Taiwán es uno de los países que mejor han controlado la pandemia en todo el mundo. Sólo 718 contagios y siete muertes ha registrado entre sus ciudadanos desde el inicio de la crisis mundial del coronavirus. Su primer secreto fue no fiarse de china. Y el segundo aplicar un sistema de control y cuarentenas estrictas que ha permitido que el resto de la población haya seguido desarrollando su vida con una reseñable normalidad.

Entre otras cosas, Taiwán exige para entrar en el país una prueba PCR negativa y una cuarentena obligatoria de 14 días, para lo que tiene habilitada una red de 3.000 habitaciones repartidas en 56 hoteles. Está estrictamente prohibido salir de la habitación, y quien lo haga está expuesto a una multa de cerca de 3.000 euros.

Es lo que le sucedió a un ciudadano que decidió salir de su habitación durante unos segundos para entregarle algo a un amigo en una habitación contigua. Las cámaras de seguridad le captaron, y el Gobierno ha usado su caso para ejemplarizar de la importancia de cumplir con los protocolos establecidos para entrar en el país.