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Alonso se cuela en la fiesta de Red Bull y remonta con maestría hasta el podio en Bahréin

El Aston Martin de Fernando Alonso durante el GP de Bahréin

El Aston Martin de Fernando Alonso durante el GP de Bahréin EP

Fernando Alonso ha vuelto. Después de una década de travesía en el desierto, el piloto asturiano goza de un coche competitivo con el que puede luchar por podios -como el que ha logrado en el primer Gran Premio del año- y quién sabe si por algo más a lo largo de la temporada.

El bicampeón del mundo ha dado un recital de conducción y ha conseguido remontar hasta la tercera posición, que arrebató a Carlos Sainz, pese a una mala salida en la que cayó hasta la séptima plaza tras sufrir un toque de su compañero Lance Stroll, que ha acabado con un meritorio sexto puesto.

La temporada 2023 arranca en lo más alto como finalizó la anterior, con Max Verstappen y Red Bull en otra galaxia, pero con el aliciente de un cuarto equipo, Aston Martin, que se confirma en la lucha entre los grandes, claramente por encima de Mercedes hoy y a la altura de Ferrari, que perdió el podio por un fallo de fiabilidad en el coche de Leclerc.

El regreso de la Fórmula 1 ha dejado una jornada histórica para los aficionados españoles, con Alonso y Sainz entre los cinco primeros, y con la sensación de que puede ser un año de grandes alegrías. La primera etapa de La Misión de Fernando Alonso ha sido un éxito: Aston Martin ha demostrado que el coche diseñado por Dan Fallows es una realidad y que peleará en la parte noble de la parrilla. Por su parte, Sainz ha salvado el orgullo de la escudería del cavallino rampante y ha minimizado daños tras el adiós de Leclerc cuando marchaba tercero. Ferrari nunca ha podido mirar de tú a tú a Red Bull en carrera, aunque dejó buenas sensaciones en cuanto a la degradación en uno de sus coches, precisamente el que no vio la bandera de cuadros.

Resumen del GP de Bahréin

El GP de Bahréin acabó en alto. La tan excitante salida, más aún después del parón invernal, no dejó grandes variaciones y se solventó con limpieza a excepción de algún roce. Verstappen hizo valer su pole y llegó con suficiencia al primer giro, algo que no pudo hacer su compañero Sergio Pérez, que sufrió la amenaza de unos Ferrari que le estrujaron en los metros iniciales.

La carrera entró en una etapa de transición, con Verstappen con una ventaja de más de seis segundos en apenas 10 vueltas y con el resto de sus perseguidores muy cerca entre sí. La estrategia hizo acto de presencia y las paradas se aproximaban, mientras, las ruedas de Hamilton caían y permitían a Alonso presionar Rusell. Tal fue el acoso que Hamilton tuvo que parar en boxes y Rusell vio cómo de rápido era el Aston Martin, al que no regaló ni un milímetro; sin embargo, las manos de Alonso hicieron que el joven británico se convirtiese en la primera presa del asturiano.

Una vez superado el ecuador del Gran Premio, Aston Martin mostró sus colmillos a Mercedes, y lanzó un reto directo de Alonso y Stroll a Hamilton y Rusell respectivamente. Al mismo tiempo, las vueltas se descontaban y Verstappen y Pérez volaban a por un doblete sin fisuras por delante de Leclerc, que corría en tierra de nadie, sin posibilidades de acercarse a los Red Bull pero con el pelotón muy controlado.

A 20 vueltas del final, Alonso dibujó uno de esos adelantamientos que difícilmente se olvidan. 16 años después de su tormentoso encuentro en McLaren, cuando Hamilton era el novato y Alonso el bicampeón del mundo, el británico y el español volvían a retarse en pista en una lucha de muchos quilates y con nueve títulos de por medio. Hamilton resistió la primera embestida de Magic, que hizo valer su apodo en el próximo intento. Alonso amagó con hacerse ancho en la entrada a la curva 10, una de las variantes más complejas de Bahréin, para así encarar la recta posterior con mejor línea y allí comerse a Hamilton. Pero no, eso nunca paso, porque Alonso cambió su dirección antes del giro y se coló por un ángulo interior que sólo existía en su cabeza, en sus manos y en sus pies.

El ritmo de Alonso hacía preveer una lucha por la cuarta posición con Sainz, pero el apagón en el monoplaza de Leclerc avivó la llama del Aston Martin y asfixió a Ferrari, que además de perder al monegasco veía que las ruedas de Sainz no aguantarían el pulso. Alonso selló su remontada con un último adelantamiento que le deja a un podio de los 100 y Sainz soportó el envite de Hamilton para cerrar la primera carrera de la temporada con dos españoles en los cuatro primeros puestos.

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