Hay cosas que una pandemia mundial no cambia. Una de ellas es la llegada de turistas europeos, especialmente británicos, a las playas de Mallorca. Este año, tras la apertura de las fronteras aéreas estos viajeros se han asentado, como en temporadas anteriores, en zonas como Magaluf, Palma y Calvià, muy conocidas por su ambiente nocturno.

La pasada noche, cientos de personas sin mascarilla ni distancia de seguridad coparon las calles de la capital balear para celebrar primera gran fiesta del verano, dejando varios detenidos y numerosos incidentes.

En la madrugada del jueves al viernes algunos ciudadanos británicos se aglomeraron en Magaluf y, tal y como se muestra en los vídeos de esa noche, comenzaron a saltar sobre un coche estacionado en la acera, al que causaron daños por valor de más de 2.000 euros.

Uno de los responsables de este acto vandálico fue detenido por la Guardia Civil. Asimismo, los vecinos de Playa de Palma, una de las zonas más turísticas de día y de noche, han interpuesto denuncias ante la Policía por exceso de ruido.

Este sábado, en la calle de la Cerveza de Playa de Palma, la situación se descontroló por completo. Ni en la calle ni en los locales era posible guardar la distancia de seguridad por la afluencia de turistas alemanes.

Las autoridades no pudieron evitar los tumultos de gente, a pesar de que abrieron algunas actas. Este domingo está previsto que la Unidad de Élite Policial, la UIP, controle la zona.