Los puentes de diálogo entre JxCat y ERC llevan meses rotos más allá de la gestión del día a día de la pandemia. Concretamente, desde que el 29 de enero Quim Torra hizo una comparecencia pública en la Galería Gótica del Palau de la Generalitat para anunciar que la legislatura estaba agotada por la falta de confianza en sus socios de ERC, a los que tachó de desleales por acatar su suspensión como diputado en el Parlament. Ahora, JxCat y ERC tiene que pactar un calendario electoral que beneficiará a uno u otro en función de la fecha escogida -al menos así lo creen los estrategas de cada partido- y el tiempo se agota.

Esta parece ser la clave que explica que la vicepresidenta de JxCat, Elsa Artadi, se abra ahora a negociar el calendario. Una posibilidad a la que hasta ahora se ha cerrado en banda el partido de Carles Puigdemont, alegando que la fecha electoral es una decisión unipersonal de Quim Torra. El debate, llegados a este punto, está en si Torra debe convocar elecciones antes de ser inhabilitado, como reclama Esquerra, o debe ser el presidente del Parlament, Roger Torrent quien active el mecanismo electoral tras la decisión del Tribunal Supremo.

Los neoconvergentes consiguieron la semana pasada que ERC se plegara una vez más a su discurso, obviando la convocatoria de elecciones en las resoluciones aprobadas por el bloque independentista en el Debate de Política General. Un debate planteado desde JxCat como si Torra fuera a completar la legislatura hasta final de 2021 y centrado en denunciar la "salvajada" que supone en su opinión una eventual inhabilitación del president en funciones.

Pero este lunes se acabó la tregua, y mientras ERC abría de nuevo la carpeta de la convocatoria electoral, JxCat aceptaba por primera vez en público que esa fecha debe consensuarse. De lo contrario, será Roger Torrent quien tenga la última palabra. Los de Puigdemont lo saben, y proponen como pacto que Torrent active el calendario y definir las atribuciones con las que contará Pere Aragonés como presidente accidental de la Generalitat. Una opción que disgusta a los republicanos, porque temen que JxCat vuelva a utilizar ese escenario para acusarlos de plegarse a las disposiciones de la justicia.

"Hay margen de acuerdo" asegura ahora Artadi. Eso sí, siempre que haya "voluntad política" añade la neoconvergente advirtiendo de que "Torra no se auto inhabilitará, no lo daremos por hecho" ni se lo pondrán "fácil al Tribunal Supremo". El margen de negociación del que habla Artadi pasa por pactar cómo y cuándo pondrá en marcha el reloj el presidente del Parlament.

Torrent ya dejó claro que daría por iniciada la cuenta atrás en cuanto se constatara que no hay candidato alternativo a la investidura. Y Marta Vilalta, portavoz de ERC, ha apuntado este lunes que "ya que estamos abocados a elecciones, porque las habrá al cabo de 124 días si se produce la inhabilitación" lo más sensato es "acortar al máximo la provisionalidad". Esto es, que las elecciones "se puedan celebrar en 54 días".

La carta de Cs

Paralelamente, Cs sigue moviendo hilos para presentar un candidato a la investidura si se confirma la inhabilitación de Torra. Carlos Carrizosa, líder de los naranjas en el Parlament, se ha dirigido hoy formalmente a los líderes de PSC, Comunes y PP para proponerles una reunión esta semana en la que abordar las vías para evitar un bloqueo de las instituciones catalanas.

"Ante una eventual inhabilitación, nos preocupa enormemente que éste opte por resistir con un gobierno en funciones en un contexto de grave crisis económica, sanitaria y social" señala en la misiva dirigida a Miquel Iceta, Jessica Albiach y Alejandro Fernández.

Los socialistas, sin embargo, ya han rechazado entrar en una "batalla de bloques" al lado de Cs y el PP a las puertas de unas elecciones autonómicas. Tanto Miquel Iceta como la portavoz del partido, Eva Granados, insisten en la necesidad e convocar elecciones ya, pero han dejado claro a Ciudadanos que cuando se haga efectiva la inhabilitación de Torra se reunirán con todos los partidos, o por lo menos lo intentarán, para abordar la situación. Aunque ni JxCat ni ERC han hablado nunca de pactar el calendario con ningún partido que esté fuera de la órbita independentista.