gestión como si la comunidad no estuviera abocada a elecciones anticipadas en el plazo de unos meses, y responsabilizando a la oposición constitucionalista de generar "inestabilidad en plena pandemia".

Mientras, ERC, JxCat y la CUP han intentado escenificar unidad entre el independentismo, obviando la batalla por el calendario. "Los unionistas no conseguirán nunca que nos enfrentemos” ha asegurado Torra en el debate. "Menos mal, si lo llegamos a conseguir tenemos que separarlos, celebro que tenga esta visión tan optimista" le ha respondido el popular Alejandro Fernández.

"Esta ha sido una legislatura marcada por el círculo perfecto de la represión. Empezó con Rajoy impidiendo la investidura de Carles Puigdemont y puede acabar con la destitución de otro president con un Gobierno de Sánchez e Iglesias" ha lamentado Torra, asegurando que detrás de estas decisiones judiciales está "todo un Estado".

El presidente catalán ha lamentado que "mañana tendré que ir a Madrid" -aunque lo cierto es que ha sido él quien ha solicitado asistir a la vista de su recurso ante el Tribunal Supremo- y ha asegurado que "en ningún país de Europa" entenderían que un presidente sea inhabilitado "por una pancarta, por un tribunal con todo un Estado detrás, con partidos que querían que esto pasara".

"Hay todo un Estado dedicado a combatir una idea y partidos que le dan apoyo, que creen que poner una pancarta es motivo de peso para provocar la caída de un presidente y provocar inestabilidad en todo un país en plena pandemia" ha concluido señalando a Cs, PSC y PP.

ERC y comunes insisten en la Mesa

Esquerra, sin embargo, ha insistido en la necesidad de mantener la puerta abierta al diálogo con el Gobierno. "No podemos hacer el regalo al Gobierno de ser los que abandonemos el diálogo" ha argumentado Sergi Sabrià, presidente del grupo republicano. El diálogo "es la confrontación mas inteligente con el Estado" ha argumentado al tiempo que defendía acudir a la Mesa iniciada por Pedro Sánchez y Torra "con un programa resumido en amnistía y autodeterminación" que sirva para "poner al Gobierno en contradicción y obligarlo a levantarse de la mesa si finalmente no tiene nada que ofrecer".

Una apelación que se sumaba a las realizadas antes desde el PSC y los comunes. La morada Jessica Albiach ha reclamado elecciones porque "necesitamos un Govern que crea en la mesa del diálogo y usted nos demuestra que no cree en la mesa", mientras el socialista Miquel Iceta reclamaba un "diálogo productivo" entre gobiernos. "Da la sensación de que quien menos disposición tenía para hacer esta reunión es usted, y no me lo parece solo a mi".

Sin calendario electoral

Pese a sus lamentos en la recta final de la intervención, Torra no ha dedicado ni una línea de su discurso a aclarar qué piensa hacer ante su inhabilitación y, sobre todo, cuando piensa convocar unas elecciones autonómicas más inevitables que nunca. Si el 29 de enero anunció que la legislatura estaba agotada por la deslealtad de sus socios de ERC, nueve meses después ha abierto el Debate de política general sin una sola mención a las elecciones que prometió entonces ni al fin de la legislatura.

"No nos podemos permitir seis u ocho meses en funciones en plena pandemia" ha advertido Sabrià, sumándose al criterio de la oposición. "Nosotros no le pedimos que convoque elecciones antes de su inhabilitación, proponemos que la fecha de las elecciones sea acordada por el independentismo" ha añadido Carles Riera, líder de la CUP. Pero los argumentos de sus socios no ha servido de momento para que Torra despeje el calendario electoral.

"No nos podemos permitir seis u ocho meses en funciones en plena pandemia" advierte ERC

El cambio de guion lo ha forzado Carles Puigdemont, que necesita tiempo para afianzar su nuevo partido con garantías de plantar cara a ERC en las próximas elecciones autonómicas. Mañana, Torra acudirá a Madrid para presenciar en el Tribunal Supremo la vista de su recurso contra la inhabilitación a la que le condenó el Tribunal Superior de Justicia, mientras los tres partidos independentistas siguen negociando en el Parlament una resolución que permita recuperar la unidad del bloque.

ERC y la CUP exigen pactar la fecha de las elecciones, pero JxCat ya dejo claro ayer que "la unidad no es una fecha electoral, es acordar cómo alcanzamos la independencia" advertía ayer su portavoz, Albert Batet.

Este es el contexto en el que Quim Torra ha dedicado hoy dos horas de discurso a glosar su obra de gobierno, desde los 70 millones invertidos en la extensión de la fibra óptica para alcanzar al 90% de la población a la gestión de la crisis sanitaria del Covid-19 y sus consecuencias económicas como eje prioritario de su gestión desde marzo.

Asfixia económica por la culpa de la oposición

Un balance en el que ha insistido en reclamar al Gobierno 31.000 millones de euros de los fondos europeos para Cataluña, denunciando la pasividad de socialistas y comunes ante las negativas del Ejecutivo. "Qué esperan los grupos de la oposición para reclamar estos recursos del estado" se ha preguntado, advirtiendo que "si esta asfixia económica les parece bien tendremos que creer que están a favor de mantener este déficit económico y de infraestructuras" del que a su juicio es víctima Cataluña.

Torra ha insistido en que Cataluña es la tercera comunidad a la hora de aportar ingresos al conjunto del Estado y la décima a la hora de recibir y ha advertido que "no queremos que esto nos pase con los fondos europeos, este país no se lo puede permitir". Por ello ha exigido a los socios del Gobierno que apoyen su reclamación. La ciudadanía catalana "no se merece tener unos representantes políticos que no quieren lo mejor para sus ciudadanos".