La realidad casi siempre supera la ficción, pero a veces, los astros se alinean para que una obra –un libro, una película, una serie de televisión– se adelante a los acontecimientos o, al menos, coincidan en el tiempo. La explicación, según los guionistas de tales profecías, es sencilla: lean y escuchen.
Es por ello que The Pitt, el nuevo drama médico de Max, aborde temas actuales, aunque escribieran sus guiones hace un año. Es por ello que The Good Wife, drama legal sobre una esposa y ama de casa que retoma la abogacía, presentaba casos que meses o años después se hacían realidad.
Con las series de televisión apocalípticas, o posapocalípticas, es otro contar. En los últimos años, el género zombi ha predominado las historias sobre el fin del mundo, pero hay alternativas. Unas mejores que otras, sobra decir.
Está, por ejemplo, la estadounidense Revolution (2012-14), cuya premisa, desde ayer, no será extraña para el público español. Bajo el –cuestionable– sello de J.J. Abrams (Perdidos, Star Trek, Star Wars), el guionista Eric Kripke (Sobrenatural, The Boys) creó esta serie ambientada en 2027, 15 años después de un apagón eléctrico mundial. Dos temporadas y 24 episodios tiene Revolution, estrenada al albor del final de Perdidos y de la constante búsqueda de sucesoras como Flashforward o The Event. No pierdan el tiempo.
También están la miniserie española Apagón (2022), adaptación a cargo de Movistar Plus+ del pódcast El gran apagón, y la miniserie francesa El Colapso (2020), disponible anteriormente en Filmin y RTVE Play.
El Gran Apagón
El Colapso
Estación Once
Aunque difícil de encontrar, debido a los recortes de la plataforma Max, Estación Once (Station Eleven) es, con permiso de The Last of Us, la serie que encapsula a la perfección lo vivido por la sociedad a nivel mundial a partir de 2020.
Estrenada en diciembre de 2021, Estación Once está basada en la novela homónima escrita por Emily St. John Mandel (2014) y empezó a rodarse antes de la pandemia. De hecho, el rodaje de esta miniserie de 10 episodios se quedó a medias por el confinamiento.
Ficción y realidad se dieron la mano: en Estación Once, la mayor parte de la población muere por una pandemia de gripe. A la serie, creada por Patrick Somerville (The Leftovers), le interesa el periodo subsiguiente al casi exterminio de la humanidad –en este sentido, Estación Once es una historia de supervivencia–, pero también muestra la situación del planeta veinte años después.
El papel del arte y de la narración, así como el sentido de comunidad, es columna vertebral de Estación Once: la necesidad y la querencia del ser humano por las historias, por la ficción, aunque esté al borde de la extinción. Sin destripar la trama, hay esperanza para la humanidad.
The Leftovers, en Max
No es casualidad que el creador de Estación Once fuera guionista de The Leftovers (Las sobras), adaptación televisiva de la novela homónima a cargo de HBO y Damon Lindelof (Perdidos). Podría haber sido The Leftovers una miniserie, pues la primera temporada (2014) quema el material en que se basa: el 2% de la población mundial desaparece, como el chasquido de Thanos en Los Vengadores.
Aquí, el responsable de tal rapto podría haber sido Dios. O no. Damon Lindelof no sabe, no contesta. El guionista, tras el escándalo por el final de Perdidos, dejó muy claro que nunca iba resolver el enigma, o sea, responder las cinco 'W': qué, por qué, dónde, cuándo y quién. En The Leftovers, cada personaje actúa de una manera y busca, o no, una explicación en un mundo aparentemente normal.
Como sucede en Estación Once, en el nuevo orden mundial de The Leftovers aparecen sectas que intentan dar una respuesta a algo que la religión, la Biblia, no puede. Superada la primera temporada, la más irregular y solemne, Lindelof empezó de cero con una segunda temporada (2015) impecable. HBO tuvo consideración y le dio una tercera y última temporada (2017), centrada, muy a su manera, en el fin del mundo.
Battlestar Galactica, en SkyShowtime
Del fin del mundo, del genocidio y el culto a nuevos líderes también habla Battlestar Galactica. No la serie original, emitida a finales de los años 70 y principios de los 80, sino el reinicio de esta franquicia televisiva sobre la guerra armada (y santa) entre los pocos humanos supervivientes y sus creaciones robóticas tras un hackeo y un golpe de estados.
Enmarcada en el género de la space opera (Star Wars, Star trek), o sea, la guerra espacial de ciencia ficción, la nueva Battlestar Galactica, a cargo de Ronald D. Moore (Star Trek, Outlander), transcurre en la única nave que sobrevive al exterminio de la humanidad. La razón es simple: la tecnología de dicha nave es tan vieja que sortea el hackeo. Lo que ellos no saben, ni el público tampoco, es que entre ellos, de apariencia humana, se encuentran los robots.
Contemporánea a Perdidos, Battlestar Galactica es, además de un retrato de la sociedad post 11-S (la paranoia: el enemigo está en casa; el fin justifica los medios: la tortura), una exploración de la ciencia y de la fe. Parte del público nostálgico puso el grito en el cielo por el cambio de sexo de la teniente Starbuck.
Parte del público, tras una miniserie de dos episodios (2003) y cuatro temporadas de 74 episodios (2004-2009), también puso el grito por un final que, al igual que el de Perdidos, dividió.
Fue tal la repercusión de Battlestar Galactica que tuvo una serie precuela (Caprica), cancelada tras una única temporada de 19 episodios, cuatro web series (emitidas durante los parones de emisión de la serie madre) e incluso dos películas para televisión. Brian Singer (X Men) y Sam Esmail (Mr. Robot) intentaron sin éxito trasladar a la pantalla su particular visión.
Invasión y Silo, en Apple TV+
Aquella Battlestar Galactica se emitió en el canal ahora llamado SyFy (antes Sci-Fi), la que fuera durante décadas la casa de series y películas de ciencia ficción y de corte fantástico o sobrenatural. Este vacío lo ha llenado, sobre todo, la plataforma Apple TV+ con series como Para toda la humanidad, que imagina la victoria de la Unión Soviética a Estados Unidos en la carrera espacial. O sea, los rusos fueron los primeros en llegar a la Luna. No es casualidad que uno de sus firmantes sea Ronald D. Moore (Battlestar Galactica).
El mundo sí está a punto de acabar, o ya acabó, en otras dos series de Apple TV+: Invasión, aproximación íntima y personal a una invasión alienígena, y Silo, adaptación televisiva de la trilogía literaria sobre una comunidad de humanos que vive bajo tierra. Invasión está renovada por una tercera temporada, y Silo, por una tercera y una cuarta.
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