Los centros educativos para los niños de 0 a 6 años seguirán cerrados, al menos, hasta septiembre. Están de acuerdo la mayoría los consejeros autonómicos de Educación y así se lo han hecho saber este jueves a la ministra del ramo, Isabel Celáa.

Durante la reunión telemática mantenida en el marco de la Conferencia Sectorial, la titular de Educación ha dejado en manos de cada autonomía la decisión sobre la vuelta a las aulas de los más pequeños. La fase 2 de la desescalada -que en algunos puntos de España puede arrancar ya el 25 de mayo- permite abrir este tipo de centros. El Gobierno pretende así dar apoyo a los padres que a partir de esa fase tengan que incorporarse a sus puestos de trabajo.

Los responsables autonómicos de Educación han coincidido en que los centros infantiles de sus respectivos territorios no están preparados para volver a la normalidad, aunque el plan de desescalada lo permita. Por ello, descartan totalmente la apertura de las aulas antes de que acabe este curso.

Tras la reunión, la Comunitat Valenciana ha sido una de las primeras en señalar públicamente que no se abrirán las aulas ni los centros educativos de este tramo educativo hasta el próximo curso escolar 2020-2021. El conseller de Educación, Vicent Marzà, ha advertido que no se pueden garantizar las medidas de seguridad básicas, como la distancia social entre el alumnado y sus profesores y educadores.

Por su parte, el consejero de Cultura y Deporte de Aragón, Felipe Faci, también ha insistido en que "no se pueden garantizar las medidas sanitarias". En opinión del político socialista, el curso actual "no puede finalizar de otra manera que no sea a distancia".

Illa: las competencias son autonómicas

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado este jueves en una comparecencia en el Congreso que el regreso de algunos menores a las aulas durante la desescalada es competencia de las comunidades autónomas y serán ellas quienes tomen las decisiones en esta materia.

El ministro ha recordado que las competencias en esta materia son autonómicas y son ellas quienes "conocen mejor" cómo poner en marcha estas medidas, igual que ocurre, según ha apuntado, con otros ámbitos de esta situación excpecional. Aún así, ha asegurado que el Gobierno "no va a desentenderse" de esta cuestión.

El Ministerio de Educación y Formación Profesional y las comunidades autónomas han acordado crear un grupo de trabajo para preparar conjuntamente el regreso a las aulas en septiembre contemplando tres posibles escenarios de la evolución de la pandemia: que se pueda reanudar la actividad lectiva con normalidad, que sea necesario mantener una distancia sanitaria o que un rebrote vuelva a cerrar los centros educativos.

Propuesta antes del verano

Todas las partes se han comprometido a elaborar un documento antes de verano con orientaciones para el próximo curso escolar. Con estas recomendaciones, según precisa el Ministerio de Educación en un comunicado de prensa, las comunidades autónomas y los propios centros educativos se encargarán de diseñar sus propios planes de contingencia para "garantizar el desarrollo de la actividad educativa, respetando tanto las competencias de cada una de las comunidades autónomas como la autonomía docente de los centros educativos".

"El grupo de trabajo abordará diversos aspectos como la organización escolar adaptada a la pandemia, la programación didáctica de cursos y áreas, la dotación tecnológica y el refuerzo de la competencia digital y el seguimiento y apoyo de la actividad lectiva a distancia", añaden desde el departamento dirigido por Isabel Celaá.

Este grupo mixto integrado por el Ministerio y los representantes autonómicos trabajará sobre tres posibles escenarios de evolución de la pandemia. El primero, que el coronavirus remita hasta permitir que la actividad educativa se lleve a cabo de manera presencial en los centros educativos sin la obligación de mantener la distancia interpersonal.

El segundo, que la evolución de la pandemia continúe obligando a mantener la distancia interpersonal en todos los centros educativos como medida de prevención para evitar contagios. Y el tercero, que un rebrote o repunte de contagios impida el desarrollo de la actividad educativa presencial en algún momento del curso que obligue de nuevo al confinamiento y a la educación a distancia que siguen los escolares desde el pasado mes de marzo.

"En todos los supuestos será necesario adaptar los currículos y las programaciones de los cursos, áreas y materias para prestar especial atención a las competencias fundamentales y para recuperar los déficits ocasionados por la importante alteración que provocó la brusca suspensión de la actividad educativa presencial en marzo de 2020", subrayan desde el Ministerio de Educación.

Si la 'vuelta al cole' en septiembre se tiene que realizar manteniendo la distancia interpersonal para evitar contagios, el Ministerio indica que habría que dividir los grupos y "optimizar todos los espacios del centro educativo, combinar la actividad presencial con la actividad a distancia o adecuar los horarios para cumplir las condiciones sanitarias establecidas y garantizar la continuidad de la formación".

Este escenario, que es el más probable, requeriría además, según el Ministerio, dotar a los centros de equipamiento higiénico sanitario para el personal y el alumnado, establecer medidas de higiene y control sanitario, elaborar protocolos de movilidad para el acceso y salida del centro y dar formación sanitaria al profesorado y alumnado.

"En todo caso, se deberán programar contenidos y actividades educativas adecuadas para la enseñanza a distancia y 'online' y hacer previsiones para la eventual evaluación a distancia de partes del curso", añaden desde el Ministerio, que propone aprovechar "las buenas prácticas desarrolladas" durante los últimos dos meses de enseñanza a distancia.

La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha anunciado durante la Conferencia Sectorial que trabaja con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para diseñar un programa de cooperación territorial que permita incrementar los recursos para avanzar en la digitalización.

Se trata, indica el Ministerio, de reforzar los recursos y competencias digitales, tanto a través de plataformas como de dispositivos de uso personal y formación del profesorado. Además para la actividad educativa a distancia se diseñarán planes de seguimiento y apoyo al alumnado con dificultades para seguir esta modalidad de actividad lectiva.